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¿Qué hay en la habitación de un hospital?
La habitación del paciente es llamada unidad del paciente en las instituciones sanitarias. Dicha unidad del paciente es el conjunto formado por el espacio de la habitación, el mobiliario y el material que utiliza el paciente durante su estancia en el centro hospitalario. El número de unidades del paciente será igual al número de camas que tenga el hospital.
Habitación con varias camas: en las habitaciones con varias camas, cada unidad puede aislarse mediante biombos o cortinas para asegurar y respetar la intimidad de la persona.
Habitación individual: en las habitaciones individuales, se considera unidad del paciente a todo el contenido y el espacio físico de la propia habitación. Las habitaciones individuales deben preservarse para el aislamiento de los pacientes que presenten gravedad de su estado general, patologías infectocontagiosas, estén operados con riesgo de ser contagiados, inmunodeprimidos o alteraciones psíquicas.
Número de camas por habitación: el número de camas por habitación (unidad del paciente) varía de un hospital a otro, siendo la gran mayoría de 2 o 3 camas. La situación ideal es poder disponer en cada planta, o control de enfermería, de habitaciones individuales y de habitaciones compartidas, para utilizar una u otra modalidad en función de las características de los pacientes.
Características de una habitación de hospital
Patología y edad del paciente son factores determinantes que hay que tener en cuenta en la organización y disposición del paciente.
Medidas de la habitación dependerá del número de camas del paciente); las dimensiones aproximadas son las siguientes:
Número máximo de camas: el número máximo de camas por habitación no puede ser superior a 4. La habitación debe disponer de espacio suficiente 1 a 1,20 metros, entre las camas y entre la cama y la pared. De tal forma sea posible atender al paciente tanto desde los laterales, como desde los pies de la cama, permitiendo, además, el paso de una camilla y camillero.
Condiciones medioambientales
El entorno que rodea al paciente tiene una notable influencia sobre la respuesta que dé este al tratamiento que está recibiendo. En general, las habitaciones tienen que ser espaciosas, tranquilas y soleadas, y deben mantenerse limpias, aireadas y ordenadas para evitar la aparición de problemas psíquicos o patológicos (infecciones).
El estado de ánimo del paciente puede verse afectado como consecuencia de las características del ambiente; en este sentido, la limpieza y la seguridad son los dos elementos que tienen mayor importancia a la hora de favorecer y facilitar el proceso de curación del paciente.
Las habitaciones hospitalarias deben reunir una serie de condiciones ambientales que van a repercutir, de manera directa, en el estado de salud y en la evolución del paciente. Las condiciones ambientales que mayor repercusión tienen sobre el paciente son:
- Atmosféricas.
- Iluminación.
- Insonorización.
- Limpieza.
Temperatura
La temperatura en una habitación de hospital generalmente se mantiene en un rango que sea cómodo y seguro para los pacientes y el personal médico. Las recomendaciones pueden variar, pero en general, se busca mantener una temperatura que promueva el bienestar y la recuperación de los pacientes. Aquí hay algunas pautas generales:
- Temperatura Confortable:
- La temperatura suele oscilar entre 20 a 24 grados Celsius (68 a 75.2 grados Fahrenheit).
- Este rango proporciona un ambiente que es generalmente cómodo para la mayoría de las personas.
- Ajustes Personalizados:
- Algunas instalaciones hospitalarias permiten ajustar la temperatura de las habitaciones según las preferencias individuales de los pacientes, siempre que no afecte la operación eficiente del sistema de climatización.
- Control de la Temperatura:
- Las instalaciones hospitalarias están equipadas con sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) que permiten un control preciso de la temperatura y la calidad del aire.
- Prevención de Infecciones:
- La temperatura también puede estar regulada para ayudar a prevenir la propagación de infecciones. En algunos casos, se pueden implementar temperaturas específicas para ciertas áreas del hospital, como las salas de cirugía.
Humedad
La humedad en una habitación de hospital es un factor importante para el confort y bienestar de los pacientes, así como para la prevención de problemas de salud y la eficiencia de los equipos médicos. Aunque las preferencias pueden variar, generalmente se busca mantener un nivel de humedad relativa que sea saludable y cómodo. Aquí hay algunas pautas generales:
- Rango recomendado:
- El rango ideal de humedad relativa en una habitación de hospital suele estar entre el 30% y el 60%.
- Este rango es lo suficientemente alto como para evitar que el aire se vuelva demasiado seco, lo que podría afectar la piel y las vías respiratorias, pero no tan alto como para fomentar el crecimiento de moho u otros problemas asociados con la alta humedad.
- Prevención de problemas respiratorios:
- Un nivel de humedad adecuado puede ayudar a prevenir problemas respiratorios al mantener las membranas mucosas en las vías respiratorias húmedas y funcionando correctamente.
- Control de la humedad:
- Las instalaciones hospitalarias generalmente cuentan con sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) que permiten un control preciso de la humedad. Estos sistemas están diseñados para mantener niveles saludables y confortables.
- Prevención de problemas de equipos:
- El control de la humedad también es importante para prevenir problemas con equipos médicos sensibles. Por ejemplo, un ambiente excesivamente húmedo podría dañar equipos electrónicos.
Ventilación y pureza del aire
El movimiento que realiza el aire, debido a las corrientes que producen las variaciones de temperatura, tiene un efecto tonificante sobre el organismo.
La ventilación y la calidad del aire en una habitación de hospital son aspectos cruciales para proporcionar un entorno saludable y seguro tanto para los pacientes como para el personal médico. Aquí hay algunas consideraciones importantes:
- Renovación del aire:
- Es fundamental tener un sistema de ventilación eficiente que permita la renovación regular del aire. La frecuencia de renovación del aire se mide en cambios por hora (ACH, por sus siglas en inglés), y en un entorno hospitalario se busca un cierto número de cambios por hora para garantizar la pureza del aire.
- Filtración del aire:
- Los sistemas de aire deben contar con filtros de alta eficiencia que puedan capturar partículas pequeñas, como alérgenos y microorganismos. Esto es especialmente importante en áreas hospitalarias para prevenir la propagación de enfermedades.
- Control de contaminantes:
- Se debe controlar la presencia de contaminantes del aire, como compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros contaminantes que podrían surgir de equipos médicos o procedimientos.
- Presión del aire:
- En áreas específicas, como las salas de operaciones o las habitaciones de pacientes con condiciones infecciosas, se puede implementar el control de la presión del aire para prevenir la propagación de patógenos. Por ejemplo, las habitaciones pueden estar bajo presión positiva (el aire fluye hacia afuera) o presión negativa (el aire fluye hacia adentro), según sea necesario.
- Monitoreo de la calidad del aire:
- Es importante realizar monitoreo regular de la calidad del aire para asegurar que se cumplan los estándares de pureza y seguridad.
- Humidificación:
- En algunas situaciones, controlar la humedad relativa del aire también es esencial para prevenir problemas relacionados con la sequedad o el exceso de humedad.
- Ventanas y circulación de aire natural:
- Cuando sea posible y seguro, la circulación de aire natural a través de ventanas y puertas también puede contribuir a mejorar la calidad del aire.
Condiciones de iluminación
Repercuten de manera directa en el bienestar y en la evolución de la enfermedad del paciente. La iluminación en los centros sanitarios puede ser de dos tipos: natural y artificial.
Durante la noche debe quedar un piloto encendido en la pared, para que la habitación no quede a oscuras y el paciente pueda ver si tiene necesidad de levantarse.
La habitación, debe disponer de un sistema eléctrico de comunicación con el control de enfermería, colocado en la cabecera de la cama y que lleve un piloto para que sea visible en la oscuridad. Cuando el paciente lo activa, se enciende una luz de un color determinado (prefijado por el hospital), que en el control de enfermería se identifica como una llamada en demanda de ayuda.
Condiciones de insonorización
Los investigadores han demostrado que el ruido ambiental, expresado en decibelios (dB), tiende a producir fatiga física y trastornos nerviosos o emocionales. El ruido que se genera en el entorno hospitalario puede provenir del exterior o del interior (del propio centro sanitario).
En los hospitales es frecuente el empleo de materiales absorbentes del ruido en techos y pasillos, cocinas, comedores, cuartos de trabajo y controles de enfermería.
Ruido exterior: se produce, generalmente, como consecuencia de las actividades de la calle: obras, circulación, sonidos de sirenas de ambulancias, coches de la policía que en muchos casos, además, pueden llevar asociada la producción de vibraciones. Estos ruidos pueden paliarse mediante sistemas de aislamiento colocados en las ventanas, con el fin de disminuir la influencia de estos factores sobre el estado emocional de los pacientes.
Ruido interior: como consecuencia del tránsito de personas en los pasillos y de la actividad laboral del propio centro sanitario.
Condiciones de higiene y limpieza
Las condiciones de higiene y limpieza repercuten seriamente en la evolución del paciente. Los auxiliares de enfermería son los responsables de la higiene personal del paciente, así como de mantener la cama en condiciones idóneas para facilitar su comodidad.
Deben realizar la retirada de excrementos en las condiciones de seguridad e higiene más adecuadas, para evitar el riesgo de posibles enfermedades infecciosas. La acumulación de eliminaciones del paciente (orina, vómitos, exudados, heces, etc.) en un ambiente semicerrado o cerrado da lugar a que se produzcan olores desagradables, que repercuten:
- En el propio paciente.
- En el personal sanitario.
- En otros pacientes.
- Visitas.
Todo ello hace que el entorno resulte incómodo y poco acogedor, además de constituir una posible e importante fuente de infección, que hace necesaria la limpieza y eliminación de la suciedad para evitar el riesgo de que se produzcan infecciones nosocomiales.
Para favorecer la comodidad del paciente, además de las condiciones atmosféricas, de iluminación y de insonorización, hay que tener en cuenta la importancia que tiene el mantener la unidad de hospitalización en condiciones óptimas de limpieza e higiene.
Si el personal de enfermería observa que la habitación del paciente no reúne las condiciones adecuadas; debe avisar al personal de limpieza para que friegue el suelo y limpie los muebles para evitar la diseminación de microorganismos
Cuando se da de alta al paciente, debe realizarse una limpieza más exhaustiva de la unidad, y de todo el material que tenga que ser reutilizado; y es necesario desinfectarlo y esterilizarlo.
Tipos de unidades hospitalarias
Cada unidad hospitalaria se diseña teniendo en cuenta el tipo de pacientes que va a recibir; se pueden diferenciar los siguientes tipos de unidades:
Unidad de pediatría
La unidad de pediatría debe diseñarse y decorarse con colores especiales o con motivos que llamen la atención del niño y le resulten alegres y atractivos (por ejemplo, puede llevar escenas de dibujos animados en sus paredes, variedad de colores, etc.).
Unidad de geriatría
En la unidad de geriatría y en el caso de pacientes dependientes de una silla de ruedas o de otros dispositivos de ayuda, las habitaciones deben disponer de mayor espacio y de un acceso a la habitación y al baño adecuados para que puedan pasar sillas de ruedas, carros, camillas y gruas de arrastre.
Las unidades de geriatría o pacientes con algún tipo de dependencia física deben disponer de aseos adaptados a su discapacidad; es decir, que lleven plato de ducha (en lugar de bañera), con suelo antideslizante y asideros en la pared. También estarán provistos de barras o asideros de sujeción para facilitar el uso del inodoro, sin que haya riesgos para los pacientes.
Unidades especiales
Corresponde a unidades especiales: la UTI, UCO, obstetricia, pediatría, traumatología, quemados, radioterapia, etc. En estas unidades, debido a las características especiales de los pacientes, hay que adaptar todo o parte del equipamiento. Además, deben disponer de otro tipo de utensilios, equipos y aparatos diferentes que son necesarios para proporcionar los cuidados adecuados a estos pacientes.
Resto de unidades:
presentará las características de una unidad de paciente tipo.
¿Qué hay en la habitación de un hospital?
Información del Autor
- Lorena Plazas. Lic. de enfermería. Trabajo propio.
- Pérez de La Plaza, E; Fernández Espinosa, A; 2013; Auxiliar de enfermería; Técnicas básicas de enfermería- Higiene en el medio hospitalario; Sexta edición; Madrid.
Última actualización: [13/06/2024]