Este artículo fue tomado del material de lectura parte nº5 y de la asignatura: Enfermería en Salud Comunitaria I correspondiente a la licenciatura de enfermería.
Contenido
La resiliencia es un concepto actual que identifica las fortalezas de las personas para desarrollarse y construir una adecuada calidad de vida a pesar de las condiciones adversas. Las características de las personas resilientes son:
Se dice que una persona es resiliente cuando da cuenta de sus posibilidades, factores y mecanismos protectores que le permiten sobrevivir la adversidad (ej.: pobreza) y no sólo eso sino construir sobre su base de posibilidad y superarse. La persona resiliente percibe el peligro y rescata el desarrollo frente a la adversidad y el riesgo.
Tanto desde la carencia como desde la fortaleza el enfoque centra su atención en la familia como mediadora de la instancia de riesgo o de protección. Este enfoque se contrapone al de carencia ya que basa su estructura en las fortalezas.
Desde la carencia los padres fueron descritos como autoritarios, apáticos, depresivos, poco afectuosos y con débiles interacciones; entonces el niño era sometido a riesgos psicosociales donde la familia usaba códigos comunicacionales restringidos que perpetuaban la situación carencial.
El tipo de código que en el cual se produce la interacción entre personas es fundamental en las relaciones que establecen las personas entre sí. La familia, desde el enfoque de las fortalezas (enfoque de la resiliencia), también está señalada como transmisora de factores protectores que permiten enriquecer la vida de los hijos y brindarles conductas para lograr una adecuada calidad de vida.
El enfoque de la resiliencia se comprende a través de la interacción permanente de la persona y el medio. Los vínculos e interacciones tempranas de una persona se encuentran en la familia ya que esta permite las manifestaciones más primitivas de emociones y sentimientos. Pero esto no basta, sino que hay también que considerar las diferencias individuales.
Esto “abre la posibilidad de transformar la espontaneidad con la que surge en la pobreza el así llamado sujeto resiliente en la posibilidad de quiebre de la transgeneracionalidad de los patrones de conducta a los cuales se ven condenados los niños de la pobreza”.
La sociedad progresa incesantemente en la organización del Estado de Bienestar suponiendo este un concepto inclusivo de toda la población (sistema político, educacional, de salud, etc.). Se propone asegurar las condiciones mínimas de bienestar, pero los desarrollos tecnológicos y económicos tan acelerados traen aparejados la exclusión de una gran parte de la población a estos bienes sociales.
Esto dio lugar a la aceptación de la figura “sociedad de riesgo” y las víctimas de ello son quienes están excluidos del sistema social por la precariedad de las condiciones de vida. Los rápidos cambios que se generan en las vidas de las personas (empleo, desempleo, subempleo) provocan riesgos sociales/individuales que se convierten en:
La ciencia se plantea entonces el tratamiento de estos cuadros y, sobre todo, su detección temprana, prediciendo su aparición basándose en las condiciones adversas que provocan los factores de riesgo y las consecuencias en el desarrollo de niños y adolescentes.
Pero más allá de la ciencia, en muchos casos estos cuadros no aparecían y se observó que personas sometidas a situaciones de riesgo no sólo no los sufrían ni padecían sus consecuencias, sino que surgían de ellas fortalecidas.
Se produce en la formación de procesos sociales e intrapsíquicos. No se nace “resiliente” ni se adquiere naturalmente: depende de cualidades del proceso de interacción con otros, proceso que es el responsable de la construcción del psiquismo.
Los “pilares” necesarios para la resiliencia son:
Dentro de esa fuentes interactivas se habla del Tengo-Soy-Estoy-Puedo; desarrolladas así:
Tengo personas:
Soy:
Estoy:
Puedo:
La resiliencia abre un abanico de posibilidades; ya que enfatiza las fortalezas y aspectos positivos presentes en las personas. No se centra en las circunstancias que mantienen el alto riesgo sino que se preocupa por observar las condiciones que posibilitan un desarrollo sano y positivo.
La resiliencia es un concepto clave en el campo de la enfermería y juega un papel fundamental en cómo los profesionales de la enfermería afrontan los desafíos y el estrés asociados con su trabajo. La resiliencia se refiere a la capacidad de adaptarse, recuperarse y mantener un funcionamiento efectivo en situaciones difíciles o estresantes. En el contexto de la enfermería, la resiliencia es esencial debido a las demandas emocionales y físicas del trabajo y las interacciones con pacientes y sus familias.
Las formas en que la resiliencia se relaciona con la enfermería son las siguientes:
Afrontamiento del estrés: los profesionales de enfermería enfrentan situaciones estresantes, como enfermedades graves, pérdida de pacientes y cargas de trabajo intensas. La resiliencia les ayuda a manejar el estrés de manera efectiva, impidiendo el agotamiento y el desgaste emocional.
Adaptabilidad: en un entorno de atención médica en constante cambio, los enfermeros deben ser flexibles y capaces de adaptarse rápidamente a nuevas situaciones, procedimientos y protocolos. La resiliencia les permite ajustarse y mantener un alto nivel de rendimiento.
Empatía y cuidado: la resiliencia ayuda a los enfermos a mantener un equilibrio entre brindar cuidados empáticos a los pacientes y mantener la distancia emocional necesaria para proteger su propia salud mental.
Comunicación efectiva: la capacidad de comunicarse de manera efectiva con pacientes y sus familias es esencial en la enfermería. La resiliencia permite a los enfermos mantener una comunicación clara y positiva incluso en situaciones adversas.
Resolución de problemas: la resiliencia impulsa a los enfermeros a encontrar soluciones creativas y efectivas para los problemas que surgen en su trabajo diario, ya sea relacionado con el cuidado de los pacientes o con cuestiones operativas.
Desarrollo profesional: los enfermeros resilientes son más propensos a buscar oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional, lo que contribuye a mantenerse actualizados con las mejores prácticas y avances en el campo.
Cuidado personal: la resiliencia también implica el autocuidado. Los enfermeros resilientes son conscientes de la importancia de cuidarse a sí mismos física y emocionalmente, lo que reduce el riesgo de agotamiento y mejora su bienestar general.
Cómo citar este artículo:
• Plazas Mouriz, Lorena, (2021). “La resiliencia y enfermería ”. Blog: Enfermeria Buenos Aires
Última actualización: 17/01/2024
Esta publicación fue modificada por última vez el 10/01/2024 04:55
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