Contenido
El espectro de autismo es un trastorno del desarrollo neurológico que incluye un amplio abanico de alteraciones conductuales.
Su incidencia es de 1-2/1000 personas, y entre los afectados hay grandes diferencias en cuanto a la sintomatología dependiendo del grado de severidad.
De acuerdo con los criterios del DSM-IV sus manifestaciones clínicas distintivas son sociabilidad alterada, anormalidades en el lenguaje y la comunicación no verbal.
Así como alteraciones en el margen de intereses y actividades; el retraso mental es frecuente aunque no universal.
Las bases neurobiológicas del autismo son desconocidas, pero los hallazgos histopatológicos y bioquímicos sugieren un trastorno difuso del desarrollo neuronal, que compromete sobretodo la corteza bi frontotemporal, algunas estructuras límbicas y el cerebelo.
A nivel bioquímico se han descrito alteraciones en la transmisión serotoninérgica y de otros neurotransmisores.
Los principales síntomas del autismo son:
Contrario al concepto que se tenía previamente sobre la falta de lazos afectivos por parte de los infantes con este trastorno, los niños con espectro de autismo pueden mostrar afecto y tener una adecuada relación afectiva con sus padres o personas de su entorno.
Todos los niños muestran alteraciones graves del lenguaje, que pueden abarcar desde una ausencia total del mismo, pasando por déficits en la comprensión y el uso comunicativo del lenguaje verbal y la mímica, hasta una disprosodia leve.
Es muy común encontrar:
Los niños afectados por este espectro no se comunican adecuadamente ni comprenden el lenguaje gestual o mímica, expresiones faciales o corporales de enfado, de felicidad o de aceptación.
Se caracterizan por presentar una amplia gama de alteraciones. Con frecuencia muestran mal control de impulsos, agresividad verbal y física, auto agresividad, conducta aberrante, etc.
Casi todos los pacientes muestran una muy deficiente interacción social y en ocasiones verdadero rechazo a entablar un contacto con otras personas.
Los niños con espectro de autismo parecen no darse cuenta de los sentimientos de otras personas y del impacto negativo de su propia conducta sobre los otros.
Los intentos de cambiar estas rutinas encuentran como respuesta por parte del niño, con frecuencia, una resistencia obstinada y pueden ocasionar berrinches feroces.
Las estereotipias motoras son notables e incluyen aleteo de manos, giros de la cabeza, balanceo de partes o todo el cuerpo, etc., y pueden perdurar durante largos periodos de tiempo.
La conducta autoagresiva como morderse, jalarse el cabello o azotar su cabeza. Son también parte del abanico sintomático.
Con respecto al nivel de inteligencia existen grandes variaciones, que van desde deficiencia mental profunda hasta inteligencia superior. Es un hecho bien documentado, que aproximadamente 30% de pacientes tiene CI por encima del 70.
Algunos niños afectados pueden tener capacidades superiores en un estrecho margen de habilidades (por ejemplo: cálculo, memorización automática, solución de rompecabezas o memoria verbal).
Para iniciar este apartado es necesario señalar que no existe un tratamiento definitivo para el autismo, ya que ninguno de los próximamente presentados cura el trastorno.
Sino que estos van dirigidos a intentar mejor la calidad de vida del individuo afectado intentando controlar o apaciguar, el máximo posible alguna de las características del trastorno.
A la hora de escoger el tratamiento se debe llegar a un acuerdo entre familia y terapeuta para decidir cuál es el más apropiado para cada paciente
Los ejemplos más reseñables de tratamiento realizados en la actualidad son:
En estos casos, las recomendaciones de enfermería irían dirigidas a los padres, principales cuidadores, los cuales deberán a hacer frente a múltiples situaciones para las que no están preparados.
Así pues es trabajo del profesional de enfermería anticiparse a estas situaciones, y proporcionar herramientas para facilitar que los cuidadores las afronten.
Dieta: Algunos niños autistas reaccionan positivamente ante dietas sin gluten o sin caseína. Además, estos niños tienen dificultades para incorporar alimentos sólidos a su dieta, comidas nuevas y pueden tener problemas para masticar.
Pueden padecer PICA (trastorno alimenticio que consiste en comer o lamer de manera incontrolable elementos carentes de nutrientes y poco usuales) y rechazar alimentos por la textura o el color que tengan.
Escuela y desarrollo de las capacidades comunicativas: El niño con autismo necesitará ayuda para progresar en las dificultades del habla y la comunicación. Para eso, los protocolos y los currículos escolares para niños con autismo variarán en función de la edad y el grado de autismo del paciente, es importante ofrecer información al respecto de los diferentes centros dentro de su área de referencia que ofrezca dichos currículos.
Todos los programas ofrecidos en dichos centros se dirigirán a diferentes problemas variando el enfoque para poder tratarlo de manera global.
Además de inclusión escolar, los niños con autismo tienen a su alcance diferentes tipos de actividades extraescolares y deportivas; incluso campamentos de verano para niños con necesidades especiales.
Estrés y ansiedad: tanto el niño como sus familiares tienen probabilidades de desarrollar enfermedades relacionadas con el estrés. Para evitarlo y promocionar un avance correcto del tratamiento es necesario que familia y profesionales estén preparados para cuando aparezcan saber actuar bajo unas premisas y objetivos comunes para corregirlos y controlarlos.
Enfermedades concomitantes: este trastorno puede presentarse acompañado de otros como la esclerosis tuberculosa, el retraso mental, síndrome de cromosoma X frágil, TDAH, trastorno obsesivo-compulsivo.
Es importante informar de esto a las familias y que ante la aparición de nueva sintomatología se dirijan a un especialista para poder realizar el diagnóstico y tratamiento adecuado.
El autismo es un trastorno de difícil diagnóstico y que va a condicionar la vida de la persona afectada desde la infancia, así como la de sus cuidadores principales, siendo estos normalmente los padres.
Se trata de un trastorno de etiología muy variada e inespecífica, la cual no tiene un tratamiento específico, sino que el abordaje terapéutico se basa en un seguido de medidas que buscan intentar controlar las descompensaciones de los síntomas basales, así como intentar conseguir la mayor calidad de vida y desarrollo para el paciente.
El trabajo del profesional de enfermería en este tipo de casos es clave, ya que además del soporte emocional que proporcionará a los cuidadores, estos casos suelen requerir de un seguido de habilidades que permitan a los cuidadores enfrentarse a situaciones para las que no estén entrenados.
Es trabajo del profesional de enfermería adelantarse a estas situaciones y entrenar y preparar a los padres para que cuando éstas se presenten sean resueltas con el mayor grado de satisfacción y el menor estrés posible tanto para el niño como para los padres.
Última actualización: [14/06/2019]
Esta publicación fue modificada por última vez el 14/01/2024 10:17
Cómo remover o eliminar un tatuaje La eliminación de un tatuaje se puede realizar mediante varios métodos, siendo el más… Leer más
Oxacilina Descripción del fármaco Presentación: cápsulas 250 mg/500 mg; solución oral 250 mg/5ml; ampollas 20 mg/ml; 40 mg/ml Nombres comerciales:… Leer más
Día de la enfermera 2024 El Día Internacional de la Enfermería 👉12 de mayo; es una fecha muy especial que… Leer más
Ertapenem - Cuidado de enfermería Descripción del fármaco Presentación: Frasco ámpula: 1 g. Nombres comerciales: Invanz; Ertapenem Richet 1 g.… Leer más
Cefepime - Cuidados de enfermería Descripción del fármaco El cefepime es la única cefalosporina de cuarta generación disponible. Es más… Leer más
Claritromicina - Cuidados de enfermería Descripción del fármaco Presentación: Tabletas: 250, 500 mg. Suspensión oral: 250 mg/5 mL. Nombres comerciales:… Leer más