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Shock multisistémico
A raíz del cuadro clínico que atravesó la conocida modelo Silvina Luna; se desarrolla siguiente concepto de shock multisistémico:
Los problemas multisistémicos se desarrollan con frecuencia en pacientes que experimentan sepsis grave o shock séptico. Los individuos en alto riesgo de shock séptico incluyen aquellos con:
- Quemaduras.
- Diabetes mellitus.
- Inmunosupresión.
- Desnutrición.
- Estrés.
- Pancreatitis.
- Trastornos cardíacos, hepáticos o renales crónicos.
- Antecedente de uso excesivo de antibióticos.
También están en riesgo los pacientes que han tenido procedimientos diagnósticos o terapéuticos invasivos, cirugía, quemaduras graves o heridas traumáticas.
Valoración del paciente
La valoración rápida seguida de las intervenciones adecuadas influye en el resultado del paciente con problemas multisistémicos. Las medidas de evaluación general deben estar acompañadas de técnicas de valoración que son específicas de la alteración del paciente.
- Iniciar la valoración obteniendo los antecedentes del paciente, incluyendo:
- Motivo principal de la consulta.
- Enfermedades previas y actuales.
- Medicamentos actuales.
- Antecedentes familiares y sociales.
- Si el paciente está inestable, es necesario esperar hasta que se haya estabilizado para obtener una anamnesis completa.
- Evaluar al paciente en busca de problemas potencialmente letales (como dificultad respiratoria en una víctima de quemaduras) e iniciar las medidas de urgencia, como la reanimación cardiopulmonar (RCP).
- La exploración física incluye la evaluación de todos los sistemas y aparatos corporales, prestando atención particular a aquéllos involucrados en el trastorno multisistémico.
Silvina Luna y el Shock multisistémico
Silvina Luna enfrenta una difícil situación de salud debido a una insuficiencia renal que ha arrastrado desde 2011, resultado de una mala praxis en una intervención estética realizada por el cirujano Aníbal Lotocki.
Desde el 13 de junio de este año, Silvina Luna; permaneció internada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Italiano. Sin embargo, recientemente, ha sido trasladada a una sala de internación general. Aunque seguirá recibiendo la misma atención y cuidados; los médicos tomaron la decisión de cambiarla de habitación para fomentar su motivación y continuar con su proceso de recuperación.
La modelo ya no se encuentra en terapia intensiva; permanece en una habitación con la misma aparatología y control que en la UTI. Este cambio habitualmente suele ser realizado por los médicos para brindar apoyo psicológico a los pacientes, mejorar el ánimo y estimular la recuperación; ya que la terapia intensiva se torna extremadamente difícil para un paciente que está consciente.
Según el último parte médico compartido por Fernando Burlando, abogado de la modelo Silvina Luna, ella se encuentra en un estado lúcido y sus signos vitales están estables. Actualmente, está recibiendo tratamiento de diálisis tres veces por semana, alimentándose vía oral y sigue un plan de rehabilitación muscular.
Pruebas diagnósticas
Los estudios diagnósticos ayudan a determinar la causa o la extensión de los problemas multisistémicos del paciente. Las pruebas pueden incluir:
- Estudios de laboratorio: (hemáticos, coagulación, química, hemocultivo, estudios de orina y cultivos de líquidos corporales),
- Estudios radiográficos.
- Tomografía computarizada (TC).
- Electrocardiografía.
- Ecografía.
- Resonancia magnética (RM).
- Estudios de medicina nuclear.
- Estudios radiográficos intervencionistas.
Tratamiento
El tratamiento de los problemas multisistémicos es un desafío. En ocasiones, los factores causales del deterioro del estado del paciente pueden desconocerse. A medida que más sistemas orgánicos se ven afectados, la atención se hace más compleja. Las medidas de sostén son una parte crucial del tratamiento e incluyen:
- Reemplazo de líquidos/reanimación.
- Tratamiento farmacológico.
- Transfusión sanguínea.
Reemplazo de líquidos
- Reemplazo de líquidos es una parte vital del tratamiento de las enfermedades multisistémicas. Para mantener la salud del paciente es necesario conservar relativamente constante el equilibrio hidroelectrolítico en los espacios intracelular y extracelular.
- Sustitución i.v. de líquidos: siempre que una persona experimenta una enfermedad o una situación que impide la ingestión normal de líquidos o causa pérdida excesiva de éstos, la sustitución i.v. de líquidos es necesaria.
- Tratamiento i.v. proporciona al paciente líquidos, electrolitos y medicamentos de soporte vital, y ofrece la ventaja de tener efectos inmediatos.
- Soluciones usadas para la sustitución de líquidos i.v. se dividen en dos amplias categorías de cristaloides y coloides.
Acciones de enfermería
- Revisar la indicación de la solución i.v. en cuanto a su exactitud. La mayoría de las indicaciones para estas soluciones expiran después de 24h.
- Indicación completa: una indicación completa debe precisar: cantidad y tipo de solución; aditivos específicos y sus concentraciones; velocidad y duración de la infusión.
- Prevenir la sobrecarga de líquidos: tener en mente la complexión física, edad y los antecedentes del paciente al administrar líquidos i.v., para prevenir la sobrecarga de líquidos.
- Cambiar el sitio, apósito, catéteres y sondas con tanta frecuencia como lo requiera la política de la institución.
- Cambio de soluciones: las soluciones deben cambiarse al menos cada 24 h.
- Revisar el sitio de acceso i.v. en busca de signos de complicaciones, como infiltración, flebitis o tromboflebitis, infección y extravasación.
- Observar al paciente en busca de complicaciones del tratamiento i.v., como una embolia gaseosa, reacción alérgica o sobrecarga de líquidos.
- Monitorizar los ingresos y los egresos.
- Gasto urinario: notificar al médico si el gasto urinario del paciente cae por debajo de 30 mL/h.
- Valorar al paciente en busca de posibles trastornos hidroelectrolíticos, y revisar los valores de electrolitos séricos.
- Hoja de registro: la hoja de registro para un paciente que recibe una administración i.v. debe incluir fecha, hora y tipo de catéter insertado; sitio de inserción y su apariencia; tipo y cantidad de líquido infundido; tolerancia y respuesta del paciente al tratamiento.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico para los problemas multisistémicos varía dependiendo de la enfermedad subyacente del paciente, por ejemplo; los antibióticos pueden usarse para tratar la sepsis grave. La reanimación con líquidos y vasopresores puede servir para tratar varios tipos de shock. Los corticoesteroides e inmunosupresores se utilizan en el tratamiento de la enfermedad injerto contra hospedero (EICH).
Transfusión sanguínea
Las transfusiones sanguíneas tratan las cifras bajas de hemoglobina (Hb) y hematocrito (HCT). Una transfusión de sangre completa repone el volumen y la capacidad de transporte de oxígeno del sistema circulatorio al aumentar la masa de eritrocitos circulantes. Debido al riesgo de sobrecarga circulatoria, la transfusión de sangre completa se usa rara vez, excepto en casos de hemorragia intensa.
El concentrado de eritrocitos, (un componente sanguíneo del cual se ha eliminado el 80 % del plasma), se transfunde para restaurar la capacidad de transporte de oxígeno al sistema circulatorio. Una Hb menor de 7-10 g/dL de sangre es la indicación más frecuente para transfusión en el contexto de cuidados intensivos.
Para protección del paciente, los eritrocitos pueden ser lavados, filtrados o irradiados. Los eritrocitos contienen detritos (desechos) celulares, los cuales requieren la filtración en línea durante la administración. Los concentrados de eritrocitos lavados se usan con frecuencia en pacientes previamente sensibilizados a las transfusiones; se enjuagan con una solución especial que elimina los leucocitos y las plaquetas, disminuyendo la probabilidad de una reacción a la transfusión.
Autotransfusión o transfusión autógena
En algunos casos, el paciente puede recibir su propia sangre durante una transfusión denominada autotransfusión o transfusión autógena. En este proceso, la sangre del propio paciente es recolectada, filtrada y transfundida de nuevo a la persona. Debido a la preocupación por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y otras enfermedades transmitidas por vía sanguínea, el uso de la transfusión autógena está actualmente en aumento.
La transfusión autógena puede estar indicada para:
- Cirugía electiva (el paciente dona sangre durante un período amplio antes de la cirugía).
- Cirugía no electiva (la sangre del sujeto se extrae inmediatamente antes de la cirugía).
- Recuperación de sangre perioperatoria y de urgencia, durante y después de cirugía torácica o cardiovascular y resección de cadera, rodilla o hígado.
- Recuperación perioperatoria de sangre y de urgencia por lesión traumática de pulmones, hígado, pared torácica, corazón, vasos pulmonares, bazo, riñones, vena cava inferior y venas ilíaca, portal o subclavia.
Acciones de enfermería
- Indicación: asegurarse que hay una indicación escrita en el expediente médico del paciente.
- Nombre del paciente: confirmar que la indicación y el registro médico estén etiquetados con el nombre del paciente y su número de identificación asignado.
- Rechazo de la transfusión sanguínea: notificar al médico si el paciente rechaza la transfusión sanguínea.
- Valorar las constantes vitales de referencia y colocar un acceso i.v. si no hay uno. Utilizar un catéter de calibre 20G o mayor.
- Identificar al paciente y revisar el número de identificación en la bolsa de sangre, grupo sanguíneo ABO, compatibilidad de Rh y fecha de caducidad del hemoderivado. Este paso debe confirmarlo otro profesional certificado usando una verificación doble independiente (VDI).
- Seguir las políticas institucionales para la administración de sangre.
- Registrar las constantes vitales del paciente después de los primeros 15 min y luego cada 30 min (o de acuerdo con las políticas institucionales) por el resto de la transfusión.
- Plaquetas: si se proporcionan plaquetas o PFC, administrar cada unidad inmediatamente después de obtenerla.
- Cambio de filtro: cambiar el filtro del equipo de transfusión después de cada dos unidades de hemoderivados, a menos que se indique lo contrario en la etiqueta del fabricante o la política del hospital.
- Usar un calentador de sangre, según indicación, en situaciones especiales, por ejemplo, al transfundir múltiples unidades de sangre refrigerada a un paciente con una pérdida grande de volumen sanguíneo, realizar exanguinotransfusiones o transfundir a un paciente con enfermedad por aglutininas frías.
Información del Autor
- Plazas Lorena. Enfermera. Trabajo propio.
Referencias bibliográficas
- Woodruff David; 2001; Enfermeria del paciente en estado crítico; 4ª edición; Cleveland; Ohio.
Última actualización: 22/08/2024