Contenido
Muerte fetal intrauterina
Concepto
La definición de muerte fetal intrauterina es cualquier muerte fetal después de la semana 24 de gestación. Siendo el síntoma más frecuente la reducción o ausencia de los movimientos fetales.
Este artículo pretende explorar y analizar la definición, factores de riesgo, diagnóstico y modo de parto después de una muerte fetal intrauterina.
Además de los cuidados durante el duelo y la importancia de la atención sensible e individualizada a los padres durante este proceso.
Resumen
Se describe el caso de una mujer primigesta de 41 semanas de gestación que acude al servicio de Maternidad tras presentar una ausencia de los movimientos fetales.
Diversos estudios realizados recalcan la importancia de apoyar a los padres durante el proceso de duelo.
Un buen apoyo será recordado durante mucho tiempo sin embargo la falta de cuidados sólo aumentaría el dolor y la angustia que sufren.
Lo profesionales como las matronas, parteras, obstetras, se deben especializar en el proceso de duelo debido al gran apoyo emocional que los padres requieren en estos casos.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud define la muerte fetal intrauterina como:
“Aquella muerte fetal tardía en el embarazo” y permite a cada país definir la edad gestacional en la que se considera muerte fetal intrauterina.
En Reino Unido la definición legal de muerte fetal intrauterina es cualquier muerte fetal después de la semana 24 de embarazo.
El síntoma más frecuente que precede son los movimientos fetales reducidos o ausentes. El 54,7% de los casos de mujeres que percibieron una reducción o ausencia en los movimientos fetales, se trataba de muertes fetales.
Es difícil conocer con exactitud la incidencia de muerte fetal intrauterina debido a la falta de una definición universal. Tres millones de bebés mueren en el útero materno cada año en todo el mundo.
Esto significa que cada mes 330 padres sufrirán el dolor y la pena de tener un bebé muerto intraútero.
A pesar de los enormes avances en ciencias médicas, la tasa de muerte fetal intrauterina es excesivamente alta, con aproximadamente 1000 muertes al año.
Factores de riesgo
Si bien las causas de muerte fetal son multifactoriales, el factor de riesgo modificable asociado más alto es la obesidad materna. Un índice de masa corporal materno igual o mayor de 30 aumenta considerablemente el riesgo de muerte fetal. Los factores de riesgo principales son:
- Obesidad materna.
- Mujeres nulíparas: se demostró que las mujeres nulíparas tienen un mayor riesgo de muerte fetal que las multíparas.
- Edad: el incremento de la edad materna es un importante factor de riesgo.
- Los bebés con anomalías congénitas, que se sabe que ocurren más a menudo en los embarazos de mujeres mayores fueron excluidos del estudio.
- Estatus social y origen étnico: se han encontrado variaciones en las tasas de muerte fetal intrauterina en relación con el estatus social y el origen étnico. Las mujeres negras y las minorías étnicas tienen tasas más altas de muerte fetal que las mujeres blancas.
- Deprivación social: la deprivación social también aumenta el riesgo de muerte fetal.
Se recomienda en sus guías de práctica clínica usar el Doppler para excluir la muerte fetal cuando una mujer refiere reducción o ausencia de los movimientos fetales.
Tras el diagnóstico de muerte fetal es absolutamente vital proporcionar un excelente apoyo emocional a los padres.
El parto que generalmente se recomienda es el parto vaginal ya que está asociado con menos complicaciones que la cesárea.
Es importante iniciar el proceso de parto de manera temprana con el fin de prevenir algunas complicaciones graves como la infección endometrial. Para comenzar el trabajo de parto por vía vaginal se requiere de una inducción farmacológica.
La mayoría de las mujeres prefieren que el parto se provoque inmediatamente después del diagnóstico de muerte fetal. Sin embargo otras mujeres prefieren esperar más tiempo para el parto.
Tras el parto se deben cumplimentar una serie de formularios como el certificado de muerte fetal. Este certificado es una obligación legal después de las 24 semanas de gestación.
Los padres que sufren una muerte fetal intrauterina a menudo consideran que ver a su bebé fallecido fue uno de los recuerdos más importantes. El 81% de las mujeres entrevistadas sentían que habían tomado la decisión correcta al ver a su bebé. El 50% que no habían visto a su bebé también sentían haber tomado la decisión correcta.
Se confirmó que a 2200 mujeres ver al bebé fallecido estaba asociado con menor ansiedad y síntomas depresivos. Por otro lado si se obliga a los padres a ver a su bebé muerto cuando no lo desean puede provocar secuelas psiquiátricas.
Una investigación realizada por Davies sugirió que los padres no quieren olvidar a sus bebés y que por lo tanto crear recuerdos de sus bebés puede ser de gran utilidad. La caja de memoria es un recurso muy utilizado para recoger y guardar recuerdos del bebé.
En la mayoría de las unidades de maternidad, el personal ofrece a los padres la oportunidad de tomar fotografías de su hijo .
Si los padres no están seguros, la partera o enfermera pregunta si puede tomar algunas fotografías y las mantiene en la historia hospitalaria de la madre.
La Organización Británica de Muerte Fetal Intrauterina enfatiza la importancia de apoyar a los padres durante el proceso de duelo. Un buen apoyo será recordado por los padres durante mucho tiempo, sin embargo la falta de cuidados sólo aumenta el dolor y la angustia que sufren.
Valoración general
Sara, una mujer primigesta de 40 años de edad y 41 semanas de gestación, ingresa a la unidad de Maternidad tras experimentar una ausencia de movimientos fetales.
Tras el ingreso; la enfermera se presenta ante la paciente que estaba acompañada de su pareja Juan. En primer lugar se procede a revisar toda la historia antenatal de la paciente, sus antecedentes:
- Obstétricos: Primigesta.
- Complicaciones durante la gestación: Ninguna.
- Médicos: Ninguno.
- Quirúrgicos: Apendicectomía.
- Familiares: Hipertensión materna.
- Salud mental: Ninguno.
El escáner realizado a las 20 semanas de gestación describía que la placenta de Sara estaba localizada en la pared anterior del útero. La posición anterior de la placenta puede disminuir la percepción de la mujer de los movimientos fetales.
Esta inserción de la placenta puede amortiguar los movimientos del bebé.
Diagnóstico
A su llegada al servicio de Maternidad la paciente informa de que en las últimas 5 horas había sido incapaz de sentir los movimientos fetales. Este era su primer episodio durante todo el embarazo de ausencia de movimientos fetales.
Cómo parte de la evaluación clínica se realizó una palpación abdominal y a continuación se intentó auscultar el latido cardiaco fetal usando un Doppler. Lamentablemente no se pudo detectar el latido cardiaco fetal además de ningún ruido placentario.
Al finalizar la exploración se contacta inmediatamente con el médico de guardia que realizó una ecografía fetal y confirmó la ausencia de latido cardiaco fetal.
Ejecución/intervención
Los profesionales mantienen informada a la paciente y a su pareja de todo lo que esta sucediendo, comprendiendo la situación de gran ansiedad que experimentan los padres.
Sara y su pareja mostraron un gran interés en conocer la causa del fallecimiento de su bebé y si podrían haber hecho algo para prevenirlo.
Se les explica que en algunos casos existe una causa de muerte fetal pero en la mayoría de casos no se llega a encontrar la causa.
Resultados, evaluación y seguimiento
Tras el diagnóstico de la muerte fetal, se comienza a planificar el tipo y momento del parto con Sara y su pareja. Ambos decidieron un parto vaginal y aceptaron que el proceso de inducción comenzará el mismo día que el diagnóstico.
Tras el parto, enfermería brinda apoyo emocional. Sara estaba en su habitación con su bebé en sus brazos. Se ofrece a la mujer la opción de estar con su bebé ya que se ha demostrado que esto ayuda a la madre a reducir su nivel de ansiedad.
Se puede ofrecer a los padres la posibilidad de tomar fotografías de su bebé. Durante todo el ingreso, los profesionales sanitarios implicados en el caso de muerte fetal proporcionan apoyo emocional a los padres y a su familia.
Observaciones para la práctica
La mitad de las unidades de maternidad no tienen un espacio dedicado en la unidad de partos para las madres cuyo bebé ha muerto donde no pueden escuchar otras madres y bebés.
La provisión de habitaciones dedicadas a los padres en duelo debe ser vista como una prioridad ya que supondría una diferencia fundamental en la experiencia de los padres.
Tras la muerte fetal se deben cumplimentar diversos formularios. En algunas ocasiones los sentimientos de ansiedad y estrés por parte de los profesionales sanitarios pueden causar el olvido de la cumplimentación del certificado de muerte fetal.
Sería aconsejable crear unos protocolos específicos para evitar su omisión accidental.
Es muy recomendable que la educación sobre la atención sanitaria durante el duelo formará parte del programa de parteras, enfermeras y otros profesionales de la salud. Así estos puedan proporcionar un cuidado especializado e individualizado a las madres y familias que han sufrido una muerte fetal intrauterina.
Información del Autor
- Lucía Simón-Melchor, María Luisa Jiménez-Sesma, Javier Solano-Castán, Alba Simón-Melchor.
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Última actualización: [ 02-09-2023 ]