Exploración de los Pares Craneales: Guía Práctica para Enfermería
Exploración de los Pares Craneales
Este articulo esta relacionado al plan de estudios de la asignatura Procesos Biofisiológicos I; correspondiente a la Carrera de Licenciatura de Enfermería; Primer Semestre; Unidad 3; Universidad Nacional Autónoma de México; Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia.
Los pares craneales son 12 nervios esenciales que conectan el cerebro con estructuras clave de la cabeza, cuello y órganos internos. Su evaluación permite detectar alteraciones neurológicas, desde lesiones cerebrales hasta infecciones, lo que los convierte en una herramienta diagnóstica vital en enfermería. A continuación, exploraremos técnicas precisas, secuenciales y aplicables en entornos clínicos.
Introducción: Por qué importan los pares craneales
Los pares craneales regulan funciones críticas como la visión, el movimiento ocular, la masticación, la expresión facial y la deglución. Una exploración meticulosa ayuda a identificar problemas como accidentes cerebrovasculares, neuropatías diabéticas o tumores cerebrales. Para estudiantes de enfermería, dominar este examen significa adquirir una habilidad que combina observación aguda y conocimiento anatómico.
Evaluación Paso a Paso: Técnicas y Signos Clínicos
1. Nervio Olfatorio (CN I)
Objetivo: Evaluar el sentido del olfato.
Técnica: Pedir al paciente que cierre los ojos. Colocar sustancias aromáticas (café, limón) bajo cada fosa nasal, alternando lados.
Signo de alarma: Incapacidad para identificar olores, asociada a traumatismos craneales o tumores de lóbulo frontal.
2. Nervio Óptico (CN II)
Campo visual: Mover un dedo desde la periferia hacia el centro pidiendo al paciente que indique cuándo lo ve.
Agudeza visual: Usar una cartilla de Snellen o un periódico.
Reflejo fotomotor: Brillar una luz en cada ojo; observar la contracción pupilar directa y consensual.
3, 4 y 6: Nervio Oculomotor, Troclear y Abducens (CN III, IV, VI)
Movimientos oculares: Trazar una “H” con un objeto (ej. bolígrafo) y pedir al paciente que lo siga con la mirada.
Ptosis palpebral: Observar si el párpado superior está caído (señal de parálisis del CN III).
Nistagmo: Movimientos oculares involuntarios sugieren daño en tronco encefálico o cerebelo.
5. Nervio Trigémino (CN V)
Sensibilidad facial: Tocar frente, mejilla y mentón con un algodón y un alfiler, comparando lados.
Fuerza muscular: Pedir al paciente apretar los dientes; palpar los músculos maseteros.
Reflejo corneal: Tocar suavemente la córnea con un algodón; el parpadeo rápido indica normalidad.
7. Nervio Facial (CN VII)
Expresiones: Solicitar sonreír, levantar cejas o inflar mejillas. Asimetría sugiere parálisis de Bell o ACV.
Gusto: Aplicar sustancias dulces, saladas o ácidas en los 2/3 anteriores de la lengua.
8. Nervio Vestibulococlear (CN VIII)
Audición: Usar un diapasón (prueba de Rinne y Weber) o audiometría.
Equilibrio: Observar la marcha en línea recta; inestabilidad indica daño vestibular.
9 y 10: Glosofaríngeo y Vago (CN IX, X)
Reflejo nauseoso: Tocar la faringe con un depresor lingual; la elevación bilateral del paladar es normal.
Voz nasal: Indica debilidad palatina (ej. después de intubación).
11. Nervio Accesorio (CN XI)
Fuerza muscular: Pedir al paciente encoger hombros o girar la cabeza contra resistencia.
12. Nervio Hipogloso (CN XII)
Movilidad lingual: Solicitar sacar la lengua; desviación hacia un lado sugiere parálisis ipsilateral.
Funciones principales de cada par craneal
Los 12 pares craneales tienen funciones específicas esenciales para el funcionamiento del sistema nervioso. A continuación se detallan las funciones principales de cada par:
Nervio Olfatorio (I): Transmite los estímulos olfativos desde la nariz hasta el cerebro, permitiendo la sensación del olfato.
Nervio Óptico (II): Detecta la luz entrante y transmite los impulsos visuales desde la retina al cerebro, siendo vital para la visión.
Nervio Oculomotor (III): Controla el movimiento ocular, la elevación del párpado superior y regula el tamaño de la pupila.
Nervio Troclear (IV): Participa en el control de los movimientos oculares.
Nervio Trigémino (V): Es el nervio principal de la sensación facial y tiene funciones motoras en la masticación.
Nervio Abducens (VI): Controla los movimientos laterales de los ojos.
Nervio Facial (VII): Controla los músculos de la expresión facial y proporciona la sensación de sabor en los dos tercios anteriores de la lengua.
Nervio Vestibulococlear (VIII): Esencial para el equilibrio y la audición, transmitiendo información desde el oído interno al cerebro.
Nervio Glosofaríngeo (IX): Implicado en el gusto, la deglución y recoge información sensitiva de la faringe.
Nervio Vago (X): Regula funciones viscerales en el tórax y el abdomen, interviene en la deglución y transmite señales al sistema nervioso autónomo.
Nervio Accesorio (XI): Tiene una función principalmente motora, controlando algunos músculos del cuello y los hombros.
Nervio Hipogloso (XII): Fundamental para el movimiento de la lengua.
Estos pares craneales son cruciales para una variedad de funciones sensoriales, motoras y autonómicas, permitiendo la percepción de estímulos, el control de movimientos y la regulación de funciones corporales vitales.
Qué importancia tienen los pares craneales en la diagnóstico de enfermedades
Los pares craneales son fundamentales en el diagnóstico de enfermedades neurológicas debido a su conexión directa con el cerebro y su implicación en funciones sensoriales, motoras y autonómicas. Su exploración permite detectar alteraciones localizadas o sistémicas que pueden ser indicativas de diversas patologías. A continuación, se detalla su importancia en el diagnóstico:
1. Indicadores de Lesiones Localizadas
Cada par craneal tiene funciones específicas, y su disfunción puede señalar la localización precisa de una lesión en el sistema nervioso central:
Nervio óptico (II): Alteraciones como pérdida de visión o defectos en el campo visual pueden indicar neuropatía óptica, esclerosis múltiple o tumores cerebrales.
Nervios oculomotores (III, IV, VI): Problemas como diplopía (visión doble) o ptosis (párpado caído) pueden sugerir aneurismas intracraneales o lesiones en el tronco encefálico.
2. Detección de Enfermedades Sistémicas
Los pares craneales también reflejan condiciones sistémicas:
Parálisis facial (VII): Puede ser causada por infecciones como herpes zóster (síndrome de Ramsay Hunt) o enfermedades autoinmunes como la sarcoidosis.
Nervio glosofaríngeo y vago (IX, X): Alteraciones en la deglución o voz nasal pueden asociarse con enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica.
3. Herramienta para Diagnóstico Diferencial
La evaluación secuencial de los pares craneales ayuda a diferenciar entre trastornos neurológicos centrales y periféricos:
Neuropatías diabéticas: A menudo afectan los nervios oculomotores sin comprometer las pupilas.
Accidentes cerebrovasculares: Pueden causar disfunción unilateral en varios pares craneales dependiendo del área cerebral afectada.
4. Uso de Técnicas Avanzadas
En casos complejos, las pruebas de imagen como la resonancia magnética nuclear (RMN) son esenciales para confirmar diagnósticos sospechados durante la exploración clínica. Estas técnicas permiten identificar tumores, aneurismas o inflamaciones que afectan los nervios craneales.
5. Ejemplo Clínico
Un paciente con pérdida auditiva unilateral (VIII), debilidad facial (VII) y dificultad para tragar (IX, X) podría tener un schwannoma del ángulo pontocerebeloso, un tumor benigno que afecta múltiples pares craneales.
En resumen, los pares craneales son una herramienta clave para identificar enfermedades neurológicas y sistémicas. Su exploración clínica combinada con técnicas avanzadas permite un diagnóstico temprano y preciso, mejorando el pronóstico del paciente
Cuadro Resumen: Evaluación de los Pares Craneales
Par Craneal | Nombre | Pruebas Clave | Signos de Alerta |
I | Olfatorio | Identificación de olores | Anosmia (trauma, tumor) |
II | Óptico | Campimetría, agudeza visual | Pérdida visual, papiledema |
III, IV, VI | Oculomotor, Troclear, Abducens | Movimientos oculares en “H”, reflejo fotomotor | Ptosis, diplopía, nistagmo |
V | Trigémino | Sensibilidad facial, reflejo corneal | Anestesia en dermatomas, debilidad masticatoria |
VII | Facial | Expresiones faciales, prueba de gusto | Asimetría, parálisis de Bell |
VIII | Vestibulococlear | Pruebas auditivas, equilibrio | Hipoacusia, vértigo |
IX, X | Glosofaríngeo, Vago | Reflejo nauseoso, deglución | Disfagia, voz nasal |
XI | Accesorio | Movimiento de hombros/cuello | Debilidad en trapecio/esternocleidomastoideo |
XII | Hipogloso | Protusión lingual | Desviación lingual, atrofia |
La exploración de pares craneales no es solo un protocolo: es una ventana al sistema nervioso. Un hallazgo como la anisocoria (pupilas desiguales) podría indicar un aneurisma cerebral, mientras que la disartria (dificultad para hablar) apuntaría a daño del vago.
Como futuros enfermeros, dominar estas técnicas les permitirá intervenir ante emergencias, monitorizar progresos postquirúrgicos y educar a pacientes con condiciones crónicas. Recuerden: cada nervio cuenta una historia; su labor es descifrarla.
Ejemplo Clínico: Un paciente con diplopía (visión doble) y ptosis al seguir un objeto en “H” sugiere parálisis del oculomotor, posiblemente por compresión aneurismática. La acción inmediata incluiría neuroimágenes y derivación a neurología.
Información del Autor
Fuentes consultadas
- https://enfermeriabuenosaires.com/
- Tortora GJ, Derrickson B. Principios de Anatomía y Fisiología. 15ta ed. México: Médica Panamericana; 2018.
Última actualización: 18/03/2025

