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Neumología Técnicas

Pulsioximetría u Oximetría de pulso

Tiempo de lectura: 4 minutos

Pulsioximetría 

Monitorización de la Pulsioximetría

Definición de Pulsioximetría

La pulsioximetría informa de la saturación de oxígeno de la hemoglobina en el interior de los vasos sanguíneos. El sensor posee dos tipos de luz con dos longitudes de onda que se aplica sobre un tejido transiluminado donde existe un contenido de sangre tisular y venosa que es constante y otro contenido de sangre arterial que varía con cada latido.

La variación en la captación de la luz es proporcional a la intensidad del pulso arterial. Mediante microprocesadores se analizan las ondas y nos dan la saturación arterial de oxígeno, la onda de pulso arterial y la frecuencia cardíaca.

No se considerará siempre como valor absoluto, para un correcto seguimiento se contrastará con los valores obtenidos en sangre.

La pulsioximetría es especialmente importante en los recién nacidos prematuros o de muy bajo peso, ya que el tratamiento con oxigenoterapia puede producir importantes secuelas posteriores como la displasia broncopulmonar y la retinopatía del prematuro.

Objetivo de la Pulsioximetría

Seguimiento de la correcta oxigenación del paciente detectando precozmente situaciones de hipoxemia.

Alteraciones clínicas que pueden detectarse

  • Situaciones de hipoxemia (en casos de insuficiencia respiratoria, fisioterapia respiratoria, administración de oxigenoterapia, pacientes con ventiloterapia, en neonatos).
  • Posible hiperoxia en niños con SatO2 tc superior a 98% y sometidos a oxigenoterapia.
  • Cambios en la frecuencia cardíaca observados según la onda pulsátil que ofrece el monitor.
Pulsioximetría

Técnica de Pulsioximetría

  1. Zona: Elegir una zona que esté bien vascularizada, piel limpia e íntegra, libre de grasa y sin prominencias óseas.
  2. Neonatos se puede utilizar el dorso del pie o de la mano.
  3. Lactantes y niños: localizar la zona en los dedos índice, medio o anular.
  4. Mala perfusion: En casos de mala perfusión, hipotermia, remanso venoso e hipotensión se buscarán zonas más centrales como lóbulo de la oreja, frente o tabique nasal.
  5. Sensor: Limpiar la piel y colocar el sensor, según la edad y tamaño del paciente, de forma adecuada enfrentando los dos diodos (emisor opuesto al fotodiodo receptor), se fijará, si es necesario, con cinta adhesiva. Existen varios tipos de transductores:

• Si el transductor es para dedo pediátrico se colocará de forma que el dedo toque la punta del transductor, pero no sobresalga, el cable debe quedar en el dorso de la mano, si es necesario se puede fijar con cinta adhesiva. En los dedos también se puede utilizar pinza pediátrica.

• Si el transductor es neonatal, se pondrá la cinta con los sensores rodeando el dorso del pie o de la mano, sin apretar demasiado y asegurando que los componentes ópticos queden enfrentados.

6. Alarmas: Se individualizarán las alarmas superior e inferior de saturación y de frecuencia cardíaca.

7. Monitor: Se evaluará el buen funcionamiento del monitor comprobando la onda y la FC que se debe corresponder con la obtenida mediante el registro electrocardiográfico. Esperar como mínimo 1 minuto para la obtención de una onda y valor óptimos y fiables.

8. Valores: Los límites de fiabilidad se encuentran para SatO2 entre 80 y 98%, los valores fuera de estos rangos no son comparables con la presión arterial de oxígeno en sangre. Una PaO2 de 60 mm de Hg se corresponde con una saturación del 90%, por debajo de estos niveles pequeñas disminuciones de la PaO2 ocasionan desaturaciones importantes. Por el contrario, SatO2 superiores al 95% pueden producir incrementos importantes en la PaO2 sin que se perciba un aumento significativo en la saturación de oxígeno.

9. Luz: La luz ambiental excesiva (fototerapia, fluorescentes, lámparas de quirófano y fibra óptica): dan valores falsamente altos. Consejo: Proteger el sensor con material opaco.

10. Lecturas erráticas: Lecturas falsamente bajas o erráticas en caso de hipotermia, mala perfusión periférica, shock, administración de drogas que producen vasoconstricción o vasodilatación periférica, anemia, contrastes radiológicos o azul de metileno, esmalte de uñas, metahemoglobinemia. Consejo: En el caso de los contrastes se deberá esperar a su diseminación sistémica entre 5-10 minutos. Inspeccionar al paciente y valorar gasometría en sangre.

11. Mala calidad de la señal o artefactos; debido al movimiento del paciente. Consejo: Reubicar el sensor en una zona con menos movilidad.

12. Interferencia óptica: se produce por una medición inexacta al no haber una correcta oposición entre los dos diodos y parte de la luz no pasa por el tejido sensor, la curva es correcta pero el valor obtenido no. Consejo: Seleccionar sensor adecuado al paciente y reubicar el sensor de forma adecuada.

13. No colocar el transductor en una extremidad con catéter arterial o una vía de infusión venosa.

14. Cuidar del buen estado del sensor.

15. Asegurar que emisor y detector de luz estén enfrentados y que toda la luz atraviesa el tejido del paciente.

16. Asegurar que haya flujo pulsátil en la zona de aplicación y que no tenga un movimiento excesivo.

17. Calidad de la piel: Inspeccionar la zona de aplicación cada 3 horas para comprobar la calidad de la piel.

18. Rotación del sensor: Se debe programar la rotación de la ubicación del sensor cada 4 horas o siempre que haya cambios en la zona.

Pulsioximetría u Oximetría de pulso

El buen funcionamiento de la monitorización de la saturación de oxígeno lo indicará: la potencia de la señal, la calidad y estabilidad de la onda y de los valores de SatO2.


Información del Autor
  1. Lorena Plazas. Lic. en enfermería. Trabajo propio

Última actualización: [07/08/2024]

Categorías
Diagnósticos de Enfermería Cuidados Basicos de Enfermeria Neurología Unidad de Cuidados Intensivos y Coronarios

Ictus y la intervención de Enfermería

Tiempo de lectura: 7 minutos

Ictus y la intervención de Enfermería

Introducción 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Ictus como un “síndrome clínico, presumiblemente de origen vascular, que se caracteriza por el desarrollo rápido de signos de afectación neurológica focal y que duran más de 24 horas o llevan a la muerte”. 

El “Código Ictus” es un procedimiento de actuación basado en el reconocimiento precoz de los síntomas y signos de un Ictus, con la priorización de cuidados y el traslado inmediato a un hospital en el paciente se pueda beneficiar de una terapia de reperfusión y/o de los cuidados especiales de una Unidad de Ictus (UI).

Síntomas

  • Brusca pérdida de fuerza o torpeza en brazo y/o pierna del mismo lado.
  • Desviación de la comisura bucal.
  • Repentina alteración del habla.
  • Confusión o desorientación de comienzo agudo.
  • Trastorno de la sensibilidad en un lado del cuerpo o de la cara (acorchamiento en la mitad del cuerpo).
  • Pérdida brusca de visión, en uno o ambos ojos o en un lado del campo visual.
  • Dolor de cabeza inusual de inicio brusco, no atribuible a otras causas.
  • Inestabilidad, diplopía, sensación de vértigo o mareo. 

Objetivos de enfermería

  • Detectar los signos y síntomas de la inestabilidad fisiológica.
  • Poner en práctica, de forma segura, las órdenes y protocolos médicos.

Intervenciones de enfermería relacionadas con la prescripción médica

Pruebas de laboratorio

Hemograma completo

Evaluar posible anemia con déficit de oxígeno, policitemia y trombocitosis como posibles factores de riesgo para el accidente cerebrovascular.

Perfil bioquímico de Medicina Interna
  • La presencia de urea y ácido úrico elevados son factor de riesgo cardiovascular.
  • Glucosa elevada. Es un factor favorecedor en el Ictus agudo.
  • Diabetes. Es un factor de riesgo cardiovascular.
  • Perfil hepático. Búsqueda de posible afectación hepática, para determinar tratamientos. 
  • Estudio lipídico. LDL alto, HDL bajo, triglicéridos altos: factor de riesgo vascular.
  • B12. Un nivel bajo se relaciona con factor de riesgo vascular, riesgo de deterioro cognitivo.
  • Ácido fólico. Niveles bajos se relaciona con riesgo de Ictus aterotrombótico.
  • Hormonas tiroideas (T4 libre, TSH). El hipertiroidismo puede ser causa de FA.
  • Proteinograma. Valora el perfil de nutrición, procesos inflamatorios, enfermedades hematológicas y procesos que aumentan la viscosidad hemática.
  • Proteína C Reactiva (PCR). Niveles elevados indican un proceso inflamatorio (arteritis).
  • PCR ultrasensible. Un valor elevado es un marcador de aterosclerosis, factor de riesgo cardiovascular (aumento de eventos cardiovasculares).
  • Homocisteína. Un valor elevado es un factor de riesgo vascular. 
  • Enzimas cardiacas en pacientes con historia de enfermedad coronaria, electrocardiograma (ECG) de isquemia miocárdica o por protocolo en Código Ictus. Las enzimas cardíacas están indicadas en los casos en que el ECG sugiera un infarto agudo de miocardio (IAM) concomitante.
  • Gasometría en pacientes con sospecha de hipoxemia indica la severidad de la misma y los trastornos ácido-base.
  • Sedimento y creatinina en orina.
  • Microalbuminuria en orina. Cuando está elevada es un marcador de riesgo ateroesclerótico, detecta nefropatía hipertensiva, diabética.
  • Estudio de coagulación. Nos indica si es posible la fibrinolisis, valora el inicio de anticoagulación o riesgo de Ictus por aumento de factores de coagulación.
  • Estudio de hipercoagulabilidad. Se realiza para descartar alteraciones en la cascada de coagulación que puedan favorecer la aparición de trombos. Incluido en el protocolo de Ictus juvenil (< 55 años).
  • Estudio inmunológico. Para descartar enfermedades de origen inmune (Lupus, vasculitis, conectivopatías, síndrome antifosfolípido), que puedan aumentar el riesgo vascular. Incluido en el protocolo de Ictus juvenil (< 55 años).
  • Hemoglobina glicosilada sérica. Niveles elevados indican un mal control de Diabetes o diagnóstico de Diabetes.
  • Glucemia capilar (cada 6 horas, las primeras 24 horas de ingreso o hasta normalización). El control de la glucemia es fundamental, no sólo porque la hiperglucemia produce síntomas similares, sino, también, por demostrarse, mediante distintos estudios, que la hiperglucemia aumenta la morbimortalidad en estos pacientes, debiéndose establecer como objetivo mantener glucemias.

Estudios diagnósticos

Pruebas radiológicas

  • Tomografía axial computarizada (TAC) craneal. Indicado en el diagnóstico inicial.
  • TAC craneal perfusión (indicado en pacientes con Ictus isquémicos que sean posibles candidatos a tratamiento de reperfusión, es decir, en los Códigos Ictus).  Indicado en el diagnóstico inicial.
  • AngioTAC (en todos los casos de Código Ictus). Indicado en el diagnóstico inicial.
  • Resonancia Magnética: Indicada en los siguientes casos para la búsqueda de etiología del Ictus:
    • En pacientes con alergia a contrastes yodados.
    • Siempre que exista discordia entre la clínica y un TAC craneal.
    • Para estudio específico en una lesión observada en un TAC.
    • Estudio de posibles lesiones en fosa posterior.
    • En casos de sospecha de disección carotídea o de trombosis venosa cerebral.
    • Estudio de hematomas en fase de resolución, con el fin de descartar malformación vascular subyacente.
    • Eco-Doppler y Doppler de Troncos Supraaórticos (TSA) y Transcraneal (TCA).
  • Ecocardiograma transtorácico o transesofágico. Indicado para la búsqueda de la etiología del Ictus y descartar origen cardioembólico.
  • Radiografía (Rx) de Tórax. Indicado en pacientes con sospecha de patología cardiaca, edema pulmonar o aspiración.
  • Monitorización cardíaca continua, después de realizar ECG de doce derivaciones, dado que la liberación de catecolaminas puede disparar el desencadenamiento de arritmias.
  • ECG-Holter. Indicado al alta, si ICTUS embólico y posible FA paroxística.

Pulsioximetría

El pulsioxímetro es un dispositivo no invasivo que mide el porcentaje de saturación de oxígeno de la hemoglobina en sangre, con ayuda de métodos fotoeléctricos.

Se coloca en la yema del dedo, pues es una zona del cuerpo relativamente translúcida y con buen flujo sanguíneo.

El nivel normal de saturación de oxígeno en sangre debe estar por encima de 90% en todas las actividades. Cuando un paciente con un trastorno en la deglución aspira alimento a vía respiratoria, disminuye repentinamente el nivel de oxígeno.

Por este motivo se incluye el pulsioxímetro dentro del protocolo de la valoración y tratamiento de la disfagia:

  • En la valoración de ingesta de alimento de forma oral (método de exploración clínica volumen-viscosidad, MECVV)
  • En el tratamiento, cuando el paciente ingiere alimento en la sesión de tratamiento, como parte de la terapia.

Una disminución de la saturación de oxígeno mayor de un 5% es un signo de alteración de la seguridad en la deglución (indica que ha habido aspiración de alimento), y por tanto hay que interrumpir la ingesta oral en ese momento.

Terapias

Terapias de rehabilitación

Entre las secuelas que puede dejar un ictus, está la inmovilidad de brazos y piernas, parálisis facial, dificultad para el habla e inestabilidad.

Muchos se preguntan cuánto tarda en recuperarse un enfermo de ictus y de acuerdo con los especialistas, la clave tras sufrir una fase aguda en la enfermedad, es la neuro rehabilitación.

Aunado a ello, los médicos manifiestan que el tiempo es crucial para la recuperación de un paciente que haya sufrido un ictus, ya que durante los primeros seis meses el cerebro comienza a recuperarse y la terapia es la que aporta los estímulos necesarios.

Evidencias arrojan que en casos crónicos también se han presentado importantes mejoras que obedecen a la plasticidad cerebral.

Terapias de rehabilitación – Ictus y la intervención de Enfermería

Administración de fármacos según prescripción facultativa

Tratamiento de:

  • Hipertermia.
  • Alteraciones de la tensión arterial.
  • Dolor.
  • Trastornos metabólicos: hiperglucemia.
  • Antitrombótico (tratamiento antiagregante, tratamiento anticoagulante).
  • Neuroprotector.
  • Crisis epilépticas.
  • Síndrome confusional agudo y la agitación.
  • Complicaciones cardiacas (alteraciones ECG y de repolarización, arritmias, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, endocarditis infecciosa).
  • Complicaciones respiratorias: hipoventilación / broncoespasmo, tromboembolismo pulmonar agudo, infección respiratoria.
  • Infección del tracto urinario.
  • Manejo de las complicaciones hemorrágicas.
  • Re canalizadores en el Ictus isquémico: trombolisis intravenosa o sistémica, fibrinolisis intraarterial (con o sin embolectomía).
  • Fibrinolisis combinada (intravenosa e intraarterial).
  • Endovasculares sin fibrinolisis.
  • Hemorragia cerebral y subaracnoidea.
  • Valoración de la deglución.
  • Sondaje urinario si existiera retención, insuficiencia renal o insuficiencia cardíaca.
  • Profilaxis de la úlcera gastroduodenal de estrés.
  • Manejo de los pacientes alcohólicos o desnutridos.

Tratamiento quirúrgico

Las opciones quirúrgicas de uso en la prevención de más accidentes cerebrovasculares y/o para mejorar el flujo sanguíneo cerebral, incluyen:

  • Endarterectomía carotídea.
  • Stent carotídeo o intracraneal.
  • Angioplastia transluminal percutánea.
  • Revascularización cerebral: bypass de la carótida externa a la interna.

Diagnósticos de Enfermería

1.00102  Déficit de autocuidado: alimentación. Deterioro de la habilidad para realizar o completar las actividades de alimentación.

Terapias de rehabilitación – Ictus y la intervención de Enfermería

2.00108 Déficit de autocuidado: baño / higiene. Deterioro de la habilidad de la persona para realizar o completar por si misma las actividades de baño e higiene.

3.00109 Déficit de autocuidado: vestido / acicalamiento. Deterioro de la capacidad de la persona para realizar o completar por sí misma las actividades de vestido y arreglo personal.

4.00110 Déficit de autocuidado: uso del baño (WC). Estado en el que una persona presenta una incapacidad trastornada para realizar o completar actividades básicas de evacuación.

5.00126  Conocimientos deficientes (Especificar). Carencia o deficiencia de información cognitiva relacionada con un tema específico.

6.00155 Riesgo de caídas. Aumento de la susceptibilidad a las caídas que pueden causar daño físico.

7.00069 Afrontamiento inefectivo. Incapacidad para llevar a cabo una apreciación válida de los agentes estresantes para elegir adecuadamente las respuestas habituales, o para usar los recursos disponibles.

Terapias de rehabilitación – Ictus y la intervención de Enfermería

Los planes de cuidados estandarizados de enfermería suponen una herramienta muy útil para la profesión, aportando una mejor comunicación con los pacientes y entre los propios profesionales.

Al unir criterios y terminologías comunes y homogeneizar líneas de actuación y decisión en el área independiente de las enfermeras, se favorece la continuidad de los cuidados, se fomenta la formación para el desarrollo profesional y se facilita la aplicación del proceso enfermero en su aplicación y registro, llevándonos, todo ello, a una mejor práctica de los cuidados y a la adaptación de un modelo conceptual para su sistematización.

Con la aplicación de los planes de cuidados se reorientará tanto la clínica como la gestión de los servicios de salud, consiguiendo así mejorar la calidad de los cuidados de enfermería y, por extensión, la calidad de la atención sanitaria en general.

Terapias de rehabilitación – Ictus y la intervención de Enfermería

Ictus y la intervención de Enfermería

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Información del autor
  1. Lorena Plazas. Lic. en enfermería. Trabajo propio.
  2. https://www.enfermeriacantabria.com/enfermeriacantabria/web/articulos/7/49
  3. https://www.flickr.com/photos/bancimatgesinfermer/32112896238/in/album-72157696836488610/ Autoría: Ariadna Creus y Ángel García

Última actualización: [29/08/2024]

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