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Enfermería de la Vejez

Valoración Geriátrica Integral

Tiempo de lectura: 7 minutos

Valoración Geriátrica Integral

Este articulo esta relacionado al plan de estudios de la asignatura Enfermeria de la Vejez; correspondiente a la Carrera de Licenciatura de Enfermería; Séptimo Semestre; Unidad 2, 3, 4; Universidad Nacional Autónoma de México; Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia.

¿Sabías que la Valoración Geriátrica Integral (VGI) puede prevenir hospitalizaciones innecesarias y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores? En la enfermería, aplicar una evaluación completa permite detectar a tiempo problemas de salud y proporcionar cuidados personalizados. Aprende cómo realizarla correctamente.

¿Qué es la Valoración Geriátrica Integral?

La Valoración Geriátrica Integral (VGI) es un proceso multidimensional y estructurado que evalúa la salud física, mental, funcional y social de un adulto mayor. Su objetivo es identificar problemas y establecer planes de cuidado que mejoren la autonomía y bienestar del paciente.

La VGI es clave para personalizar los tratamientos, evitar efectos adversos de medicamentos y optimizar los recursos sanitarios.

Componentes Claves de la Valoración Geriátrica Integral

1. Valoración Física

Evalúa el estado general del paciente, incluyendo:

  • Historial médico y revisión de patologías crónicas.
  • Evaluación nutricional.
  • Uso de medicamentos (polifarmacia y reacciones adversas).
  • Pruebas físicas: movilidad, fuerza y equilibrio.

2. Valoración Funcional

Determina el nivel de independencia del adulto mayor en:

  • Actividades básicas de la vida diaria (ABVD): aseo, alimentación, movilidad.

  • Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD): manejo financiero, preparación de comidas, uso del teléfono.

3. Valoración Cognitiva y Mental

Detecta alteraciones cognitivas y emocionales mediante:

4. Valoración Social

Considera el entorno y red de apoyo del paciente:

  • Situación familiar y vivienda.
  • Relación con cuidadores.
  • Acceso a servicios de salud y asistencia social.

Beneficios de la Valoración Geriátrica Integral

Aplicar la VGI aporta numerosas ventajas tanto para los pacientes como para el equipo de salud:

  • Detección precoz de enfermedades y factores de riesgo.
  • Mejor adherencia al tratamiento gracias a una atención personalizada.
  • Reducción de hospitalizaciones y complicaciones.
  • Mayor autonomía y calidad de vida.
  • Optimización de los recursos sanitarios.

Comparación entre Valoración Convencional y Valoración Geriátrica Integral

AspectoValoración ConvencionalValoración Geriátrica Integral
EnfoqueGeneralistaMultidimensional y personalizado
Evaluación de la funciónSuperficialDetallada (ABVD y AIVD)
Aspecto emocionalNo priorizadoEvaluado con escalas específicas
Enfoque socialMínimoConsidera red de apoyo y vivienda
Plan de cuidadoGeneralIndividualizado

¡Aplica la Valoración Geriátrica Integral en Enfermería!

Como estudiante de enfermería, dominar la VGI te permitirá ofrecer un cuidado de calidad, centrado en las necesidades reales del adulto mayor. Practicar su aplicación en escenarios clínicos contribuye a mejorar la atención geriátrica.

¿Cuáles son las ventajas de utilizar la VGI en comparación con el método tradicional?

La Valoración Geriátrica Integral (VGI) es un proceso diagnóstico multidimensional y que incluye varias disciplinas, utilizado para determinar el grado de deterioro del área médica, psicológica, funcional, social y familiar de una persona con edad avanzada, así como los recursos, con el fin de desarrollar un plan integral de pronóstico, tratamiento y seguimiento.

El enfoque de la VGI es rentable desde el punto de vista costo-efectivo en comparación con el método tradicional.

Si bien los resultados pueden variar, diversos estudios concluyen que la aplicación de la VGI en pacientes hospitalizados aumenta la supervivencia tras el alta, reduce la probabilidad de institucionalización y mejora la función cognitiva en comparación con aquellos que no la reciben.

Además, múltiples metaanálisis han demostrado que la VGI facilita la detección de problemas en adultos mayores. No obstante, los resultados en términos de mortalidad, duración de la hospitalización, reingreso e institucionalización pueden ser variables, dependiendo del entorno en el que se realice. En unidades hospitalarias de atención aguda y en residencias geriátricas, su beneficio ha sido demostrado de manera consistente.

Se recomienda realizar una Valoración Geriátrica Integral (VGI) en pacientes mayores de 70 años que presenten más de dos patologías, consuman tres o más medicamentos o manifiesten quejas relacionadas con problemas de memoria. Asimismo, se aconseja realizar una evaluación geriátrica integral al menos una vez al año en todos los adultos mayores, con especial énfasis en aquellos con enfermedad cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, deterioro cognitivo, inmovilidad o polifarmacia.

La Valoración Geriátrica Integral debe realizarse con respeto y considerando la dignidad del paciente. Para ello, se recomienda:

  • Dirigirse al paciente por su nombre y mantener contacto visual.
  • Evitar la infantilización, reconociendo su historia de vida y autonomía.
  • No asumir que tiene dificultades auditivas ni gritarle innecesariamente.
  • Utilizar un lenguaje claro y comprensible, sin hablar demasiado rápido.
  • Adaptar la evaluación a cada persona, reconociendo la individualidad y heterogeneidad de este grupo poblacional.
  • Considere que no existe un orden único ni elementos obligatorios en la valoración, ya que estos dependen de las necesidades y circunstancias de cada caso.
  • Ampliar la evaluación según sea necesario.

¿Cuál es la mejor forma de evaluar el deterioro cognoscitivo?

En la evaluación mental y psicoafectiva del adulto mayor, se recomienda analizar la presencia de deterioro cognitivo, demencia, delirio, depresión, ansiedad y trastornos del sueño.

El deterioro cognitivo se caracteriza por la pérdida o disminución de la función en diversos dominios neuropsicológicos y conductuales, como memoria, orientación, cálculo, comprensión, juicio, lenguaje, reconocimiento visual, conducta y personalidad, más allá de lo esperado según la edad y el nivel educativo.

La pérdida de memoria es un síntoma frecuente y puede tener diversas causas, por lo que el deterioro cognitivo se considera un síndrome geriátrico que debe ser evaluado en profundidad para determinar su alcance y, en su caso, diagnosticar demencia.

Según la Encuesta Nacional de Salud , aproximadamente el 7% de los adultos mayores presentan deterioro cognitivo y cerca del 8% padece demencia.

Para el diagnóstico de deterioro cognitivo leve (DCL), se recomienda el uso de los criterios de Petersen, que incluyen:

  1. Queja de deterioro de la memoria, referida por el paciente o por un informante confiable.
  2. Deterioro cognitivo objetivamente confirmado por un médico.
  3. Evaluación mediante pruebas neurocognitivas.
  4. Ausencia de repercusión en la realización de actividades de la vida diaria.
  5. No cumplir criterios clínicos para demencia según el DSM-5 ( Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición ).

Asimismo, se sugiere utilizar los criterios del DSM-5 para diagnosticar el trastorno neurocognitivo menor o DCL .

Para la detección temprana del deterioro cognitivo o la evaluación del grado de demencia, se recomienda utilizar el Mini Examen del Estado Mental (MMSE o Test de Folstein) Modificado como herramienta de cribado.

Otra prueba sencilla y rápida de aplicar es la Prueba del Dibujo del Reloj, que permite evaluar la función ejecutiva, la construcción visoespacial y otras habilidades cognitivas. Esta prueba ha sido validada en amplias muestras comunitarias para diferenciar entre pacientes con demencia y adultos sanos.

En cuanto a la evaluación por imágenes, la resonancia magnética (RM) es el estudio de elección en casos de sospecha de demencia. Sin embargo, si la RM no está disponible o existen contraindicaciones (prótesis metálicas, marcapasos, clavos intramedulares, etc.), la tomografía axial computarizada (TAC) puede ser útil para descartar lesiones ocupativas, grandes infartos o hidrocefalia.

¿Cuál es la mejor forma de evaluar el trastorno depresivo?

En los adultos mayores, el trastorno depresivo mayor suele manifestarse con síntomas inespecíficos, como pérdida de peso, insomnio, somatizaciones, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, anorexia y aislamiento social. Es importante destacar que la presentación clásica de la depresión es menos frecuente en esta población.

La depresión en el adulto mayor está vinculada a enfermedades crónicas y al uso de ciertos fármacos, que se consideran factores de riesgo para su desarrollo. Entre ellos se incluyen:

  • Enfermedad cerebrovascular.
  • Enfermedades neurodegenerativas.
  • Enfermedades cardiacas.
  • Pérdida sensorial auditiva o visual.
  • Enfermedad pulmonar crónica.
  • Trastornos metabólicos.
  • Neoplasias.
  • Enfermedades reumatológicas.
  • Uso de determinados fármacos.

El sedentarismo y la disminución de la actividad física también se asocian con mayores niveles de depresión, afectando con más frecuencia a las mujeres en los primeros años de la vejez. Sin embargo, a partir de los 80 años, la prevalencia se iguala entre hombres y mujeres.

Evaluación y diagnóstico

La Escala de Depresión Geriátrica (GDS) se considera una herramienta útil para la detección de la depresión en adultos mayores. Se considera un resultado positivo cuando:

  • Versión de 5 reactivos: 2 respuestas afirmativas.
  • Versión de 15 reactivos: 6 respuestas afirmativas.
  • Versión de 30 reactivos: 15 respuestas afirmativas.

Todas las versiones de esta escalada tienen un buen valor de diagnóstico, aunque se recomienda utilizar la versión de 15 reactivos para su equilibrio entre precisión y facilidad de aplicación.

Para confirmar el diagnóstico de trastorno depresivo mayor , se recomienda utilizar los criterios del DSM-5 ( Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición ).

¿Cuál es la mejor forma de evaluar el trastorno de ansiedad generalizada?

El trastorno de ansiedad generalizada se define como una sensación difusa y no placentera, acompañada de síntomas físicos como opresión en el pecho, taquicardia y sudoración. La ansiedad puede manifestarse de diversas formas, desde una sensación inexplicable de peligro inminente hasta una preocupación excesiva e infundada por múltiples aspectos de la vida, o el miedo irracional a una actividad u objeto.

En el adulto mayor, el diagnóstico del trastorno de generalizada es complejo, ya que a menudo se presenta con síntomas somáticos de ansiedad y está asociado a diversas condiciones médicas (comorbilidades), deterioro cognitivo, insomnio y cambios en las circunstancias de la vida.

Factores de Riesgo para Trastornos de Ansiedad

Se recomienda identificar los factores de riesgo más comunes en los adultos mayores, que incluyen:

  • Sexo femenino.
  • Presencia de enfermedades crónicas.
  • Vivir solo o ser divorciado.
  • Bajo nivel educativo.
  • Historial de eventos estresantes a lo largo de la vida.
  • Limitaciones físicas en las actividades de la vida diaria.
  • Rasgos de neuroticismo.

Evaluación y diagnóstico

Para el diagnóstico del trastorno de ansiedad en adultos mayores, se recomienda el uso del Inventario de Ansiedad de Beck. Este instrumento permite evaluar la gravedad de la ansiedad y hacer un seguimiento de la respuesta al tratamiento.

Se considera un resultado positivo cuando la puntuación es 21 o más. Además, su aplicación en cada valoración integral del paciente facilita la medición de cambios y la evolución del trastorno.

Fármacos Asociados con el Desarrollo o Exacerbación de la Ansiedad

Algunos medicamentos no psiquiátricos o neurológicos pueden afectar el sistema nervioso central y desencadenar o agravar la ansiedad en adultos mayores. Entre ellos se encuentran:

  • Fármacos simpaticomiméticos.
  • Broncodilatadores agonistas β2.
  • Metilxantinas.
  • Corticoesteroides.
  • Psicoestimulantes.
  • Agonistas dopaminérgicos.
  • Interferón.
  • Ciclosporina.
  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
  • Bloqueadores α1 (prazosina, terazosina).
  • Antipsicóticos (pueden causar acatisia).

Relación entre Ansiedad y Depresión

Existe una relación bidireccional entre el trastorno de ansiedad y la depresión en adultos mayores. Se estima que hasta el 50% de los pacientes con depresión también presentan ansiedad.

Debido a esta relación, se recomienda realizar un tamizaje para depresión con la Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage en pacientes con signos de ansiedad. La evaluación clínica debe incluir:

  • Antecedentes familiares de ansiedad.
  • Exploración física completa.
  • Evaluación del grado de funcionalidad.
  • Revisión de medicamentos prescritos y automedicados.
  • Identificación del consumo o abuso de sustancias.
  • Aplicación de escalas de tamizaje.
  • Estudios paraclínicos según sea necesario.

Ansiedad e insomnio

El insomnio suele ser un epifenómeno de los trastornos del estado de ánimo. Se ha observado que las personas con insomnio tienen 10 veces más riesgo de desarrollar depresión y 17 veces más riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad en comparación con aquellas que no presentan alteraciones del sueño.

Resumen Gráfico de la VGI

ComponenteAspectos Evaluados
FísicoHistorial médico, movilidad, nutrición, polifarmacia
FuncionalABVD y AIVD
Cognitivo y MentalMemoria, demencia, depresión
SocialRed de apoyo, entorno, acceso a servicios

Conclusión

La Valoración Geriátrica Integral es una herramienta fundamental en la enfermería geriátrica. Implementarla mejora la calidad de vida y optimiza los cuidados. ¡Empieza a aplicarla hoy mismo!


Información del Autor
  1. Plazas Lorena, trabajo propio. Enfermeria Buenos Aires
Fuentes consultadas
  1. https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/190GER.pdf

Última actualización: 10/03/2025

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Soy Lorena Plazas, licenciada en Enfermería y profesora en esta área. Con experiencia en Unidad de Cuidados Intensivos y Urgencias, también soy autora de la web "Enfermería Buenos Aires" y redactora de artículos académicos. Mi pasión radica en ofrecer cuidados humanizados y mejorar constantemente mis habilidades para brindar la mejor atención posible. ¡Gracias por estar aquí!

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