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Cuidados Basicos de Enfermeria Salud y Bienestar

Desinfectantes en el entorno hospitalario: usos, espectros y limitaciones

Tiempo de lectura: 5 minutos

Desinfectantes en el entorno hospitalario

En el entorno hospitalario, la elección adecuada del desinfectante es crucial para garantizar la bioseguridad. No todos los productos son aptos para todo tipo de superficies o usos clínicos.

A continuación, se describen los desinfectantes más empleados, sus espectros de acción, beneficios y principales limitaciones.

Compuestos yodados o derivados halogenados (Povidona yodada, tintura de yodo, alcohol yodado, solución de lugol)

Yodo 

La solución de yodo o sus derivados actúa oxidando el protoplasma microbiano. Su acción no es muy rápida, sino más bien moderada, y su duración escasa (unas tres horas).

Espectro: 

  • El yodo es un antiséptico bastante potente, bactericida, virucida y fungicida, que se utiliza también contra los protozoos.
  • En la actualidad se emplean los yodóforos (nuevas formas derivadas del yodo) en combinación con agentes tensoactivos, que disminuyen la tensión superficial y favorecen la penetración a través de la membrana del microorganismo.
  • La povidona yodada es el yodóforo más utilizado.
  • Se puede emplear en solución acuosa, en solución alcohólica o en scrub (solución jabonosa) para lavado.
  • Es un antiséptico de elección para la desinfección de la piel y el lavado de manos y mucosas.

Inconvenientes: 

  • Se inactivan en presencia de materia orgánica (sangre, pus, exudados, etc.).
  • En grandes dosis, puede irritar la piel y producir reacciones de sensibilización. 
  • Pueden enmascarar el aspecto y evolución de las heridas.
  • Por la posible absorción sistémica, su uso está contraindicado en lactantes. 
  • Dificultan el proceso de cicatrización de las heridas.
  • Deben protegerse de la luz.
Desinfectantes en el entorno hospitalario

Cloro y derivados (Hipocloritos, dióxido de cloro, cloramina T, isocianurato de sodio)

Cloro

Son los desinfectantes más usados tradicionalmente. Actúan oxidando las proteínas bacterianas e inactivando los ácidos nucleicos. Tienen un amplio espectro microbicida. Las soluciones de cloro no deben conservarse en envases destapados, pues el cloro se evapora y su concentración disminuye.

Espectro: 

  • Son bactericidas, virucidas, fungicidas, micro bactericidas, esporicidas y amebicidas. La mayor parte de las bacterias son sensibles al cloro en concentraciones inferiores a una parte por millón.
  • Se emplean, frecuentemente, como agentes de saneamiento en la desinfección de aguas, suelos, sanitarios y en la limpieza de ropa y, en general, de superficies y artículos no críticos. 
  • El componente más utilizado es la lejía (hipoclorito sódico) y, en forma sólida, el hipoclorito cálcico.

Inconvenientes:

  • Son inestables y muy sensibles a la luz y al calor.
  • Se inactivan en presencia de materia orgánica.
  • Corroen los metales, excepto el acero.
  • Son tóxicos en contacto con piel o mucosas.

Oxidantes (Peróxido de hidrógeno, permanganato potásico)

Son compuestos muy inestables que se descomponen fácilmente en oxígeno molecular y agua. El oxígeno se combina con las proteínas y oxida los ácidos nucleicos. Hoy en día están en desuso.

Espectro: 

  • Mientras liberan oxígeno, son germicidas, desodorantes y destructores de materias en putrefacción.
  • Son germicidas débiles y su efecto es fugaz cuando se aplica sobre heridas, ya que se descomponen rápidamente por la catalasa de los tejidos.
  • Son eficaces contra los gérmenes anaerobios y en la limpieza de heridas con tejidos esfacelados.

Inconvenientes: 

  • Se inactivan fácilmente en contacto con materia orgánica, aire y luz.
  • No deben utilizarse en heridas ya desbridadas y con tejido de granulación.
  • No deben emplearse en heridas profundas o cavidades cerradas sin salida para el oxígeno liberado.
  • El uso de agua oxigenada en la desinfección bucal provoca hipertrofia temporal de las papilas filiformes de la lengua.
  • El permanganato potásico ha sido desplazado por otros antisépticos más potentes.

Compuestos fenólicos

Fenol

El fenol es considerado como el antiséptico más antiguo. Fue introducido por Lister en 1867. Además, es considerado como el antiséptico patrón (el coeficiente fenólico es un método de valoración de la capacidad bactericida de un desinfectante, respecto al fenol; aunque hoy día existen otros métodos de valoración).

Se obtiene de la destilación del carbón. En la actualidad se emplean los derivados fenólicos. El fenol actúa como tóxico del protoplasma, destruyendo la pared celular y precipitando las proteínas celulares.

Solo algún derivado, como el hexaclorofeno, se emplea como antiséptico de la piel, aunque de forma restringida por su elevada absorción cutánea, que puede provocar neurotoxicidad.

Espectro: 

  • Se utilizan para la desinfección de superficies hospitalarias y elementos no críticos.
  • Son activos incluso en presencia de materia orgánica.
  • Sirven también para la desinfección de excreciones.
  • La evaluación de su eficacia muestra resultados contradictorios.

Inconvenientes: 

  • No deben utilizarse como antisépticos.
  • Pueden producir irritación e incluso necrosis en los tejidos.
  • Cuando se usaban como desinfectantes en unidades de recién nacidos, se observó más incidencia de hiperbilirrubinemia. Su uso está contraindicado en la limpieza de incubadoras.

Desinfectantes no antisépticos: precauciones y aplicaciones

Estos compuestos no deben aplicarse sobre tejidos vivos debido a su potencial citotóxico. Se utilizan exclusivamente en la desinfección de superficies y materiales no críticos.

Espectro y usos:

  • Eficaces en presencia de materia orgánica.

  • Útiles para desinfectar superficies, excreciones y materiales no críticos.

Inconvenientes:

  • No aptos como antisépticos.

  • Pueden causar necrosis tisular.

  • Asociados a hiperbilirrubinemia en neonatología.

  • Contraindicados para la limpieza de incubadoras.

Biguanidas: Clorhexidina

La clorhexidina es uno de los antisépticos más utilizados por su amplio espectro y bajo nivel de toxicidad.

Mecanismo de acción:

  • Lesiona la membrana bacteriana, inhibe enzimas y coagula proteínas.

  • Efecto rápido, persistente por más de 6 horas.

Espectro:

  • Activa frente a bacterias Gram positivas y negativas.

  • Segura en heridas extensas y en neonatos.

  • Usada en lavado de manos, antisepsia cutánea y oral.

Ventajas:

  • No irrita ni sensibiliza la piel.

  • Transparente: permite visualizar la evolución de heridas.

Limitaciones:

  • No se recomienda para desinfectar instrumental o endoscopios.

  • Incompatible con jabones amónicos.

  • Se inactiva con corcho y luz.

  • Manchas irreversibles al contacto con lejía.

Desinfectantes en el entorno hospitalario

Aldehídos: Formaldehído, Glutaraldehído y Ortoftaldehido

Formaldehído

Usos:

  • Vaporizaciones en cámaras cerradas para desinfección de grandes objetos.

Inconvenientes:

  • Alta toxicidad.

  • Actualmente en desuso.

  • Excluido como desinfectante en EE.UU. desde 1996.

Glutaraldehído

Características:

  • Activo frente a bacterias, virus, esporas y bacilos ácido-alcohol resistentes.

  • Utilizado como desinfectante de alto nivel (DAN) y como esterilizante químico.

Aplicaciones:

  • Endoscopios, equipos de anestesia y terapia respiratoria.

  • Se utiliza al 2 % con pH entre 7,5 y 8,5.

Precauciones:

  • Requiere ambientes ventilados y protección del personal.

  • El material tratado debe aclararse exhaustivamente.

Ortoftaldehido (OPA)

Ventajas:

  • Alta actividad microbicida y micobactericida.

  • Compatible con materiales delicados.

  • No es cancerígeno.

Inconveniente:

  • Costo elevado.

Conclusión

La selección de un desinfectante hospitalario debe considerar su espectro de acción, compatibilidad con los materiales y seguridad del paciente y del personal de salud.

Es esencial que el estudiante de enfermería conozca las características y limitaciones de cada agente para promover prácticas seguras y eficaces.

Cuadro explicativo: Comparativa de desinfectantes

Agente Espectro Usos principales Inconvenientes clave
Clorhexidina Gram + / Gram – Antisepsia cutánea y mucosa Incompatible con algunos jabones
Glutaraldehído Muy amplio Desinfección y esterilización Tóxico, requiere enjuague posterior
Ortoftaldehído Muy amplio Desinfección de alto nivel (DAN) Costo elevado
Formaldehído Esporicida Desinfección en cámaras cerradas Tóxico, obsoleto

Información del autor
  1. Enfermería Buenos Aires
Fuentes consultadas
  1. Pérez de La Plaza, Evangelina; Fernández Espinosa, A;  2013; Auxiliar de enfermería Técnicas básicas de enfermería; Higiene en el medio hospitalario;  Sexta edición; McGraw-Hill/Interamericana de España, S.L.

Última actualización: [ 29/04/2025 ]

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Escalas

Escala de Child-Pugh: Clasificación en la Cirrosis Hepática

Tiempo de lectura: 4 minutos

Escala de Child-Pugh

La escala de Child-Pugh es un sistema de clasificación utilizado ampliamente en la medicina para evaluar el pronóstico de las enfermedades hepáticas crónicas, especialmente la cirrosis hepática. Su objetivo es estimar la gravedad de la enfermedad y predecir la supervivencia del paciente, ayudando también a los médicos a determinar la necesidad de un trasplante de hígado u otras intervenciones terapéuticas.

Esta escala clasifica a los pacientes en tres categorías (A, B y C) según una serie de parámetros clínicos y bioquímicos.

La importancia de la escala de Child-Pugh en la cirrosis hepática

La cirrosis hepática es una condición en la que el tejido sano del hígado es reemplazado por tejido cicatricial, lo que dificulta el funcionamiento normal del órgano. Al ser una enfermedad crónica y progresiva, los médicos necesitan herramientas como la escala de Child-Pugh para evaluar su avance.

Esta clasificación permite a los profesionales de la salud tener una referencia clara del estado hepático del paciente, lo que facilita la toma de decisiones clínicas y terapéuticas.

El objetivo de este artículo es proporcionar una comprensión clara y profunda de cómo funciona la escala de Child-Pugh, cuáles son sus componentes y cómo se interpreta en el contexto clínico.

Componentes de la Escala de Child-Pugh

La escala de Child-Pugh evalúa cinco variables clave que ayudan a determinar el grado de disfunción hepática en los pacientes con cirrosis. Estas variables son:

  1. Bilirrubina.
  2. Albúmina sérica.
  3. Tiempo de protrombina o INR (Relación Normalizada Internacional).
  4. Ascitis (Acumulación de líquido en el abdomen).
  5. Encefalopatía hepática (Afectación cerebral debido a la insuficiencia hepática).

1. Bilirrubina

La bilirrubina es un pigmento que se forma durante la descomposición de los glóbulos rojos. Los niveles elevados de bilirrubina en sangre indican que el hígado no está funcionando adecuadamente. La escala de Child-Pugh evalúa la bilirrubina en función de los niveles en sangre del paciente:

  • Menos de 2 mg/dL (puntuación: 1)
  • 2-3 mg/dL (puntuación: 2)
  • Más de 3 mg/dL (puntuación: 3)

2. Albúmina

La albúmina es una proteína producida por el hígado, y su nivel en sangre es un buen indicador de la función hepática. Los pacientes con cirrosis hepática suelen tener niveles bajos de albúmina. Los valores utilizados en la escala son:

  • Más de 3,5 g/dL (puntuación: 1)
  • 2,8-3,5 g/dL (puntuación: 2)
  • Menos de 2,8 g/dL (puntuación: 3)

3. Tiempo de Protrombina o INR

El tiempo de protrombina mide la capacidad del hígado para producir proteínas necesarias para la coagulación sanguínea. Un tiempo prolongado sugiere que el hígado no está funcionando adecuadamente. En la escala de Child-Pugh, se evalúa de la siguiente manera:

  • Menos de 1.7 de INR (puntuación: 1)
  • 1,7-2,3 de INR (puntuación: 2)
  • Más de 2.3 de INR (puntuación: 3)

4. Ascitis

La ascitis es la acumulación de líquido en el abdomen, una complicación común en la cirrosis avanzada. La presencia y severidad de la ascitis se evalúa en la escala de Child-Pugh de la siguiente manera:

  • Sin ascitis (puntuación: 1)
  • Ascitis leve o controlada con tratamiento (puntuación: 2)
  • Ascitis severa o resistente al tratamiento (puntuación: 3)

5. Encefalopatía hepática

La encefalopatía hepática ocurre cuando el hígado no puede eliminar las toxinas del cuerpo, lo que afecta la función cerebral. Los grados de severidad de la encefalopatía hepática se clasifican en la escala de Child-Pugh así:

  • No hay encefalopatía (puntuación: 1)
  • Encefalopatía grado I-II (puntuación: 2)
  • Encefalopatía grado III-IV (puntuación: 3)
Escala de Child-Pugh

Clasificación según la Escala de Child-Pugh

Una vez que se evalúan todas las variables, se asigna una puntuación total que permite clasificar a los pacientes en una de las tres categorías siguientes:

  • Clase A (5-6 puntos): Cirrosis compensada con una mejor supervivencia.
  • Clase B (7-9 puntos): Cirrosis descompensada, con pronóstico intermedio.
  • Clase C (10-15 puntos): Cirrosis avanzada, con peor pronóstico y mayor riesgo de mortalidad.

Supervivencia estimada según la clase Child-Pugh

  • Clase A: Supervivencia de 85-100% a un año.
  • Clase B: Supervivencia de 60-80% a un año.
  • Clase C: Supervivencia de 35-45% a un año.

La escala de Child-Pugh, por tanto, no solo sirve para evaluar la severidad de la cirrosis, sino también para guiar a los médicos en cuanto al tratamiento adecuado y para considerar la necesidad de un trasplante hepático.

Limitaciones de la Escala de Child-Pugh

A pesar de su amplia utilización, la escalada de Child-Pugh tiene algunas limitaciones. No tiene en cuenta ciertos factores importantes como la edad del paciente, comorbilidades o complicaciones adicionales como la hipertensión portal.

Además, algunos de los parámetros evaluados, como la encefalopatía hepática, son subjetivos y dependen de la valoración clínica del médico, lo que podría introducir variabilidad en los resultados.

En años recientes, otras escalas como el Model for End-Stage Liver Disease (MELD) han ganado popularidad en la evaluación de pacientes con cirrosis, sobre todo porque el MELD se basa en datos más objetivos y es útil para priorizar a los pacientes en las listas de trasplantes.

Aplicaciones Clínicas de la Escala de Child-Pugh

La escala de Child-Pugh se utiliza principalmente en:

  1. Evaluación del pronóstico: Es una herramienta esencial para predecir la supervivencia de pacientes con cirrosis.
  2. Determinación del tratamiento: Los pacientes en la clase A pueden ser manejados con tratamiento médico, mientras que los de clase C suelen requerir trasplante hepático o cuidados paliativos.
  3. Clasificación en ensayos clínicos: Es utilizado para seleccionar pacientes para estudios de tratamientos nuevos.

Preguntas Frecuentes sobre la Escala de Child-Pugh

¿Qué significa estar en la clase A de la escala de Child-Pugh?
Estar en la clase A significa que la cirrosis está compensada y el hígado aún mantiene buena parte de su función, con una expectativa de supervivencia alta.

¿Qué indica la clase C en la escala de Child-Pugh?
La clase C indica una cirrosis avanzada o descompensada, con un alto riesgo de mortalidad a corto plazo. Generalmente, estos pacientes requieren intervención urgente, como trasplante de hígado.

¿Es la escala de Child-Pugh suficiente para evaluar la gravedad de la cirrosis?
Aunque es una herramienta útil, no es la única que se utiliza en la actualidad. El sistema MELD, por ejemplo, ha demostrado ser más preciso para ciertos aspectos, como la priorización en listas de trasplante.

¿Qué parámetros evalúan la escala de Child-Pugh?
Evalúa cinco parámetros: bilirrubina, albúmina, tiempo de protrombina (INR), ascitis y encefalopatía hepática.

¿Se puede revertir la cirrosis una vez diagnosticada?
La cirrosis no es reversible, pero su progresión puede ser detenida o ralentizada mediante tratamientos adecuados y cambios en el estilo de vida.

¿La escala de Child-Pugh se utiliza para otras enfermedades hepáticas?
Principalmente se usa en cirrosis, pero también puede aplicarse en otras enfermedades crónicas del hígado que afectan su función.


Información del Autor
  1. Plazas Lorena, Enfermera. Trabajo propio, Shock y su etiología; Enfermeria II; Universidad Maimonides; Argentina

Última actualización: [15/10/2024]

Categorías
Procedimientos de enfermería Dermatología Recursos

Escala PUSH: Valoración de Úlceras por Presión

Tiempo de lectura: 3 minutos

Escala PUSH

La Escala PUSH (Pressure Ulcer Scale for Healing) es una herramienta clínica utilizada para monitorizar la evolución de las úlceras por presión. Fue desarrollada para facilitar el seguimiento de la cicatrización de estas lesiones, que son comunes en pacientes inmovilizados o con movilidad reducida.

La Escala PUSH se enfoca en evaluar tres parámetros clave: el área de la úlcera, la cantidad de exudado (drenaje) y el tipo de tejido presente en la herida.

¿Qué es la Escala PUSH?

La Escala PUSH evalúa tres factores clave en las úlceras por presión:

  1. Área de la úlcera: Se mide en centímetros cuadrados (cm²), multiplicando la longitud y el ancho de la úlcera.
  2. Cantidad de exudado: Evalúa la cantidad de drenaje de la úlcera tras retirar el apósito, categorizando el exudado como nulo, ligero, moderado o abundante.
  3. Tipo de tejido: Clasifica el tejido presente en la úlcera, que puede variar desde tejido epitelial, tejido de granulación, hasta esfacelos (tejido muerto) o tejido necrótico.

Cada uno de estos factores recibe una puntuación que, sumada, da lugar a un puntaje total que indica el estado de la úlcera y su proceso de cicatrización. Un puntaje más bajo indica una mejoría en la curación de la úlcera, mientras que un puntaje más alto refleja un deterioro o una falta de progreso en la curación.

Interpretación y uso clínico de la Escala PUSH

El uso clínico de la Escala PUSH permite:

  • Monitoreo regular: Evaluar periódicamente la cicatrización de la úlcera para ajustar los tratamientos. Se recomienda realizar mediciones semanales o en intervalos regulares.
  • Evaluación de intervenciones terapéuticas: Los cambios en la puntuación de la escala pueden ayudar a determinar la efectividad de los tratamientos aplicados.
  • Comparación en el tiempo: Comparar el estado de las úlceras de un paciente en diferentes momentos, observando la evolución o el empeoramiento.
Escala PUSH

Componentes de la Escala PUSH

  1. Área de la herida: Se mide en centímetros cuadrados, multiplicando la longitud por la anchura. A mayor superficie, más grave es la lesión.

  2. Cantidad de exudado: Se refiere al drenaje que sale de la herida después de retirar el apósito. Puede clasificarse como: ninguno, ligero, moderado o abundante, lo que refleja la actividad y severidad de la úlcera.
  3. Tipo de tejido: Se evalúa el tipo de tejido presente en el lecho de la úlcera, desde tejido necrótico (tejido muerto) hasta tejido de granulación (tejido saludable que indica curación).

Cada uno de estos componentes se puntúa en una escala de 0 a 4, y la suma total refleja el estado de cicatrización de la úlcera. A menor puntuación, mejor evolución del proceso de curación.

Aplicaciones de la Escala PUSH

La Escala PUSH se utiliza principalmente en:

  • Clínicas y hospitales: Ayuda a los profesionales a realizar un seguimiento del progreso de las úlceras por presión y ajustar el tratamiento según sea necesario.
  • Centros de cuidados a largo plazo: El personal médico puede usar la escala para evaluar regularmente a pacientes de alto riesgo, especialmente aquellos que pasan mucho tiempo en cama o en sillas de ruedas.
  • Investigación clínica: Se emplea para evaluar la eficacia de diferentes tratamientos para las úlceras por presión, proporcionando datos cuantitativos sobre la evolución de las heridas.

Ventajas de la Escala PUSH

  • Sencillez y rapidez: La escala es fácil de usar y no requiere herramientas complicadas, lo que la hace accesible para su aplicación en diferentes entornos clínicos.
  • Estandarización: Proporciona una metodología estandarizada para la evaluación de la cicatrización de las úlceras, lo que facilita la comunicación entre los profesionales de la salud y permite comparaciones en diferentes estudios clínicos.

Limitaciones

  • Aplicación limitada: Aunque es eficaz para evaluar úlceras por presión, no es adecuada para otros tipos de heridas, lo que reduce su versatilidad.
  • Subjetividad: La evaluación del exudado y el tejido puede depender de la interpretación del evaluador, lo que podría llevar a variaciones en los resultados.

La Escala PUSH es una herramienta esencial para el seguimiento de úlceras por presión, optimizando el tratamiento y mejorando la calidad de vida de los pacientes al proporcionar una evaluación precisa y continua de la cicatrización. Sin embargo, para su uso óptimo, se recomienda que el personal médico reciba una capacitación adecuada.

Escala PUSH

Información del Autor
  1. Plazas Lorena, Enfermera. Trabajo propio, Shock y su etiología; Enfermeria II; Universidad Maimonides; Argentina

Última actualización: [11/10/2024]

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