Valoración del Abdomen: Guía Completa para Profesionales de la Salud
Valoración del Abdomen
La valoración del abdomen es una parte fundamental en la evaluación clínica de los pacientes. Ya sea en un contexto de emergencia, en consultas rutinarias o en seguimientos postoperatorios, una correcta valoración abdominal puede ayudar a identificar patologías graves y guiar el tratamiento adecuado.
En este artículo, te explicaremos paso a paso cómo realizar una valoración del abdomen efectiva, las técnicas más utilizadas y los signos de alerta que no debes pasar por alto.
1. ¿Qué es la valoración del abdomen?
La valoración del abdomen es un procedimiento clínico que consiste en evaluar el estado de los órganos y estructuras ubicadas en la cavidad abdominal. Este examen incluye la inspección, palpación, percusión y auscultación del abdomen, con el objetivo de detectar anomalías como masas, dolor, distensión o sonidos anormales.
2. Importancia de la valoración del abdomen
La cavidad abdominal alberga órganos vitales como el hígado, el estómago, los intestinos, el páncreas y los riñones. Una valoración abdominal adecuada permite:
- Identificar enfermedades digestivas, como apendicitis o obstrucción intestinal.
- Detectar problemas renales o hepáticos.
- Evaluar el estado de pacientes postoperatorios.
- Diagnosticar emergencias médicas, como una perforación intestinal o una hemorragia interna.
3. Técnicas para la valoración del abdomen
Inspección
La inspección es el primer paso en la valoración del abdomen. Consiste en observar el abdomen para detectar:
- Distensión abdominal: Puede indicar acumulación de gases, líquido (ascitis) o masas.
- Cicatrices o heridas: Proporcionan información sobre cirugías previas o traumatismos.
- Movimientos anormales: Como pulsaciones visibles, que podrían sugerir aneurismas aórticos.
Auscultación
La auscultación se realiza antes de la palpación y percusión para evitar alterar los sonidos intestinales. Usa un estetoscopio para escuchar:
Sonidos intestinales normales: Deben ser regulares y de baja a media intensidad.
Sonidos anormales: La hiperactividad puede indicar obstrucción intestinal, mientras que la hipoactividad sugiere íleo paralítico.
Percusión
La percusión ayuda a evaluar el tamaño de los órganos y detectar la presencia de líquido o aire. Al percutir el abdomen:
- Sonido timpánico: Indica la presencia de aire (normal en el estómago e intestinos).
- Sonido mate: Sugiere la presencia de líquido o masas sólidas.
Palpación
La palpación es la técnica más importante en la valoración del abdomen. Se divide en:
- Palpación superficial: Para detectar dolor, tensión muscular o masas superficiales.
Palpación profunda: Para evaluar órganos como el hígado, el bazo y los riñones.

4. Signos de alerta en la valoración del abdomen
Durante la valoración del abdomen, es crucial identificar signos que puedan indicar patologías graves:
Dolor abdominal agudo: Puede ser un síntoma de apendicitis, pancreatitis o perforación intestinal.
- Defensa abdominal: Rigidez muscular que sugiere irritación peritoneal.
Signo de Blumberg: Dolor al liberar la presión durante la palpación, indicativo de peritonitis.
- Masas palpables: Pueden ser tumores, quistes o abscesos.
5. Patologías comunes detectadas en la valoración del abdomen
- Apendicitis aguda: Se caracteriza por dolor en la fosa ilíaca derecha, fiebre y náuseas. La valoración del abdomen puede revelar dolor a la palpación en el punto de McBurney.
- Obstrucción intestinal: Los síntomas incluyen distensión abdominal, ausencia de sonidos intestinales y vómitos. La percusión puede mostrar sonidos timpánicos aumentados.
- Ascitis: La acumulación de líquido en la cavidad abdominal puede ser detectada mediante percusión (sonido mate) y palpación (oleada abdominal).
- Hepatomegalia y esplenomegalia: El agrandamiento del hígado o el bazo puede ser identificado mediante palpación y percusión.
6. Herramientas complementarias para la valoración del abdomen
Además del examen físico, existen herramientas diagnósticas que complementan la valoración del abdomen:
- Ecografía abdominal: Para visualizar órganos y detectar masas o líquido.
Tomografía computarizada (TC): Proporciona imágenes detalladas de la cavidad abdominal.
Análisis de laboratorio: Como hemogramas, pruebas de función hepática y marcadores de inflamación.
7. Consejos para una valoración del abdomen efectiva
Prepara al paciente: Asegúrate de que el paciente esté en una posición cómoda (decúbito supino) y explique el procedimiento para reducir la ansiedad.
- Sigue un orden: Realiza la inspección, auscultación, percusión y palpación en ese orden para evitar alterar los hallazgos.
Documenta tus hallazgos: Registra detalladamente los resultados de la valoración para guiar el diagnóstico y tratamiento.
8. Técnica completa
1. Antes de realizar el procedimiento hay que presentarse uno mismo y comprobar la identidad del paciente siguiendo el protocolo de la institución. Se informa al paciente de lo que se va a hacer, por qué es necesario hacerlo y cómo puede cooperar. Se le explica cómo se usarán los resultados en la planificación de los cuidados o tratamientos posteriores.
2. Se efectúa la higiene de las manos y se siguen los procedimientos adecuados para el control de la infección.
3. Se proporciona intimidad al paciente.
4. Se pide al paciente que orine ya que ya la exploración es menos molesta con la vejiga vacía.
5. Hay que asegurarse de que la habitación esté caliente ya que el paciente tendrá que descubrirse.
6. Antecedentes: Se pregunta si el paciente tiene antecedentes de incidencia de dolor abdominal; su localización, comienzo, secuencia y cronología; su calidad (descripción); su frecuencia; síntomas asociados (p. ej., náuseas, vómitos, diarrea); hábitos intestinales; incidencia de estreñimiento o diarrea (se pide al paciente que describa lo que entiende por estos términos); cambios en el apetito, intolerancias alimenticias y alimentos ingeridos en las últimas 24 horas; signos y síntomas específicos (p. ej. pirosis, flatulencia o eructos, dificultad para deglutir, hematemesis [vómito de sangre], sangre o moco en las heces y factores que los agravan y los alivian); problemas y tratamientos previos (p. ej., úlcera de estómago, cirugía vesicular, antecedentes de ictericia).
7.Posición: Se ayuda al paciente a adoptar una posición en decúbito supino, con los brazos colocados cómodamente a los lados del cuerpo. Se ponen pequeñas almohadas debajo de las rodillas y la cabeza para reducir la tensión en los músculos abdominales. Se descubre el abdomen del paciente sólo desde la línea del tórax a la región pubiana para evitar el frío y el temblor que pueden tensar los músculos abdominales.
8. Inspección de la piel del abdomen para valorar su integridad.

9. Inspección del contorno y simetría del abdomen: Se observa el contorno abdominal (línea del perfil desde el reborde costal al pubis) de pie al lado del paciente mientras este se encuentra en decúbito supino. Se pide al paciente que inspire profundamente y aguante la respiración. Razón: Esto hace más evidente el aumento del tamaño del hígado y el bazo. De pie a los pies de la cama se valora la simetría del contorno. Si existe distensión, se mide la cintura abdominal colocando una cinta alrededor del abdomen a la altura del ombligo.
10. Se observan los movimientos abdominales asociados a la respiración, el peristaltismo o las pulsaciones aórticas.
11.Observación del patrón vascular.
12. Auscultación del abdomen para valorar los ruidos abdominales, los ruidos vasculares y los roces de fricción peritoneal. Se calientan las manos y el diafragma del estetoscopio. Razón: Las manos o el diafragma fríos pueden hacer que el paciente contraiga los músculos abdominales y estas contracciones pueden oírse durante la auscultación.
13. Percusión del abdomen: Percusión de varias zonas en cada uno de los cuatro cuadrantes para determinar la presencia de timpanismo (gas en el estómago e intestinos) y la matidez (disminución o ausencia de la resonancia sobre tumoraciones sólidas o sobre líquido). Se usa un patrón sistemático, comenzando en el cuadrante inferior derecho, para seguir por el cuadrante superior derecho, el cuadrante superior izquierdo y el cuadrante inferior izquierdo.

14. Percusión del hígado: Percusión del hígado para determinar su tamaño. Se comienza en la línea medioclavicular derecha por debajo del ombligo y se procede de la forma siguiente:
- Se percute hacia arriba sobre las áreas timpánicas hasta que un sonido mate indica el borde inferior del hígado.
- Se señala el lugar con un lápiz para marcar la piel. A continuación se percute hacia abajo en la línea medioclavicular derecha comenzando partir del área de resonancia pulmonar y progresando hacia abajo hasta que el sonido de percusión mate indica el borde superior del hígado (habitualmente en el quinto o sexto espacio intercostal). Se marca el lugar.
- Se mide la distancia entre ambas marcas (bordes hepáticos superior e inferior) en centímetros para establecer el tamaño del hígado.
- Se repiten los pasos 1 a 3 en la línea medioesternal.

15. Palpación del abdomen: Realización de una primera palpación superficial para detectar áreas de dolor o de defensa muscular. Exploración sistemática de los cuatro cuadrantes. Hay que asegurarse de que la posición del paciente es la adecuada para que los músculo abdominales estén relajados, y calentar las manos. Razón: Las manos frías pueden provocar tensión muscular que dificulta la valoración por palpación.
16. Palpación superficial: consiste en colocar la palma de la mano ligeramente sobre el abdomen del paciente, con los dedos paralelos a este. Se deprime la pared abdominal suavemente, alrededor de 1 cm, usando los pulpejos de los dedos en un movimiento circular. Se identifican áreas de dolor, tumoraciones y defensa muscular observando las expresiones faciales del paciente. Si el paciente tiene cosquillas, se inicia la exploración presionando con la mano sobre la suya antes de continuar en el abdomen.
17. Realización de la palpación profunda en los cuatro cuadrantes: la palpación profunda se realiza en los cuatro cuadrantes del abdomen, dejando las áreas sensibles para el final.
- Se presiona la pared abdominal con la mitad distal de los dedos o mediante el método bimanual, deprimiéndola unos 4-5 cm.
- Se identifican tumoraciones y estructuras subyacentes, definiendo su tamaño, localización, movilidad, contorno, consistencia y dolor a la palpación.
- Se diferencian masas de estructuras normales como músculos rectos, colon lleno de heces, aorta o útero.
- Para evaluar el dolor de rebote, se presiona profundamente sobre la zona dolorosa y se suelta bruscamente; si el dolor aparece al liberar la presión, puede indicar inflamación peritoneal, lo que debe comunicarse de inmediato.
18. Palpación del hígado se realiza para detectar su aumento de tamaño y dolor, utilizando dos métodos bimanuales.
- En el primer método, el examinador se coloca a la derecha del paciente. La mano izquierda se posiciona en la parte posterior del tórax, a la altura de la 11.ª o 12.ª costilla, para proporcionar apoyo.
- La mano derecha se coloca sobre el reborde costal derecho, en un ángulo de 45° o paralela al músculo recto anterior del abdomen.
- Durante la espiración, se ejerce una presión gradual hacia abajo y delante, facilitando la palpación profunda. Al pedirle al paciente una inspiración profunda, el borde del hígado desciende y se vuelve palpable. Su borde debe sentirse firme y regular.
- Si no se palpa en un primer intento, se repite la inspiración profunda hasta tres veces.
- Su palpación puede ser difícil en personas obesas, tensas o con buena condición física.
- Si el hígado se palpa por debajo del reborde costal, se mide cuántos centímetros sobresale.
- El segundo método consiste en la palpación bimanual, en la que una mano se coloca sobre la otra. Se aplican los mismos principios que en el método con una sola mano.
19. Palpación de la vejiga: se realiza si hay sospecha de retención urinaria, explorando la zona sobre la sínfisis del pubis. Se registran los hallazgos en la historia clínica con formularios o notas descriptivas según sea necesario.
9. Equipo utilizado para la valoración del abdomen
- Luz de exploración
- Cinta de medir (de metal o de tela no distensible)
- Lápiz hidrosoluble para marcar la piel
- Estetoscopio
Conclusión
La valoración del abdomen es una habilidad esencial para cualquier profesional de la salud. Con una técnica adecuada y atención a los detalles, puedes identificar patologías graves y brindar un tratamiento oportuno. Recuerda que la práctica constante y el conocimiento anatómico son clave para dominar este procedimiento.
Información del autor
- Plazas, Lorena. Enfermera. Elaboración de artículo para el blog Enfermeria Buenos Aires.
Fuente bibliográfica
- Kozier, B; Erb, Glenora; 2008; Fundamentos de Enfermería; Conceptos, proceso y prácticas; Octava edición; Volumen II; PEARSON EDUCACIÓN S.A.; Madrid; España.
Última actualización: [30/01/2025]




