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Farmacología Anestesiología Cuidados Paliativos

Seconal: Secobarbital – Barbitúrico

Tiempo de lectura: 3 minutos

Seconal – Secobarbital

El secobarbital es una droga perteneciente a la clase de los barbitúricos. El secobarbital deprime la actividad cerebral; su acción inhibitoria sobre el sistema nervioso es generalizada.

El secobarbital se indica a veces para tratar el insomnio (hasta por 2 semanas). Después de las dos semanas, el medicamento parece perder su efectividad. La formulación inyectable de secobarbital también se administra para inducir sueño, sobre todo antes de cirugía

Nombres comerciales: Seconal.

Secobarbital es un barbitúrico, un tipo de medicamento que se utiliza principalmente como sedante e hipnótico para inducir el sueño en casos de insomnio severo, y como premedicación antes de ciertos procedimientos quirúrgicos.

También se emplea en algunos casos como anticonvulsivo. Este medicamento actúa en el sistema nervioso central (SNC) al aumentar la actividad del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor que ayuda a reducir la excitabilidad neuronal, generando así efectos sedantes y somníferos.

Algunos puntos importantes a tener en cuenta sobre el secobarbital:

  1. Administración y dosificación: Generalmente se administra por vía oral en forma de cápsula. La dosis depende de la condición específica y de la prescripción del médico, ya que un exceso puede ser extremadamente peligroso.

  2. Efectos secundarios: Incluyen somnolencia, mareos, náuseas, dolor de cabeza y, en algunos casos, puede afectar la coordinación. En dosis altas, puede causar depresión respiratoria y cardiovascular.
  3. Riesgo de dependencia: Debido a su potencia, puede generar dependencia física y psicológica si se usa durante períodos prolongados. Además, el riesgo de sobredosis es alto, lo que ha limitado su uso en los últimos años.
  4. Interacciones: Tiene interacciones con otros depresores del SNC, como el alcohol, ciertos ansiolíticos y opioides, lo cual puede potenciar sus efectos sedantes de manera peligrosa.

En la práctica clínica actual, el uso de secobarbital ha disminuido debido al desarrollo de medicamentos más seguros, como las benzodiazepinas y ciertos medicamentos hipnóticos no barbitúricos, que presentan un menor riesgo de adicción y efectos adversos.

Dosis

Las dosis bajas van de 50 a 100 mg; las medias de 150 a 200 mg; las altas de 250 a 300 mg; y las letales sobrepasan el gramo sin tolerancia.

Administrados por vía parenteral, su efecto comienza inmediatamente y tiene una duración inferior a una hora; por lo que tienen un papel predominante en anestesia.

Los barbitúricos de acción intermedia o corta, tienen una liposolubilidad intermedia y se usan como ansiolíticos y sedantes. Los de acción larga, son relativamente poco liposolubles y se usan principalmente como anticonvulsivantes.

La dosis letal es variable y oscila entre 1 gramo para el Tiopental, 3 gramos para el Secobarbital, 5 gramos para el Fenobarbital y 10 gramos para el Barbital.

Secobarbital – barbitúrico – Seconal

Efectos adversos

  • Coma.
  • Colapso respiratorio.
  • Hipotensión.
  • Máximo efecto dentro de las primeras 4 horas.
  • Disminución de la motilidad gastrointestinal, produciendo un retraso en la absorción e íleon, el cual puede también progresar a la necrosis intestinal.
  • Hipotermia

Contraindicaciones

Porfiria, enfermedades del hígado, enfermedades del riñón, enfermedades respiratorias severas como asma severa, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) e historial de adicción al alcohol o las drogas.

El uso crónico de secobarbital se correlaciona con el desarrollo de tolerancia y dependencia.

Secobarbital – barbitúrico

Secobarbital – barbitúrico – Seconal

Información del autor
  1. Sumner Dj, Kalk J, Whiting B. Metabolism of barbiturate after overdosage. Br Med J 1975; 1: 335-342.
  2. Nollas Salas J. Hipnosedantes. En Marruecos L, Nogue Santiago y Nolla Joan. Toxicología clínica. Barcelona: Springer-Verlag Ibérica, 1993; 59-72.
  3. https://pxhere.com

Última actualización: [28/10/2024]

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Cuidados Paliativos

Suicidio asistido: Cómo es el proceso de muerte del Suicidio Asistido

Tiempo de lectura: 3 minutos

¿De qué trata la Ley de Suicidio Asistido?

Fue promulgada en Oregon en 1997 y permite a los residentes adultos en este estado que sufran enfermedades terminales poner fin a sus vidas a través de una auto-administración voluntaria de medicamentos letales, expresamente prescritos por un médico para tal fin.

Esta ley legaliza el suicidio asistido por un médico pero prohíbe específicamente la eutanasia, que es cuando un médico u otra persona administra directamente a alguien un medicamento para acabar con su vida.

Esta ley fue extremadamente controvertida cuando se promulgó, al punto que el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que el suicidio asistido no es un derecho constitucional pero que la cuestión debe ser analizada por cada estado.

Washington y Vermont han aprobado leyes casi idénticas que Oregon, y los tribunales de Nuevo México y Montana han otorgado a sus ciudadanos derechos similares.

Suicidio asistido – ¿Cómo es el proceso de muerte del Suicidio Asistido?

¿Cuáles son los requisitos?

  • Adulto de 18 años o más.
  • Ser competente. Es decir ser capaz de tomar y comunicar decisiones sobre el cuidado de su salud.
  • Tener una enfermedad terminal que llevará a la muerte dentro de seis meses.
  • Dos médicos deben de dictaminar una enfermedad letal al paciente y coincidir que tiene menos de seis meses de vida.

¿Cómo es el proceso de muerte?

En la mayoría de los casos se usan barbitúricos. Pueden usar secobarbitales, que es una droga que deprime la actividad cerebral, inhibe la acción del sistema nervioso y el centro respiratorio. O también el pentobarbital, que es un fármaco en forma de ácido o de sal.

Cuando un paciente está listo para morir primero es instruido para que tome una droga contra mareos, para reducir el riesgo de vómito. Una vez que toma el barbitúrico, se quedará inconsciente de 25 minutos a hora y media.

Suicidio asistido – ¿Cómo es el proceso de muerte del Suicidio Asistido?

¿Quién puede estar presente?

El paciente decide quién estará presente el día de su muerte. La ley no requiere la presencia de un médico cuando un paciente toma la medicación letal. Sin embargo, si el paciente lo desea, sí puede estar ahí, siempre y cuando sea el propio paciente quien tome la medicación.

¿Quién puede darle al paciente la prescripción bajo esta ley?

Los pacientes que cumplen con los criterios pueden solicitar una receta para la medicación letal de un médico con licencia en Oregon. El médico debe ser un doctor en medicina o en osteopatía con licencia para ejercer la medicina por la Junta de Examinadores Médicos del Estado de Oregon.

¿Cómo un paciente obtiene la receta del médico participante?

El paciente debe hacer dos peticiones orales al médico a cargo, separadas por al menos 15 días. También debe proporcionar una petición por escrito al médico, firmado por dos testigos, donde al menos uno no debe estar relacionado con el paciente.

Un médico de cabecera y un médico de consulta deben confirmar el diagnóstico y pronóstico del paciente, así como confirmar que el paciente es capaz de tomar esa decisión.

En caso de que alguno de los médicos creyeran que el paciente está afectado por algún trastorno psicológico, como depresión, el paciente debe ser referido a un examen psicológico.

El médico tratante deber informarle al paciente otras alternativas viables, como cuidados para sentir alivio, cuidado de hospicio y control del dolor.

Gracias por leer ¿Cómo es el proceso de muerte del Suicidio Asistido?

¿Cómo es el proceso de muerte del Suicidio Asistido?

Información del autor
  1. Univision
  2. [social_warfare]
  3. https://pxhere.com

Última actualización: [16/08/2024]

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Cuidados Paliativos

Suicidio asistido

Tiempo de lectura: 5 minutos

Suicidio asistido

El suicidio asistido significa proporcionar a una persona, de manera deliberada e intencional, los medios para que se suicide.

Significa que los médicos les darían a los pacientes sobredosis letales de medicamentos para que puedan acabar con su vida.

En 1994 los votantes de Oregón, Estados Unidos,  aprobaron la “Ley de Muerte Digna” que transforma el delito de asistencia al suicidio en un “tratamiento médico”. En los años siguientes se propusieron leyes similares en más de veinte estados. Todas y cada una de ellas fracasaron, hasta que en noviembre de 2008 los votantes del estado de Washington aprobaron una ley prácticamente idéntica a la de Oregón.

Oregon es uno de los cinco estados en EEUU donde la muerte con dignidad es legal.

Frases engañosamente tranquilizadoras como “muerte digna” y “ayuda para morir” les dieron a algunas personas la impresión de que estaban votando a favor de cuidados compasivos, un mejor control del dolor, y el derecho a prescindir de tratamientos médicos no deseados y excesivamente gravosos.

Hoy en día, un farmacéutico en Oregon o Washington puede dispensar una prescripción letal, acompañada de instrucciones de tomarla con un refrigerio ligero y alcohol para causar la muerte. Y el seguro de salud puede cubrir el costo del medicamento indicado.

El suicidio asistido como contención de costos

Las preocupaciones sobre los costos de la atención médica y la incertidumbre financiera general, junto con los graves debates sobre la limitación de la asistencia médica a los ancianos, están llegando a un punto de ebullición. Si se agrega el suicidio asistido al caldero, el resultado final puede ser doblemente mortífero.

El hacer del suicidio asistido un tratamiento médico le otorga el rango de una más entre las muchas opciones de tratamiento para ciertos problemas de salud.

Suicidio asistido

El costo del suicidio asistido

En cuanto a la relación costo-efectividad, el suicidio asistido difiere de otros tratamientos en un aspecto fundamental. Es sumamente económico y siempre lo puede cubrir el seguro de salud.

La fuerza de la gravedad económica puede llevar a que los pacientes se sientan más presionados a solicitar el suicidio asistido, y los médicos a indicarlo. Algunos pacientes en Oregón ya se han encontrado con esa realidad.

La historia de Barbara Wagner

En mayo de 2008, el médico le dio una mala noticia a Barbara Wagner, de 64 años, conductora de autobuses escolares jubilada. El cáncer, que durante dos años había estado en fase de remisión, había vuelto.

Pero también le dio una buena noticia. El médico le dio una receta para un medicamento que, según le dijo, probablemente retrasaría el desarrollo del cáncer y le alargaría la vida. Wagner se sintió aliviada por la noticia, y la tranquilizó el hecho de tener cobertura de asistencia médica por el Plan de Salud de Oregon (OHP, sigla en inglés).

Le avisaron por carta que el OHP no cubriría el costo del medicamento contra el cáncer que le habían recetado. Pero la carta iba más lejos. También le informaba que, aunque no cubriría el medicamento recetado, sí cubriría todos los costos de un suicidio asistido.

Este caso solo se supo porque ella se lo contó a un canal de televisión local de Oregón. Wagner dice que le dijo a OHP:

“¿Y ustedes quién se creen? ¡Están diciendo que pagarán lo que cueste mi muerte, pero que no pagarán para que tal vez pueda vivir más tiempo!”.

El de Wagner no era un caso aislado. Otros pacientes recibieron cartas parecidas. Después del escándalo público por la historia de Wagner, un vocero de OHP dijo que las cartas fueron un grave error de relaciones públicas. Dijo que en el futuro los funcionarios del seguro “tomarán el teléfono y conversarán” para evitar que la decisión quede por escrito.

Pero muy pronto sus esperanzas se hicieron añicos.

La expansión es inevitable

Tanto las leyes de Oregón como las de Washington limitan el suicidio asistido a adultos con enfermedades terminales, en pleno uso de sus facultades mentales y que deben poder administrarse a sí mismos los medicamentos letales.

Pero la autonomía personal y el poner fin al sufrimiento fueron las dos razones principales que se dieron originalmente para permitir el suicidio asistido.

Esas razones, por sí mismas, requieren lógicamente que la práctica no se limite a los adultos con enfermedades terminales, en pleno uso de sus facultades mentales y que por casualidad sean capaces físicamente de administrarse los medicamentos.

Consideraciones importantes

  • Si la autonomía personal es el fundamento para permitir el suicidio asistido:
    ¿Por qué una persona solo tendría autonomía personal cuando se le diagnostica (o se le diagnostica por error) un problema de salud terminal?
  • Si se proclama con fuerza de ley que el suicidio asistido es una buena solución al problema del sufrimiento humano, entonces el limitarlo a los moribundos,
    ¿Acaso no es cruel y también poco razonable?
  • Si poner fin a una corta vida de sufrimiento es bueno, ¿Acaso no es mejor poner fin a una larga vida de sufrimiento?
  • Una vez que se transforma al suicidio asistido de algo malo que se debe evitar en algo bueno que se debe facilitar:
    ¿No queda claro que las “garantías” iniciales pasarán a ser consideradas obstáculos a vencer?
  • ¿Con qué fundamento se podría negar un “tratamiento” médico bueno y compasivo a los que sufren afecciones crónicas?
  • ¿O a los niños?
  • ¿O a aquellas personas que nunca han estado o ya no están en pleno uso de sus facultades mentales?
  • Si se considera que una dosis letal de medicamentos es un buen tratamiento médico, ¿Acaso el requisito de la autoadministración no es tanto ilógico como excesivamente restrictivo?
    ¿Qué pasa con la persona que está discapacitada físicamente y no se puede administrar la dosis letal?
    ¿Y hay algún otro medicamento que un médico pueda recetar pero no administrar a un paciente?
  • De hecho, quienes encabezan el movimiento a favor del suicidio asistido han reconocido que leyes tales como las de Oregón y Washington son solo un “primer paso” hacia el logro de su programa de muerte, para personas de cualquier edad y por cualquier motivo.

¿Qué se puede hacer?

  • ¿Queremos tener una sociedad en la que el suicidio asistido sea común, en la que se lo considere normal?
  • ¿Queremos pasar de una situación en la que la gente al principio se horroriza del suicidio asistido, pero después lo tolera y finalmente lo acepta?
  • ¿Queremos llegar a una época, en el futuro no muy lejano, en la que nos sintamos culpables por no elegir el suicidio asistido?

Eso es lo que le estaremos dejando a la próxima generación si no impedimos ahora mismo la propagación del suicidio asistido.

Muchas personas en Oregón y Washington, incluyendo las que votaron a favor de la ley de “muerte digna”, no tenían la menor idea de sus implicaciones.

Todos debemos ayudar a que los demás comprendan lo que la legalización del suicidio asistido realmente significa. Esa es la única forma de poder impedir su propagación.

Debemos trabajar para impedir que el suicidio asistido se vuelva la forma estadounidense de morir. No solo nuestra vida sino también la de nuestros hijos y nietos dependen de ello.


Información del autor
  1. Rita L. Marker es abogada y directora ejecutiva de la International Task Force on Euthanasia and Assisted Suicide (Grupo de Trabajo Internacional sobre Eutanasia y Suicidio Asistido).
  2. Traducción: Marina A. Herrera, Ph.D.

Última actualización: [13/08/2024]

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Farmacología Anestesiología Cuidados Paliativos

Pentobarbital: Anticonvulsivante

Tiempo de lectura: 2 minutos

Pentobarbital: Anticonvulsivante – Acciones

  • Hipnosedante.
  • Anticonvulsivante.

Como el resto de los barbitúricos, actúa como depresor “no selectivo” del SNC y su acción parece estar relacionada con la capacidad de aumentar o mimetizar la acción inhibidora sináptica del ácido gamma aminobutírico (GABA).

Indicaciones

El pentobarbital es un barbitúrico que actúa como un depresor, o sedante, que se usa a corto plazo para tratar el insomnio.

El pentobarbital también se usa como un tratamiento de emergencia para las convulsiones y para hacer que los pacientes se duerman para la cirugía .

El pentobarbital, utilizado como poderoso anestésico, es mortal a partir de los 5 gramos.

En el vaso que tomó Josiane (Paciente que pidió el suicidio asistido) había más de 10 gramos. La paciente lo ingirió. Cinco minutos después comenzó a bostezar. Y se recostó en su cama.

Nombres comerciales:  Nembutal, Repocal, Sopental, Pentosol

Sopental

Más información sobre Sopental

Los barbitúricos son productos sintéticos que derivan del ácido barbitúrico obtenido por Bayer en 1863. El primer barbitúrico introducido en terapéutica a principios de este siglo, fue el barbital.

Pentobarbital

Dosis

  • Dosis altas de barbitúricos de acción ultracorta conducen a la anestesia.
  • Dosis medias de barbitúricos de acción intermedia y corta, les hacen actuar como somníferos o hipnóticos.
  • Dosis bajas de barbitúricos de acción prolongada les hacen actuar como sedantes.
  • Pentobarbital se administra como inyección en un músculo o una vena.
  • Cuando se inyecta en una vena, pentobarbital debe administrarse lentamente.

Vías de administración 

  • IM
  • IV

Efectos adversos

Confusión, alucinaciones; respiración débil o profunda; pulso débil; paro cardíaco lento.

Los barbitúricos producen un amplio espectro de depresión del SNC, desde una sedación leve hasta el coma, y han sido utilizados como sedantes, hipnóticos, anestésicos, y anticonvulsivos.

La principal diferencia entre muchos de estos productos, es la rapidez con la cual producen el efecto y por cuánto tiempo persiste ese efecto. Los mismos se clasifican en acción ultra corta, corta, intermedia y prolongada.

Pentobarbital

Pentobarbital

En conclusión, el uso de Pentobarbital presenta una serie de consideraciones importantes a tener en cuenta. Si bien puede ser efectivo en ciertos casos médicos, su potencial para el abuso y los efectos secundarios graves requieren una cuidadosa supervisión y seguimiento. Es fundamental que los profesionales de la salud evalúen cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de prescribir este medicamento.

Como lectores, los invitamos a compartir sus opiniones y experiencias en la sección de comentarios de este blog. ¿Has tenido alguna experiencia personal relacionada con el uso de Pentobarbital? ¿Qué piensas sobre su uso en la práctica médica? Esperamos con interés leer sus reflexiones y generar un diálogo enriquecedor sobre este tema.

¡No dudes en participar y dejar tu comentario! Juntos podemos aprender y profundizar en nuestra comprensión de este medicamento y su impacto en la salud.


Información del autor
  1. psicofarmacos.info

Última actualización: [24/01/2025]

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