Valoración de los Genitales Femeninos y la Región Inguinal
Valoración de los Genitales Femeninos y la Región Inguinal
La valoración de los genitales femeninos y la región inguinal es un procedimiento clínico esencial para detectar patologías ginecológicas, infecciones, tumores y otras afecciones que pueden afectar la salud de la mujer. Este examen requiere sensibilidad, precisión y un profundo conocimiento anatómico.
En este artículo, te explicaremos paso a paso cómo realizar una valoración efectiva, las técnicas más utilizadas y los signos de alerta que no debes pasar por alto.
1. ¿Qué es la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal?
La valoración de los genitales femeninos y la región inguinal es un examen físico que incluye la inspección y palpación de los órganos genitales externos e internos, así como de la región inguinal. Este procedimiento permite identificar anomalías como infecciones, masas, hernias o lesiones cutáneas.
2. Importancia de la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal
Este examen es crucial porque:
- Detecta infecciones de transmisión sexual (ITS) como el herpes genital o la sífilis.
- Identifica patologías ginecológicas, como quistes ováricos o miomas uterinos.
Evalúa la presencia de hernias inguinales.
- Diagnostica cánceres ginecológicos en etapas tempranas.
- Proporciona información valiosa para el seguimiento de pacientes postoperatorias.
3. Preparación para la valoración
Antes de realizar la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal, es importante:
- Explicar el procedimiento: Informa a la paciente sobre cada paso para reducir la ansiedad y obtener su consentimiento.
- Garantizar la privacidad: Asegúrate de que la paciente se sienta cómoda y en un entorno privado.
Usar equipo adecuado: Guantes estériles, espéculos y una fuente de luz adecuada.
4. Técnica para la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal
4.1. Inspección de los genitales externos
La inspección visual es el primer paso. Evalúa:
Vulva: Busca lesiones, erupciones, úlceras o inflamación.
- Clítoris y meato uretral: Observa si hay secreciones anormales o signos de infección.
Región perineal: Revisa la piel en busca de irritaciones, verrugas o lesiones.
4.2. Palpación de los genitales externos
Usa guantes estériles para palpar:
- Labios mayores y menores: Busca masas, dolor o inflamación.
Glándulas de Bartholin: Localizadas a ambos lados del introito vaginal, pueden inflamarse en casos de infección.
4.3. Examen con espéculo
El espéculo permite visualizar el canal vaginal y el cuello uterino. Durante este paso:
- Observa el cuello uterino: Busca lesiones, pólipos o secreciones anormales.
Toma muestras: Si es necesario, realiza una prueba de Papanicolaou o cultivos para detectar infecciones.
4.4. Tacto vaginal bimanual
Este examen permite evaluar los órganos internos:
- Útero: Palpa su tamaño, forma y posición.
- Ovarios: Busca masas o dolor a la palpación.
- Fondo de saco vaginal: Evalúa si hay dolor o masas.
4.5. Valoración de la región inguinal
La región inguinal debe ser evaluada para detectar:
- Hernias inguinales: Palpa en busca de protuberancias o masas.
- Ganglios linfáticos: Busca inflamación o dolor, que pueden indicar infección o cáncer.
5. Signos de alerta en la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal
Durante la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal, es crucial identificar signos que puedan indicar patologías graves:
Secreciones anormales: Pueden ser un signo de infección vaginal o ITS.
- Dolor a la palpación: Puede indicar inflamación pélvica o quistes ováricos.
- Masas palpables: Pueden ser tumores, quistes o hernias.
Lesiones cutáneas: Como úlceras o verrugas, que pueden ser signos de ITS.
6. Patologías comunes detectadas en la valoración
6.1. Infecciones de transmisión sexual (ITS)
- Herpes genital: Lesiones vesiculares dolorosas.
- Sífilis: Úlceras indoloras (chancros).
- VPH: Verrugas genitales.
6.2. Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Dolor pélvico, fiebre y secreciones purulentas.
6.3. Quistes ováricos
Masas palpables en los ovarios, que pueden causar dolor o irregularidades menstruales.
6.4. Hernias inguinales
Protuberancias en la región inguinal, especialmente al toser o hacer esfuerzo.
7. Herramientas complementarias para la valoración
Además del examen físico, existen herramientas diagnósticas que complementan la valoración de los genitales femeninos y la región inguinal:
- Ecografía pélvica: Para visualizar los órganos internos.
- Colposcopia: Para examinar el cuello uterino en detalle.
- Análisis de laboratorio: Como pruebas de ITS o marcadores tumorales.
8. Consejos para una valoración efectiva
Mantén una comunicación clara: Explica cada paso del procedimiento para que la paciente se sienta cómoda.
- Sé respetuoso y profesional: La sensibilidad es clave en este tipo de exámenes.
Documenta tus hallazgos: Registra detalladamente los resultados para guiar el diagnóstico y tratamiento.
9. Técnica
- Antes de realizar el procedimiento hay que presentarse uno mismo y comprobar la identidad del paciente siguiendo el protocolo de la institución. Se informa al paciente de lo que se va a hacer, por qué es necesario hacerlo y cómo puede cooperar. Se le explica cómo se usarán los resultados en la planificación de los cuidados o tratamientos posteriores.
- Se efectúa la higiene de las manos y se siguen los procedimientos adecuados para el control de la infección.
- Se proporciona intimidad a la paciente. Si se desea, si lo requiere la política de la institución o lo pide la paciente, se solicita la presencia de otra mujer.
- Se pregunta sobre los siguientes aspectos: edad de comienzo de la menstruación, fecha de la última regla, regularidad del ciclo, duración, cantidad de flujo diario y si la menstruación es dolorosa; incidencia de dolor durante el coito; exudado vaginal; número de embarazos, número de hijos vivos; complicaciones del parto; tenesmo y frecuencia de micciones durante la noche; sangre en la orina, disuria, incontinencia; antecedentes de enfermedades de transmisión sexual antiguas o actuales.
- La región pelviana se mantiene cubierta con un paño o sábana mientras no se esté explorando. Se coloca a la paciente en decúbito supino con los pies elevados en estribos de la mesa de exploración. También puede ayudarse a la paciente a que se coloque en posición recostada dorsal con las rodillas flexionadas y los muslos en rotación externa.
- Inspección de la piel de la región pubiana para descartar parásitos, inflamación, edema y lesiones. Para valorar adecuadamente la piel se separan los labios mayores y los menores.
- Inspección del clítoris, el orificio uretral y el orificio vaginal al separar los labios menores.
- Palpación de los ganglios linfáticos inguinales. Se usan los pulpejos de los dedos con un movimiento rotatorio, registrando el aumento de tamaño y el dolor a la palpación.
- Documentación de las observaciones en la historia del paciente usando impresos o listas de comprobación complementadas con notas descriptivas en los casos adecuados.

Conclusión
La valoración de los genitales femeninos y la región inguinal es una habilidad esencial para cualquier profesional de la salud. Con una técnica adecuada y atención a los detalles, puedes identificar patologías graves y brindar un tratamiento oportuno. Recuerda que la práctica constante y el conocimiento anatómico son clave para dominar este procedimiento.
Información del autor
- Plazas, Lorena. Enfermera. Elaboración de artículo para el blog Enfermeria Buenos Aires.
Fuente bibliográfica
- Kozier, B; Erb, Glenora; 2008; Fundamentos de Enfermería; Conceptos, proceso y prácticas; Octava edición; Volumen II; PEARSON EDUCACIÓN S.A.; Madrid; España.
Última actualización: [31/01/2025]