Signos vitales – Revisión completa

Signos vitales - Revisión completa

Contenido

Signos vitales – Revisión completa

Las mediciones precisas de la estatura, el peso y las constantes vitales del paciente proveen información muy importante acerca de las funciones del cuerpo. La primera vez que se valora a un paciente, se registran las constantes vitales iniciales y otros datos de importancia estadística.

Después, se obtienen mediciones a intervalos regulares, de acuerdo con el estado del paciente, las órdenes médicas y la política de la institución donde te desempeñas. Por lo general, una serie de lecturas proporciona información más valiosa que una sola obtención de éstas.

Temperatura corporal

La temperatura del cuerpo representa el equilibrio entre el calor que se produce por medio del metabolismo, la actividad muscular y otros factores, y el calor que se pierde a través de la piel, los pulmones y los desechos que elimina el cuerpo.

Un patrón de temperatura estable favorece el funcionamiento adecuado de células, tejidos y órganos; un cambio en este patrón casi siempre marca el inicio de la enfermedad.

Técnica

Material

  • Termómetro estándar o electrónico. Figura 2
  • Gasa o algodón embebido en alcohol para desinfectar el termómetro luego de la toma.
  • Envoltura del termómetro o una cubierta de sonda desechable.
  • Guantes.
  • Lubricante (cuando se obtiene la temperatura rectal).

Procedimiento para medir temperatura

  1. Presentarse ante el paciente, explicar el procedimiento y realizar higiene de manos.
  2. Si se va a tomar la temperatura bucal y la persona ha ingerido líquidos calientes o fríos, ha usado goma de mascar o ha fumado, esperar 20-30 min antes de empezar.
Termómetro electrónico digital para uso institucional
Termómetro electrónico digital para uso institucional  – Figura 2 – Signos vitales – Revisión completa

Obtención de la temperatura bucal

  1. Colocarse los guantes.
  2. Insertar la punta del termómetro en una cubierta desechable.
  3. Colocar la punta del termómetro sobre la lengua del paciente, en cualquier lado del frenillo, tan atrás como sea posible. La colocación de la punta en esta área favorece el contacto con los vasos sanguíneos superficiales y garantiza una lectura más precisa.
  4. Indicar al paciente que cierre sus labios, pero sin morder, para evitar que rompa el termómetro en la boca.
  5. Dejar la punta del termómetro en ese lugar hasta que aparezca la temperatura máxima en la pantalla digital.
  6. Retirar la punta del termómetro y anotar la temperatura y registrar en el expediente del paciente.

Obtención de la temperatura rectal

  1. Colocarse los guantes.
  2. Insertar la sonda o la punta del termómetro en una cubierta desechable.
  3. Colocar al paciente de lado con la pierna superior flexionada y cubrirlo para proporcionarle privacidad. Se recomienda posición Sims.
  4. Doblar hacia atrás la ropa de cama para exponer el ano.
  5. Levantar el glúteo superior del paciente e insertar alrededor de 1 cm de la punta del termómetro si es un lactante y 4 cm si es un adulto.
  6. Dirigir el termómetro con delicadeza a lo largo de la pared del recto hacia el ombligo para evitar la perforación del ano o el recto, y con el objeto de que la lectura sea lo más precisa posible (así, el termómetro registrará la temperatura de la arteria hemorroidal en lugar de la temperatura de las heces).
  7. Mantener el termómetro en su lugar durante el tiempo adecuado para evitar daños a los tejidos rectales causados por el desplazamiento.
  8. Retirar con cuidado el termómetro y limpiarlo.
  9. Higienizar la zona anal para eliminar las heces.
  10. Quitarse los guantes y lavarse las manos.

Obtención de la temperatura axilar

  1. Colocar al paciente de manera que la axila quede expuesta.
  2. Ponerse los guantes y pasar con suavidad un pañuelo facial en la axila para secarla debido a que la humedad es un conductor de calor. Evitar el roce áspero, el cual genera calor.
  3. Solicitarle al paciente que extienda su brazo sobre su pecho y tome el hombro opuesto, y que levante el codo.
  4. Colocar el termómetro en el centro de la axila, con la punta hacia la cabeza del paciente.
  5. Pedir al paciente que mantenga tomado su hombro y que baje el codo y lo sostenga contra su pecho para facilitar el contacto de la piel con el termómetro.
  6. Dejar el termómetro en su lugar durante un lapso apropiado. El registro de la temperatura axilar toma más tiempo que el de la temperatura bucal o rectal debido a que el termómetro no está en una cavidad cerrada del cuerpo.
  7. Sujetar el extremo del termómetro y sacarlo de la axila.
  8. Quitarse los guantes, lavarse las manos y registrar los resultados.
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Termómetro electrónico digital para uso personal – Figura 9 – Signos vitales – Revisión completa

Obtención de la temperatura por el oído

  1. Asegurarse que esté limpio y brillante el cristal que se encuentra por debajo de la punta del termómetro.
  2. Colocar una cubierta desechable en punta del termómetro. Figura 10
  3. Estabilizar la cabeza del paciente; a continuación, tirar suavemente hacia atrás de la oreja (en niños hasta de 1 año de edad) o hacia arriba y atrás (en adultos y niños mayores de 1 año).
  4. Insertar el termómetro hasta que se selle todo el conducto auditivo. El termómetro debe dirigirse hacia la membrana del tímpano de la misma manera que se introduce un otoscopio.
  5. Pulsar el activador y mantenerlo así durante 1 seg. La temperatura aparecerá en la pantalla.
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Termómetro de oído – Figura 10 – Signos vitales – Revisión completa

Obtención de la temperatura con un termómetro de arteria temporal

  1. Colocar una cubierta desechable en la sonda o la punta del termómetro.
  2. Situar la punta en la parte media de la frente; mientras se mantiene el botón rojo oprimido, deslizar la punta sobre la frente hasta la línea de nacimiento del cabello.

Obtención de la temperatura de un lactante

  • Para los lactantes menores de 3 meses de edad, se obtienen tres lecturas y se utiliza la más alta.
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Figura 3 – Signos vitales – Revisión completa

Zonas para medir la temperatura

  1. Boca: La temperatura bucal (oral) en adultos varía de manera normal entre 36.1 y 37.5 °C.
  2. Recto: La lectura más precisa de la temperatura es la rectal, que por lo general es 0.6 °C más alta que la bucal.
  3. Axila: La temperatura axilar (axila), es la lectura menos precisa, es 0.6 a 1.1 °C más baja que la bucal.
  4. Oído: La temperatura en el oído (timpánica) es 0.3-0.6 °C más alta

¿Cómo se comparan las lecturas de temperatura?

Se puede obtener la temperatura de un paciente de cuatro maneras. La Figura 1 describe cada método:

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¿Cómo se comparan las lecturas de temperatura? – Figura 1 – Signos vitales – Revisión completa

Diferencias en la temperatura

  • Además del nivel de actividad, otros factores que influyen en la temperatura son: sexo, edad, estado emocional y ambiente.
  • De modo general, las mujeres tienen temperaturas más altas que los varones, sobre todo durante la ovulación.
  • La temperatura normal es más alta en los recién nacidos y más baja en las personas de edad avanzada.
  • Un ambiente externo cálido puede aumentar la temperatura corporal; un ambiente frío, la disminuye.

Conversiones de Fahrenheit a Celsius y viceversa

  1. Para convertir una medición en Celsius a una en Fahrenheit, multiplicar la temperatura en Celsius por 1.8 y agregar 32.
  2. Para convertir de Fahrenheit a Celsius, restar 32 a la temperatura en Fahrenheit y dividir por 1.8.

Recomendaciones esenciales para la medición de T°

  • Medir las constantes vitales siempre a la misma hora, debido a que dos o más valores anómalos proporcionan indicios importantes sobre el problema de tu paciente. Por ejemplo, un pulso filiforme rápido con una presión arterial baja puede significar estado de shock.
  • Si se obtiene un valor anómalo, medir esa constante vital de nuevo 1-2 min después de las lecturas iniciales para asegurarte de que es correcto.
  • Recordar que las lecturas normales varían con la edad del paciente. Por ejemplo, la temperatura disminuye y la frecuencia respiratoria puede aumentar conforme se incrementa la edad del sujeto o por una enfermedad de base.
  • Recordar que un valor alterado en un paciente puede ser normal para otro. Cada persona tiene sus propios valores de referencia, lo cual hace que el registro de las constantes vitales durante la valoración inicial sea tan importante.
  • La medición bucal está contraindicada en lactantes, niños pequeños y en pacientes que se encuentran inconscientes, desorientados o propensos a sufrir convulsiones, o en aquéllos que tienen que respirar por la boca.
  • La medición rectal está contraindicada en los pacientes con diarrea, cirugía, lesión rectal o de próstata reciente (ya que puede dañar el tejido inflamado), o infarto de miocardio reciente (porque la manipulación anal puede estimular el nervio vago, lo cual tal vez provoque bradicardia u otra alteración del ritmo).
  • Utilizar el mismo termómetro cada vez que vuelvas a obtener la temperatura para asegurar resultados uniformes.
  • Aun si el paciente está recibiendo oxígeno por la nariz,se puede medir la temperatura en la boca, ya que la administración de oxígeno sólo incrementa 0.21 °C la temperatura bucal.

Pulso

El pulso del paciente refleja la cantidad de sangre expulsada con cada latido del corazón. La onda recurrente (llamada pulso) se puede palpar en los lugares del cuerpo donde una arteria cruza sobre hueso o tejido firme.

Para la valoración, se palpa uno de los sitios del pulso arterial del paciente y se busca velocidad, ritmo y amplitud del pulso. En un adulto, la frecuencia normal del pulso es de 60-100 pulsaciones por minuto.

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Pulso radial

El pulso radial es el más accesible. Sin embargo, en las urgencias cardiovasculares, es posible palpar los pulsos femorales o carotídeos. Estos vasos son más grandes y reflejan con mayor exactitud la actividad del corazón.

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Frecuencia, ritmo y amplitud

  • Frecuencia: corresponde a la toma de el pulso para determinar el número de pulsaciones por minuto del paciente.
  • Ritmo: se refiere al patrón o la irregularidad de las pulsaciones.
  • Amplitud: corresponde al volumen de sangre bombeada con cada pulsación.

Si el pulso es leve o débil, considera el uso de un detector de flujo sanguíneo con ecografía Doppler.

Técnica

Material

  • Reloj con segundero.
  • Estetoscopio (para auscultar el pulso apical).
  • Detector de flujo sanguíneo con ecografía Doppler, si es necesario.

Procedimiento pulso radial

  1. Presentarse ante el paciente, lavarse las manos y decirle que se le verificará el pulso.
  2. Asegurarse de que el paciente se sienta cómodo y relajado porque una posición incómoda puede afectar el ritmo cardíaco.
  3. Colocar al paciente sentado o en decúbito supino, con sus brazos a los lados o sobre el pecho.
  4. Con los dedos índice, medio y anular, presionar suavemente la arteria radial en el interior de la muñeca del paciente. Se debe sentir un pulso al aplicar sólo una presión moderada; una presión excesiva puede obstruir el flujo sanguíneo distal al sitio de pulso.
  5. No utilizar  el pulgar para tomar el pulso, pues tiene un pulso propio fuerte, el cual puede confundirse fácilmente con el pulso del paciente.
  6. Después de localizar el pulso, se cuenta las pulsaciones durante 60 seg para obtener el número de pulsaciones por minuto. Al contar por un minuto completo se obtiene una imagen más precisa de las irregularidades.
  7. Al contar la frecuencia y valorar el ritmo y la amplitud del pulso, también se debe observar el patrón y la fuerza de las pulsaciones.
  8. Si se detecta una irregularidad, se debe repetir el conteo y observar si la anomalía se produce en un patrón o al azar. Si todavía hay duda, se toma el pulso apical.

Procedimiento pulso apical

  1. Ayudar al paciente a colocarse en posición supina y cúbrelo si es necesario.
  2. El uso de un dispositivo Doppler es más sensible que la palpación para determinar la frecuencia del pulso, el detector de flujo sanguíneo con ecografía Doppler es especialmente útil cuando un pulso es leve o débil.
  3. A diferencia de la palpación, que percibe la expansión y la retracción de la pared arterial, este instrumento detecta el movimiento de los eritrocitos.
  4. Aplicar una pequeña cantidad de gel de transmisión al transductor (sonda) de ecografía.
  5. Colocar directamente el transductor sobre la piel que se encuentra por encima de la arteria seleccionada. En la figura 4, el transductor se encuentra sobre la arteria tibial posterior.
  6. Cuando se utiliza un transductor Doppler con un amplificador (como se muestra en la figura 4), se activa el dispositivo y se mueve hacia la izquierda; se debe ajustar el control de volumen al mínimo. Si el modelo del dispositivo no tiene un altavoz, conectar los auriculares y poco a poco aumentar el volumen.
  7. Para obtener las mejores señales, aplicar gel entre la piel y el transductor, e inclinar este último 45° respecto de la arteria.
  8. Mover con lentitud el transductor con un movimiento circular para localizar el centro de la arteria y la señal Doppler (un silbido que corresponde a los latidos del corazón).
  9. Evitar mover el transductor con rapidez porque esto distorsiona la señal.
  10. Contar las señales durante 60 seg para determinar la frecuencia del pulso.
  11. Después de medir la frecuencia del pulso, limpiar el transductor con un paño suave humedecido en solución antiséptica o agua jabonosa.
  12. No sumergir el transductor en la solución o el agua.
  13. Tener en cuenta que la campana del estetoscopio transmite con más eficacia los sonidos de tono bajo a través del diafragma cuando se entibia la campana o el diafragma con la mano.
  14. La colocación de un estetoscopio frío sobre la piel del paciente puede alterarlo y ello aumentaría por un momento su ritmo cardíaco.
  15. Aplicar la campana o el diafragma ya tibios sobre el vértice del corazón (que se encuentra de modo normal en el quinto espacio intercostal, hacia la izquierda de la línea clavicular media) y colocarse los auriculares.
  16. Contar los latidos durante 60 seg y fijarse en el ritmo, la amplitud y la intensidad.
  17. Retirar el estetoscopio y hacer que el paciente se sienta cómodo.
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Transductor Doppler con un amplificador y sonda – Figura 4 – Signos vitales – Revisión completa

Procedimiento pulso radial-apical

  1. Encontrar a un compañero para trabajar juntos al tomar un pulso radial-apical para que palpe el pulso radial mientras tú auscultas el pulso apical con un estetoscopio o viceversa.
  2. Ayudar al paciente a colocarse en posición supina y cubrirlo si es necesario.
  3. Encontrar los pulsos apical y radial, y luego determinar el momento de empezar a contar.
  4. Tú y tu compañera o compañero deben contar los latidos y las pulsaciones durante 60 seg.
  5. Si se tiene que trabajar solo; en primer lugar, auscultar el vértice del corazón con el estetoscopio en el área correspondiente usando la mano que sostiene el reloj y luego palpar la arteria radial con la otra mano. Tal vez se sienta alguna discrepancia entre los pulsos apical y radial.
  6. Algunos latidos detectados en el vértice cardíaco no se pueden encontrar en los sitios periféricos. Cuando esto ocurre, la frecuencia del pulso apical es más alta que la del pulso radial; la diferencia corresponde al déficit de pulso.
  7. Cuando se registra el pulso, asegurarse de anotar la frecuencia, ritmo y amplitud, así como el momento de la medición.
  8. “Pleno” o “saltón” describe un pulso de mayor intensidad; “débil” o “filiforme”, un pulso de amplitud o intensidad disminuida.
  9. Al registrar el pulso apical, incluir la intensidad de los ruidos cardíacos.
  10. Cuando se anota los datos del pulso radial-apical, elaborar una relación de frecuencia de acuerdo con el sitio de los pulsos, por ejemplo, el pulso radial-apical: R/A, 80/76.
  11. Evaluar la amplitud del pulso. Para ello, utilizar una escala numérica o un término descriptivo para calificar o caracterizar la fuerza. Las escalas numéricas difieren ligeramente entre instituciones, pero la siguiente escala es de uso general:
    •  Ausencia de pulso: no palpable, se registra como 0.
    Pulso débil o filiforme: difícil de sentir, que se deja de percibir fácilmente con una presión ligera del dedo; se califica como + 1.
    Pulso normal: se palpa con facilidad, pero ya no se siente cuando se presiona fuertemente con los dedos; se registra como + 2.
    Pulso saltón: fácilmente palpable, el cual es contundente, no se elimina con facilidad al presionar con los dedos; se califica como +3.
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Patrones del pulso

Diferentes tipos de patrones del pulso, así como sus frecuencias, ritmos, causas e incidencias:

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Patrones del pulso – Figura 5 – Signos vitales – Revisión completa

Respiración

La respiración es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la atmósfera y el cuerpo. La respiración externa, o simplemente respiración, se produce gracias al trabajo de los músculos del diafragma y el pecho (tórax), y es la responsable de la liberación de oxígeno a las vías respiratorias inferiores y los alvéolos.

  • Sigla o abreviatura de respiración: FR (frecuencia respiratoria)

Frecuencia, ritmo, profundidad y ruidos

La respiración se puede caracterizar de acuerdo con la frecuencia, el ritmo, la profundidad y el ruido. Estas características reflejan el estado metabólico del organismo, las condiciones del diafragma y los músculos del pecho, y la permeabilidad de las vías respiratorias.

La frecuencia respiratoria se registra como el número de ciclos por minuto (un ciclo se compone de inspiración y espiración), y el ritmo como la regularidad de estos ciclos. La profundidad se anota como el volumen de aire inhalado y exhalado con cada respiración; el ruido se registra como la disgregación audible
de la respiración normal, sin esfuerzo.

Técnica

Material

  1. Un reloj con segundero.

Procedimiento para medir respiración 

  1. El mejor momento para valorar las respiraciones del paciente es inmediatamente después de tomar su pulso.
  2. Se debe mantener los dedos sobre la arteria radial y no decirle al paciente que se le está contando las respiraciones, de lo contrario el paciente tendrá consciencia de ellas y la frecuencia puede cambiar.
  3. Contar las respiraciones mientras se observa el ascenso y descenso del pecho cuando el paciente respira.
  4. Otra alternativa es colocar su brazo opuesto a través del pecho y contar las respiraciones al sentir su ascenso y descenso.
  5. Considerar un ascenso y un descenso como una respiración.
  6. Contar las respiraciones durante 30 seg y multiplicarlas por dos o contar durante 60 seg si la respiración es irregular para caracterizar las variaciones de la frecuencia y el patrón respiratorio.
  7. Observar los movimientos del tórax para valorar la profundidad de la respiración.
  8. Si el paciente inhala un pequeño volumen de aire, registrar que la profundidad es superficial; si se inhala un volumen grande, entonces es profunda.
  9. Observar cómo usa el paciente los músculos accesorios, como escaleno, esternocleidomastoideo, trapecio y dorsal ancho. Utilizar estos músculos indica debilidad del diafragma y de los músculos intercostales externos (los músculos más importantes de la respiración).
  10. A medida que se cuentan las respiraciones, observar y registrar los ruidos respiratorios, como estertor, estridor, sibilancias y quejido espiratorio.
  11. El estertor es un ronquido que se produce por la presencia de secreciones en la tráquea y los grandes bronquios. Prestar atención en los pacientes en estado de coma y en quienes padecen un trastorno neurológico.
  12. El estridor es un ruido de “gorgoreo” inspiratorio que se produce en pacientes con laringitis, crup u obstrucción de las vías respiratorias superiores con un cuerpo extraño.
  13. Las sibilancias se generan por la obstrucción parcial de los bronquios y los bronquiolos más pequeños. Estos ruidos musicales agudos son frecuentes en pacientes con enfisema o asma.
  14. Para detectar otros ruidos respiratorios, como los crepitantes y el roncus, o su ausencia, se necesitará un estetoscopio.
  15. Fijarse bien en los movimientos del pecho del paciente y escuchar la respiración para determinar el ritmo y el ruido de la respiración.
  16. Por lo general, las frecuencias respiratorias menores de ocho o mayores de 40 respiraciones por minuto se consideran anómalas y deben informarse de inmediato.
  17. Observar al paciente para detectar signos de disnea, como una expresión facial de ansiedad, fosas nasales dilatadas, pared torácica agitada y cianosis.
  18. Para detectar la cianosis, buscar la coloración azulada característica de las uñas y los labios, debajo de la lengua, en la mucosa bucal y en la conjuntiva.
  19. Al valorar la respiración en pacientes pediátricos y mayores, considerar  estos puntos:
    • Cuando se escucha estridor en lactantes y niños con crup, revisar si hay retracciones esternales, subesternal e intercostales.
    • En los lactantes, un quejido espiratorio indica dificultad respiratoria inminente.
    • En los pacientes de edad avanzada, un quejido espiratorio significa que hay obstrucción parcial de las vías respiratorias.
    • La frecuencia respiratoria de un niño puede duplicarse en respuesta al ejercicio, a la enfermedad o a la emoción.
    • De modo normal, la frecuencia respiratoria en recién nacidos es de 30-80 respiraciones por minuto; en niños, de 20-40 y en escolares y mayores, de 15-25.
    Los niños por lo general llegan a la frecuencia respiratoria del adulto (12- 20 respiraciones por minuto) alrededor de los 15 años de edad.
  20. Al valorar el estado respiratorio del paciente, tener en cuenta los antecedentes personales y familiares.
  21. Preguntar al paciente si fuma y, si lo hace, averiguar por cuántos años y el número de cigarrillos o paquetes que consume al día.
  22. El uso de los músculos accesorios puede mejorar la expansión pulmonar cuando la oxigenación disminuye.
  23. Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o dificultad respiratoria pueden utilizar para respirar los músculos del cuello, incluidos los esternocleidomastoideos, y los músculos abdominales.
  24. La posición del paciente durante la respiración normal también puede sugerir problemas, como la EPOC. Las respiraciones normales son tranquilas y sin dificultades, considerar todos los ruidos anómalos, como las sibilancias y el estridor.
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Presión arterial

La presión arterial, que es la fuerza lateral que ejerce la sangre en las paredes arteriales, se ve afectada por la intensidad de las contracciones ventriculares, la elasticidad de la pared arterial, la resistencia vascular periférica y el volumen y viscosidad de la sangre. Las mediciones de la presión arterial consisten en lecturas de las presiones sistólica y diastólica.

La presión sistólica se produce cuando el ventrículo izquierdo se contrae y significa que el corazón, las arterias y las arteriolas están íntegros. Una presión sistólica normal varía entre 100 y 119 mmHg.

La presión diastólica tiene lugar cuando el ventrículo izquierdo se relaja; indica la resistencia de los vasos sanguíneos. Una presión diastólica normal varía entre 60 y 79 mmHg. Por lo general, ésta es más importante, ya que mide el trabajo cardíaco en reposo.

Ambas presiones se miden en milímetros de mercurio con un esfigmomanómetro y un estetoscopio, por lo general en la arteria braquial.

  • Sigla o abreviatura de presión arterial: TA
  • Sigla de medición: mmHg (milímetros de mercurio).

Presión sistólica − presión diastólica = presión del pulso

La presión del pulso, o la diferencia entre las presiones sistólica y diastólica, varía de manera inversa a la elasticidad arterial. En condiciones normales, la presión sistólica supera a la presión diastólica alrededor de 40 mm Hg.

  • La presión del pulso “estrecha”, o una diferencia menor de 30 mm Hg, ocurre cuando la presión sistólica disminuye y la presión diastólica se incrementa. Estos cambios reflejan reducción del volumen sistólico, aumento de la resistencia periférica o ambos de manera simultánea.
  • La presión del pulso “amplia” (una diferencia mayor de 50 mm Hg entre las presiones sistólica y diastólica) se produce cuando se incrementa la presión sistólica y la diastólica se mantiene constante o disminuye. Estos cambios significan que hay un incremento del volumen sistólico, una reducción de la resistencia periférica o ambos procesos a la vez.
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Manguito para tomar la presión arterial – Signos vitales – Revisión completa

Técnica

Material

  • Esfigmomanómetro. Los manguitos vienen en seis tamaños estándar, que van de recién nacido a extragrande para adultos. Los manguitos desechables también están disponibles.
  • Estetoscopio.
  • Monitor de constantes vitales automatizado (si está disponible). El monitor de constantes vitales automatizado es un dispositivo no invasivo que mide la frecuencia del pulso, las presiones sistólica y diastólica y la presión arterial media en intervalos predefinidos.
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Procedimiento para la toma de la TA

  1. Seleccionar el manguito del tamaño adecuado para el paciente. Un manguito excesivamente angosto puede causar una falsa lectura alta; uno amplio en exceso, una falsa lectura baja.
  2. Si se utiliza un monitor de constantes vitales automatizado, asegurarse de que la unidad del monitor esté instalada firmemente cerca de la cama del paciente.
  3. Presentarse ante el paciente, lavarse las manos y comunicar el procedimiento que se realizará.
  4. El paciente puede estar en posición supina o sentarse erguido mientras se mide la presión arterial.
  5. El brazo debe colocarse a nivel del corazón y estar bien apoyado. Si la arteria se encuentra por debajo del nivel del corazón, puede obtenerse una falsa lectura alta.
  6. Asegurarse de que el paciente esté relajado y cómodo cuando se obtiene la presión arterial para que ésta se mantenga en su nivel normal.
  7. No tomar una medición de la presión arterial en el brazo que tenga una fístula arteriovenosa o una derivación por hemodiálisis porque el flujo de sangre a través del dispositivo puede afectarse.
  8. No obtener la presión arterial en el lado afectado de una mastectomía, ya que puedes poner en peligro la circulación linfática, empeorar el edema y dañar el brazo.
  9. No realizar la medición en una extremidad con un catéter central de inserción periférica, ya que se puede dañar el dispositivo.
  10. Se debe tener cuidado porque algunos manguitos de presión arterial contienen látex. Valorar al paciente con respecto a alguna alergia a este material, para usar un manguito sin látex, según indicación.
  11. Envolver el manguito desinflado alrededor del brazo del paciente de manera que no cause incomodidad.
  12. Si es necesario, conectar el tubo apropiado a la pera de goma de la bomba de aire y el otro tubo con el manómetro.
  13. Colocarse los auriculares del estetoscopio en los oídos.
  14. Palpar la arteria braquial.
  15. Centrar la campana del estetoscopio sobre la parte de la arteria donde se detectan los latidos más fuertes y mantenerla en su lugar con una mano. La campana del estetoscopio transmite los sonidos de tono bajo de la sangre arterial con más eficacia que el diafragma.
  16. Mediante el pulgar y el dedo índice de la otra mano, girar el tornillo en la pera de goma de la bomba de aire en sentido de las manecillas del reloj para cerrar la válvula.
  17. Bombear el aire en el manguito mientras se ausculta el ruido sobre la arteria braquial al oprimirla y, por último, ocluye el flujo de sangre arterial.
  18. Continuar bombeando aire hasta que el medidor aneroide registre 160 mmHg o por lo menos 30 mmHg por encima del nivel de la última pulsación audible.
  19. Abrir con cuidado la válvula de la bomba de aire.
  20. Desinflar el manguito no más rápido que 5 mmHg/seg, mientras se observa el medidor aneroide y se ausculta el ruido sobre la arteria.
Signos vitales - Revisión completa
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Uso del esfigmomanómetro

  1. Acomodar al paciente con su brazo a nivel del corazón y la palma de la mano hacia arriba.
  2. Coloca el brazalete perfectamente, 2.5 cm por arriba del pulso braquial, como se muestra en la Figura 6.
  3. Situar el manómetro a nivel de los ojos.
  4. Palpar el pulso braquial o el radial con los dedos, mientras se insufla el manguito.
  5. Insuflar el manguito hasta 30 mm Hg por arriba del punto en el que desaparece el pulso.
  6. Colocar la campana del estetoscopio sobre el área donde se sintió el pulso, como se muestra en la Figura 7. El uso de la campana ayudará a que se escuche mejor los ruidos de Korotkoff que indican el pulso.
  7. Soltar la válvula con lentitud y tener en cuenta el punto en que los ruidos de Korotkoff reaparecen. El comienzo del sonido del pulso indica la presión sistólica.
  8. Los ruidos se irán menguando hasta desaparecer. El último ruido de Korotkoff que se oye es la presión diastólica.
  9. Cuando se escucha el primer ruido como latido o un golpecito claro, observar la presión en el medidor, es decir, la presión sistólica (el latido o golpecito es el primero de los cinco ruidos de Korotkoff; el segundo ruido se asemeja a un murmullo o silbido, y el tercero, a un golpecito breve; el cuarto, un tono suave, amortiguado, y el quinto, el último ruido que se oye).
  10. Continuar con la liberación del aire poco a poco, mientras se ausculta el ruido sobre la arteria.
  11. Registrar la presión diastólica (el cuarto ruido de Korotkoff).
  12. Si se continúa escuchando los ruidos cuando el medidor desciende a cero (frecuente en niños), registrar la presión del momento en que inicia el cuarto ruido. Este paso es importante porque, en algunos pacientes, un quinto ruido distintivo está ausente.
  13. Desinflar rápidamente el manguito.
  14. Registrar la presión, esperar 1-2 min y repetir el procedimiento.
  15. Anotar las presiones para confirmar los datos originales.
  16. Quitar y doblar el brazalete y guardarlo.
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Efectos de la edad sobre la presión arterial

La presión arterial cambia con la edad. A continuación se presentan los valores de presión arterial normales, medidos en milímetros de mercurio (mm Hg) a diferentes edades.

  • Neonato

• Sistólica: 50-52
• Diastólica: 25-30
• Media: 35-40

  • 3 años

• Sistólica: 78-114
• Diastólica: 46-78

  • 10 años

• Sistólica: 90-132
• Diastólica: 56-86

  • 16 años

• Sistólica: 104-108
• Diastólica: 60-92

  • Adulto

• Sistólica: 90-130
• Diastólica: 60-85

  • Adulto de edad avanzada

• Sistólica: 140-160
• Diastólica: 70-90

Revisión rápida de la exploración física

Durante la exploración física, la tarea principal es registrar la estatura, el peso y las constantes vitales del paciente y revisar los principales aparatos y sistemas del cuerpo.

A continuación se presenta una forma de revisión corporal sistemática típica para un paciente adulto.

Aparato respiratorio

  1. Anotar la frecuencia y el ritmo de la respiración, y auscultar los campos pulmonares.
  2. Poner atención a los ensanchamientos o retracciones que se formen cuando el paciente respira.
  3. Inspeccionar labios, mucosas y lechos ungueales.
  4. Inspeccionar el esputo, registrando color, consistencia y otras características.
  5. Si el paciente tiene tos, se deberá distinguir si es productiva. Si no, anota que es una tos seca. Algunos medicamentos producen tos seca como efecto secundario, por lo que esta información es de importancia.
Signos vitales – Revisión completa
Exploración física – Figura 8 – Signos vitales – Revisión completa

Sistema cardiovascular

  1. Anotar el color y la temperatura de las extremidades y evaluar los pulsos periféricos.
  2. Comprobar si hay edema y pérdida de vello en las extremidades.
  3. Inspeccionar las venas del cuello y auscultar los ruidos cardíacos. Figura 8
  4. Evaluar la regularidad del pulso apical.

Sistema nervioso

  1. Verificar el nivel de consciencia del paciente, teniendo en cuenta su orientación en tiempo, lugar y persona, así como su capacidad para seguir instrucciones.
  2. Valorar la reacción pupilar y el reflejo de acomodación (pupilas iguales, redondas, reactivas a la luz y la acomodación).
  3. Comprobar la movilidad y sensibilidad de las extremidades.
  4. Verificar la fuerza de prensión de forma bilateral.

Ojos, oídos, nariz y garganta

  1. Evaluar la capacidad del paciente para ver objetos con y sin lentes correctores.
  2. Verificar su capacidad de oír claramente las palabras.
  3. Inspeccionar los ojos y oídos en busca de secreciones y las mucosas nasales para descartar sequedad, irritación y sangrado.
  4. Inspeccionar los dientes, las encías y el estado de la mucosa bucal y palpa los nodos linfáticos del cuello.

Aparato digestivo

  1. Auscultar los ruidos intestinales en todos los cuadrantes.
  2. Observar si hay distensión abdominal o ascitis.
  3. Palpar suavemente el abdomen en busca de áreas sensibles.
  4. Tomar nota de qué tanto el abdomen este blando, duro o distendido.
  5. Valorar el estado de las mucosas alrededor del ano.
  6. Consejo práctico: es importante preguntar si el paciente tiene dolor antes de iniciar la exploración abdominal; esta área se revisa al final para evitar tocarla durante toda la evaluación.
  7. Pedir al paciente que vacíe la vejiga antes de la exploración abdominal.

Sistema musculoesquelético

  1. Valorar la amplitud de movimiento de las articulaciones principales.
  2. Buscar hinchazón en las articulaciones, contracturas, atrofia muscular o deformidad evidente.
  3. Valorar la fuerza muscu muscular del tronco y las extremidades.
  4. Revisar la postura y la marcha.

Aparato genitourinario y reproductor

  1. Anotar cualquier distensión de la vejiga o incontinencia.
  2. Inspeccionar los genitales en busca de erupciones, edema o deformidad (la inspección de los genitales puede no realizarse a petición del paciente o si no se informó de alguna alteración durante la entrevista. (Solo si está indicado).
  3. Revisar los genitales para valorar madurez sexual. (Solo si está indicado).
  4. Explorar las mamas, enfocándote en cualquier anomalía.
  5. Según los antecedentes, es importante preguntar acerca de la actividad sexual actual del paciente. En
    cualquier paciente adulto, sin importar la edad o el estado civil, se debe indagar especialmente si la respuesta podría afectar el tratamiento.
  6. En algunos casos, a los pacientes menores de 18 años de edad se les puede preguntar sobre estos temas.

Sistema tegumentario

  1. Poner atención sobre cualquier lesión cutánea, como llagas, heridas, cicatrices, úlceras por presión, exantemas, equimosis, cambio de color o petequias.
  2. Tener en cuenta la turgencia de la piel del paciente.

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Signos vitales – Revisión completa


Información del autor
  1. Lorena Plazas. Lic. en enfermería. Trabajo Propio
  2. Taylor Tracy; 2016, Fundamentos de enfermería, 2° edición, Kettering, Ohio.

Última actualización: [18/01/2024]

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