height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=336026078535093&ev=PageView&noscript=1"
Categorías
Técnicas Procedimientos de enfermería

💉Aprende a leer y usar jeringas con precisión clínica

Tiempo de lectura: 4 minutos

Aprende a leer y usar jeringas

En la práctica de enfermería, el uso de jeringas es una acción cotidiana, pero crítica. Una medición incorrecta puede comprometer la eficacia de un tratamiento o poner en riesgo al paciente. Por eso, es fundamental conocer cómo leer correctamente una jeringa y realizar una carga precisa del medicamento.

Este artículo te enseñará paso a paso cómo interpretar las marcas en distintos tipos de jeringas y cómo utilizarlas de forma adecuada, con ejemplos concretos y advertencias clave para la seguridad clínica.

¿Cómo leer las mediciones en una jeringa?

Aunque parezca sencillo, leer una jeringa requiere atención. Existen diferentes tipos de jeringas, con distintas escalas e incrementos, no siempre expresados en mililitros (ml).

Verifica siempre el sistema de unidades

  • La mayoría de las jeringas están marcadas en mililitros (ml).

  • Algunas (como las de insulina) usan “unidades”, no volumen.

  • Otras pueden tener marcas dobles (ml y cucharaditas), lo que puede causar confusión.

Siempre usar una jeringa que esté marcada en la unidad que necesitas usar. Nunca adivines.

Revisar las unidades en la jeringa

Interpreta los diferentes tipos de escalas

Ejemplo 1:
Una jeringa con marcas grandes cada 2 ml (2, 4, 6). Entre ellas:

  • Una línea mediana representa 3 ml (la mitad).

  • Cuatro líneas pequeñas entre cada número = cada una representa 0,2 ml.
    Así, entre 2 ml y 4 ml hay líneas para 2,2 / 2,4 / 2,6 / 2,8 / 3,0 / 3,2 / 3,4…

Ejemplo 2:
Jeringas con marcas cada 1 ml (1, 2, 3…)

  • Línea mediana: indica 0,5 ml (1,5 – 2,5 – etc.)

  • Cuatro líneas pequeñas entre cada número: indican 0,1 ml cada una.

Si necesitás medir 2,3 ml, buscá la tercera línea pequeña después del número 2.

Cómo usar una jeringa con precisión

Sujeción correcta

Sostener la jeringa por las alas laterales del cilindro (anillo de soporte). Esto evita que tus dedos:

  • Interfieran con la lectura de las marcas.

  • Aporten calor que pueda alterar líquidos sensibles.

Técnica para cargar el volumen deseado

  1. Usar una jeringa más grande que el volumen a medir. Ejemplo: para 3 ml, usá una jeringa de 5 ml.

  2. Aspirar más líquido del que necesitas.

  3. Deslizar el émbolo hasta que el borde inferior coincida con la marca exacta.

Nunca uses la parte superior del émbolo como referencia. Solo cuenta el borde que toca el líquido.

Sin importar el tipo de jeringa que utilices, siempre observa la parte del émbolo que se encuentre más cerca de la punta cuando vayas a interpretar la medición. Esta será la parte que estará en contacto con el líquido que vas a medir.

La parte del émbolo más cercana a la parte superior de la jeringa es irrelevante, y no está diseñada para usarse como una referencia en la medición.

Advertencias clave para evitar errores

  • No uses jeringas marcadas en unidades distintas a las requeridas.

  • Si la jeringa tiene doble escala, usa solo una y evita combinar líneas de distintas unidades.

  • Para medidas intermedias, estimá cuidadosamente entre las marcas (por ejemplo, 3,3 ml entre 3,2 y 3,4 ml).

Interpretar las mediciones en una jeringa que se encuentra marcada en incrementos consecutivos

Cuadro resumen: Lectura y uso correcto de jeringas

Elemento Descripción
Unidad más común Mililitros (ml)
Escalas habituales De 1 ml, 2 ml, 5 ml, 10 ml o más
Subdivisiones frecuentes 0,5 ml – 0,2 ml – 0,1 ml según el modelo
Interpretación correcta del volumen Borde inferior del émbolo (en contacto con el líquido)
Sujeción ideal Alas del cilindro (evita interferencias en la lectura)
Errores frecuentes Leer desde parte incorrecta del émbolo o mezclar escalas

Conclusión: la precisión es parte del cuidado

Medir correctamente el volumen en una jeringa es una habilidad básica, pero imprescindible en la práctica de enfermería. Una mala lectura puede significar una dosis insuficiente o excesiva, afectando directamente la seguridad del paciente.

Incorporar una técnica rigurosa desde la formación es parte del compromiso profesional con el cuidado seguro, la farmacología clínica y el desarrollo de una práctica basada en evidencia.

¿Querés seguir formándote en farmacología segura?

Te invito a revisar más contenidos sobre técnicas inyectables, reconstitución de medicamentos y administración segura en nuestro blog Enfermería Buenos Aires.

Aprende a leer y usar jeringas: Cuenta las líneas marcadas en la jeringa que se encuentran organizadas en incrementos de números pares.

Información del Autor
  1. Plazas Lorena. Enfermera. Trabajo propio.
Fuentes consultadas
  1. Webb Adele; 2016; Procedimientos en Enfermeria; 2da edicion; Nursing Procedures Made Incredibly Easy!, 2.a ed.,Philadelphia.

Última actualización: [ 18/04/2025 ]

Categorías
Técnicas Cardiología Procedimientos de enfermería

Cómo bajar la Presión Arterial en minutos desde Casa

Tiempo de lectura: 5 minutos

Cómo bajar la Presión Arterial

La hipertensión arterial es uno de los desafíos más frecuentes en la práctica clínica diaria. Puede presentarse de forma silenciosa o con síntomas como cefalea, palpitaciones o sensación de mareo. En escenarios domiciliarios, especialmente ante la ausencia de medicación inmediata, saber cómo reducir la presión arterial en minutos puede marcar una gran diferencia.

Este artículo está diseñado para estudiantes de enfermería que desean comprender el abordaje práctico, fisiológico y clínico de esta situación. Exploraremos mecanismos fisiológicos, estrategias no farmacológicas, indicaciones clave, y abordajes de urgencia desde el hogar.

¿Qué es la presión arterial y por qué puede elevarse?

La presión arterial (PA) es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Se expresa mediante dos cifras:

  • Sistólica (máxima): cuando el corazón se contrae.

  • Diastólica (mínima): cuando el corazón se relaja.

Los valores normales son:

  • Sistólica: entre 90 y 120 mmHg.

  • Diastólica: entre 60 y 80 mmHg.

Las causas más comunes de hipertensión aguda incluyen:

  • Estrés emocional intenso.

  • Consumo excesivo de sal.

  • Estimulantes (café, bebidas energéticas).

  • Dolor agudo.

  • Olvido de medicación antihipertensiva.

Técnicas rápidas y efectivas para bajar la presión arterial en casa

Aunque el manejo farmacológico es esencial en muchos casos, existen intervenciones no farmacológicas con resultados inmediatos:

1. Respiración diafragmática profunda

Instruya al paciente a inhalar lenta y profundamente por la nariz (5 segundos), mantener el aire (2 segundos), y exhalar por la boca (5 segundos). Repetir por 5-10 minutos.
Esto activa el sistema parasimpático, disminuye la frecuencia cardíaca y relaja los vasos sanguíneos.

Respiración diafragmática profunda

2. Inmersión de pies en agua tibia

Colocar los pies en una palangana con agua a 38–40°C durante 10-15 minutos produce vasodilatación periférica, lo cual reduce la resistencia vascular.

3. Ejercicio isométrico moderado

Ejemplo: apretar una pelota antiestrés durante 2 minutos con pausas de 30 segundos. Este tipo de contracción estimula la vasodilatación refleja.

4. Evitar estímulos estresores inmediatos

Silenciar teléfonos, reducir luces, evitar conversaciones intensas y usar música relajante puede ayudar a modular el sistema nervioso autónomo.

5. Técnica del reflejo vagal

Beber un vaso de agua fría de golpe puede estimular el nervio vago. En ciertos casos, también se puede aplicar un paño frío en el rostro. Este reflejo disminuye la presión por activación vagal.

Escuchar música relajante por 30 minutos todos los días puede ayudar a bajar la presión arterial, especialmente si se hace junto con técnicas de respiración profunda y con medicamentos para la hipertensión.

  • Elige música relajante, como música clásica, celta o de la India.
  • Estudios muestran que después de una semana, tu lectura sistólica puede bajar 3,2 puntos.
Escuchar música

Bajar la presión arterial con medicación

El tratamiento con fármacos antihipertensivos constituye una herramienta clave para el control efectivo de la presión arterial, especialmente en pacientes con hipertensión sostenida o severa. A continuación, se describen los grupos principales de medicamentos utilizados y su mecanismo de acción:

Diuréticos

Los diuréticos favorecen la eliminación de sodio y agua a través de la orina. Al reducir el volumen circulante y eliminar sodio —un mineral fuertemente implicado en la retención de líquidos y la elevación de la presión—, se logra una disminución significativa de la presión arterial. Son comúnmente empleados como primera línea en muchos esquemas terapéuticos.

  • Ejemplo: Hidroclorotiazida

  • Nombre comercial: Esidrex

Diuréticos

Bloqueadores de canales de calcio

Este grupo de medicamentos actúa impidiendo la entrada de calcio a las células musculares lisas del corazón y de las arterias. El calcio, al ingresar, favorece la contracción y rigidez de las paredes vasculares. Al bloquear este ingreso, los vasos sanguíneos se relajan y se dilatan, permitiendo que la sangre fluya con menor resistencia y, por ende, reduciendo la presión arterial.

Bloqueadores de canales de calcio

Vasodilatadores

Los vasodilatadores actúan relajando directamente el músculo liso de las paredes vasculares, sin influir en el sistema nervioso ni en el balance de electrolitos. Esta relajación provoca una dilatación de los vasos sanguíneos, facilitando el paso de la sangre y disminuyendo la presión ejercida sobre las paredes arteriales.

  • Ejemplo: Hidralazina

  • Nombre comercial: Apresolina

Vasodilatadores – Cómo bajar la Presión Arterial

Bloqueadores alfa-beta combinados

Este tipo de medicamentos combina los efectos de los bloqueadores alfa (que relajan los vasos sanguíneos) y los bloqueadores beta (que reducen la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción).

Son especialmente útiles en hipertensión severa o en crisis hipertensivas, ya que ofrecen una acción más rápida y efectiva, disminuyendo la resistencia vascular y el gasto cardíaco al mismo tiempo.

  • Ejemplo: Labetalol

  • Nombre comercial: Trandate

Bloqueadores alfa-beta combinados

Cuándo se debe buscar ayuda médica inmediata

No todo episodio de hipertensión se puede manejar en casa. Es fundamental reconocer los signos de alarma:

  • Presión sistólica ≥180 mmHg o diastólica ≥120 mmHg.

  • Dolor torácico.

  • Alteración de la visión.

  • Disnea.

  • Déficit neurológico (habla arrastrada, debilidad).

En estos casos, la atención médica es urgente.

Casos clínicos breves: aplicando el conocimiento

Caso 1
Paciente de 56 años. PA: 160/100. Se siente nervioso tras una discusión familiar.
Intervención: respiración profunda + ambiente tranquilo.
Resultado: PA a 140/85 en 15 minutos.

Caso 2
Paciente de 70 años, con historia de hipertensión. PA: 178/112. Sin síntomas.
Intervención: agua tibia en pies + respiración guiada.
Resultado: PA a 155/95. Se indicó control médico posterior.

Educación al paciente: ¿Qué deben saber los cuidadores y familiares?

El rol del enfermero no termina en la intervención inmediata. También debe ofrecer educación clara y accesible:

  • Medir la PA con técnica adecuada.

  • Reconocer síntomas de urgencia.

  • Saber actuar sin alarmar al paciente.

  • Tener un botiquín básico con tensiómetro, medicamentos indicados y agua fría.

Cuadro de síntesis: Estrategias rápidas para bajar la presión arterial

Técnica Tiempo estimado Efecto principal
Respiración profunda 5-10 min Activa sistema parasimpático
Agua tibia en pies 10-15 min Vasodilatación periférica
Ejercicio isométrico suave 2-3 min Reducción de resistencia vascular
Ambiente relajado Inmediato Disminuye respuesta simpática
Estimulación vagal (agua fría) 1-2 min Activación vagal, reducción de PA

Conclusión

Bajar la presión arterial en minutos desde casa es posible, siempre que se actúe con conocimiento, técnica y serenidad. Las maniobras no farmacológicas son herramientas efectivas que los enfermeros pueden utilizar y enseñar, especialmente cuando se actúa de forma preventiva o en contextos donde los medicamentos no están disponibles.

Sin embargo, estas acciones no reemplazan el tratamiento médico integral. Son estrategias complementarias y educativas, vitales en el rol del profesional de enfermería para brindar seguridad, contención y educación al paciente y su entorno.


Información del Autor
  1. Plazas Lorena. Enfermera. Trabajo propio.
Fuentes consultadas
  1. Castells Molina, S; Hernández Pérez, M; 2012; Farmacología en enfermería 3.ª edición; Fotoletra S.A.; España.

Última actualización: [ 18/04/2025 ]

Salir de la versión móvil