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UTI Unidad de Cuidados Intensivos y Coronarios

Causas de fiebre en la UCI – ⚡ 7 Causas Comunes de Fiebre

Tiempo de lectura: 8 minutos

Causas de fiebre en la UCI

La fiebre es una respuesta fisiológica común en los pacientes ingresados ​​en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Aunque puede ser un signo de infección, también puede tener otras causas no infecciosas, lo que complica el diagnóstico y manejo clínico.

Este artículo detalla las principales causas de fiebre en la UCI, ofreciendo una visión integral y académica para médicos, enfermeros y profesionales de la salud interesados ​​en el manejo de pacientes críticos.

Fiebre en la UCI

La fiebre en la UCI puede clasificarse en dos categorías principales: infecciosas y no infecciosas. Ambas requieren una evaluación exhaustiva para garantizar un tratamiento oportuno y adecuado. Cualquier afección capaz de desencadenar una respuesta inmunitaria puede causar fiebre.

En la Imagen 1 se citan las afecciones habituales que se asocian a fiebre hospitalaria (nosocomial) en las UCI médico quirúrgicas generales.

1. Infecciones nosocomiales

Las infecciones adquiridas en el hospital, como neumonía asociada a ventilación mecánica, infecciones del tracto urinario relacionadas con catéteres y bacteriemia, son causas comunes de fiebre en la UCI. Estas infecciones son particularmente peligrosas debido a la resistencia antimicrobiana.

Factores de riesgo:

  • Uso prolongado de dispositivos invasivos.
  • Deficiencia inmunológica en pacientes críticos.
  • Procedimientos quirúrgicos recientes.

Manejo clínico:

  • Cultivos microbiológicos para identificar el patógeno.
  • Inicio de terapia antimicrobiana empírica ajustada según resultados.
  • Retire temprano de dispositivos invasivos cuando sea posible.

2. Fiebre de origen desconocido (FUO)

En la UCI, hasta un 30% de los episodios febriles pueden clasificarse inicialmente como fiebre de origen desconocido. Este diagnóstico requiere descartar infecciones, enfermedades autoinmunes y neoplasias.

Diagnóstico del protocolo:

  • Historial clínico detallado.
  • Uso de biomarcadores inflamatorios (PCR, procalcitonina).
  • Estudios de imagen, como tomografía computarizada.

3. Reacciones farmacológicas

Los medicamentos administrados en la UCI, como antibióticos, heparinas y anticonvulsivantes, pueden causar fiebre como efecto secundario. La fiebre medicamentosa puede deberse a una reacción de hipersensibilidad, una reacción idiosincrásica o una flebitis relacionada con la infusión.

La fiebre medicamentosa es una entidad reconocida en la UCI, pero su importancia y su incidencia se desconocen. Se sabe poco de esta fiebre medicamentosa. El inicio de la fiebre varía desde unas horas hasta unas semanas después de iniciar el tratamiento farmacológico, y ésta puede aparecer como un signo aislado o ir acompañada de manifestaciones.

Aproximadamente la mitad de los pacientes presenta escalofríos, y alrededor del 20% presenta hipotensión, lo que indica que los pacientes con fiebre medicamentosa pueden parecer gravemente enfermos.

En la mayor parte de los casos no hay signos de reacción de hipersensibilidad (eosinofilia y exantema). Suele sospecharse su presencia cuando no hay otras causas probables de fiebre. En esta situación, lo mejor es interrumpir la administración de los posibles causantes. La fiebre debe desaparecer en 2 a 3 días, aunque puede tardar hasta 7 días en hacerlo.

Síndromes de hipertermia de causa farmacológica:

Los síndromes de hipertermia de causa farmacológica son la hipertermia maligna, el síndrome neuroléptico maligno y el síndrome serotonínico. El síndrome neuroléptico maligno puede ser un problema importante en las UCI en las que se usa haloperidol para lograr la sedación.

Características de la fiebre inducida por medicamentos:

  • Aparece tras la administración de un nuevo fármaco.
  • No responde a los antibióticos.
  • Desaparece al suspender el medicamento sospechoso.

Manejo:

  • Identificación y discontinuación del medicamento responsable.
  • Monitoreo cercano de los signos vitales del paciente.

4. Trombosis venosa profunda (TVP)

La TVP y el tromboembolismo pulmonar son complicaciones frecuentes en pacientes inmovilizados en la UCI y pueden presentarse con fiebre.

Diagnóstico:

  • Ultrasonido Doppler para detectar coágulos.
  • Detección de dímero D elevado.

Tratamiento:

  • Anticoagulación con heparina de bajo peso molecular o warfarina.
  • Movilización temprana cuando sea posible.

5. Pancreatitis aguda

La inflamación pancreática en pacientes críticos puede ser una causa de fiebre, especialmente en aquellos con antecedentes de alcoholismo o enfermedades biliares.

Síntomas relacionados:

  • Dolor abdominal severo.
  • Elevación de enzimas pancreáticas (amilasa y lipasa).

Manejo:

  • Hidratación agresiva.
  • Control del dolor y soporte nutricional.

6. Enfermedades autoinmunes

En pacientes con antecedentes de enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico o artritis reumatoide, la fiebre puede ser una manifestación de una exacerbación de la enfermedad.

Manejo:

  • Uso de corticoides o inmunosupresores según la enfermedad subyacente.
  • Control estricto de los signos vitales y parámetros inflamatorios.

7. Hipertermia inducida por trauma o cirugía

El trauma severo o las cirugías mayores pueden causar fiebre no infecciosa debido a la liberación masiva de citocinas proinflamatorias. La cirugía siempre implica algún grado de lesión tisular, y la cirugía mayor conlleva una lesión tisular considerable.

Una cirugía mayor se parece a lo que puede ser sufrir un golpe con un bate de béisbol. La inflamación y la fiebre son la respuesta normal a la lesión tisular, y por esto la fiebre es una consecuencia probable de la cirugía mayor.

En el 15-40 % de los pacientes se observa la presencia de fiebre el primer día tras la intervención quirúrgica mayor, y en la mayor parte de los casos no existe infección asociada. Estas fiebres duran poco y suelen resolverse en 24-48 h.

Intervenciones clave:

  • Monitoreo de parámetros inflamatorios.
  • Uso de antipiréticos si es necesario.
Causas frecuentes de fiebre nosocomial en la UCI – Imagen 1

Otros procedimientos relacionados con fiebre

Los siguientes procedimientos o intervenciones pueden ir acompañados de fiebre no infecciosa.

Hemodiálisis

Las reacciones febriles durante la hemodiálisis se atribuyen a la contaminación del equipo de diálisis por endotoxinas, aunque a veces se produce bacteriemia. Se recomienda realizar hemocultivos a todos los pacientes que presentan fiebre durante la hemodiálisis, aunque la diálisis no tiene que finalizarse salvo que el paciente muestre signos de sepsis (p. ej., cambios en el estado mental o hipotensión).

Se recomienda la administración de antibióticos empíricos tan sólo a los pacientes que parezcan sépticos. Debe bastar con vancomicina más ceftazidima, dependiendo de los resultados de los cultivos. Un gramo de cada antibiótico administrado tras la diálisis proporcionará unos niveles séricos adecuados, pendientes del resultado de los cultivos.

Broncoscopia

Tras la realización de una fibrobroncoscopia se observa fiebre en el 5 % de los casos. Suele aparecer entre 8 h y 10 h después del procedimiento, y desaparece espontáneamente en 24 h. La causa probable es la liberación de pirógenos endógenos desde el pulmón durante el procedimiento.

A menudo, la fiebre se asocia a leucocitosis, aunque la neumonía y la bacteriemia son raras. No es preciso realizar hemocultivos ni administrar antibióticos empíricos, salvo que la fiebre no desaparezca o el paciente muestre signos de sepsis (p. ej., cambios del estado mental o hipotensión).

Transfusiones de sangre

El 5 % de los pacientes que reciben hemoderivados observan reacciones febriles. La fiebre suele deberse a anticuerpos antileucocitos, y aparece durante la transfusión o poco después.

Tromboembolismo venoso

Varios grupos de pacientes hospitalizados tienen riesgo de sufrir tromboembolia venosa, aunque el riesgo es mayor en los pacientes traumatológicos y postoperados, sobre todo tras procedimientos ortopédicos que afectan a la cadera y la rodilla.

La mayor parte de los casos de trombosis venosa profunda hospitalaria son asintomáticos, aunque la embolia pulmonar aguda puede causar fiebre que dura hasta 1 semana.

Colecistitis alitiásica

La colecistitis alitiásica es una afección poco frecuente, pero grave, que se comunica hasta en un 1,5 % de los pacientes en situación grave. Es más habitual en pacientes posoperados, pacientes traumatológicos y en pacientes tratados con nutrición parenteral.

Se cree que esta afección se debe a isquemia y estasis en la vesícula biliar, que finalmente produce edema del conducto cístico que bloquea el drenaje de la vesícula. El síndrome clínico resultante consta de fiebre (70-95 % de los casos) y dolor en hipocondrio derecho (60-100% de los casos).

A menudo, es posible llegar al diagnóstico mediante ecografía del hipocondrio derecho. En las 48 h siguientes al inicio puede producirse la perforación de la vesícula biliar. El tratamiento de elección es la colecistectomía, o la colecistostomía percutánea en los pacientes demasiado enfermos para soportar una intervención quirúrgica.

Infartos

La lesión isquémica en cualquier órgano desencadenará una respuesta inflamatoria local que puede causar fiebre. Los infartos de miocardio y vasculares cerebrales suelen ir precedidos de otros síntomas, aunque el infarto intestinal puede ser asintomático en el anciano, en pacientes debilitados o en aquellos con depresión de conciencia.

El único signo de un infarto intestinal puede ser una fiebre inexplicada o una acidosis metabólica (láctica). Desgraciadamente, no hay pruebas diagnósticas fiables para el infarto intestinal, y el diagnóstico suele realizarse por laparotomía.

Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica

El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) se caracteriza por signos de inflamación sistémica (p. ej., fiebre, leucocitosis) sin signos de infección. Las posibles causas del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica son la lesión tisular por traumatismo, la isquemia o las agresiones tóxicas, y la translocación de endotoxinas y antígenos bacterianos desde la luz del tracto gastrointestinal.

El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica va acompañado a menudo de lesión inflamatoria en uno o más órganos vitales (p. ej., síndrome de distress respiratorio agudo), y puede progresar inexorablemente hacia el fracaso multiorgánico y la muerte.

Fiebre iatrogénica

El fallo de los reguladores térmicos en colchones de agua y humidificadores en aerosol puede causar fiebre por transferencia. Se tarda sólo 1 min en comprobar los dispositivos térmicos en colchones calentados y ventiladores, pero se puede tardar mucho más en explicar por qué se ha pasado por alto una causa de fiebre tan simple.

La importancia del enfoque multidisciplinario

El manejo de la fiebre en la UCI requiere la colaboración de médicos, enfermeros, farmacéuticos y otros profesionales de la salud. Un diagnóstico rápido y preciso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en estos pacientes vulnerables.


Preguntas frecuentes

¿Qué porcentaje de fiebre en la UCI se debe a infecciones?
Aproximadamente el 60% de los episodios febriles en la UCI tienen una causa infecciosa.

¿Cómo distinguir entre fiebre infecciosa y no infecciosa?
Un análisis detallado de los síntomas, la historia clínica y pruebas diagnósticas específicas, como cultivos y estudios de imagen, ayudan a diferenciar estas causas.

¿Qué papel juega la procalcitonina en el diagnóstico de fiebre en la UCI?
La procalcitonina es un biomarcador útil para diferenciar entre fiebre infecciosa y no infecciosa, especialmente en sepsis.

¿Cuál es la causa más común de fiebre en pacientes ventilados?
La neumonía asociada a la ventilación mecánica es la causa más común de fiebre en estos pacientes.

¿Cuándo se debe iniciar antibióticos en un paciente con fiebre?
Se recomienda iniciar antibióticos empíricos en pacientes febriles con signos de infección confirmada o sospecha clínica elevada.

¿Es necesario tratar toda fiebre en la UCI?
No siempre; algunas causas no infecciosas de fiebre pueden resolverse sin intervención específica, como fiebre postquirúrgica.


La fiebre en la UCI es un desafío clínico complejo que requiere un enfoque sistemático y basado en evidencia. Identificar rápidamente la causa subyacente es fundamental para implementar un tratamiento efectivo y mejorar los resultados del paciente. Mediante la colaboración multidisciplinaria y el uso de herramientas de diagnóstico avanzadas, los profesionales de la salud pueden enfrentar este desafío con éxito.

Recordar

La fiebre en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) puede ser un desafío tanto para los médicos como para los pacientes, ya que puede indicar diversas afecciones subyacentes que requieren atención inmediata.

Este artículo explora las causas más comunes de fiebre en la UCI, ayudándote a comprender los posibles desencadenantes y su manejo adecuado. Entre las causas frecuentes se encuentran las infecciones nosocomiales, como las neumonías asociadas a la ventilación mecánica y las infecciones del tracto urinario relacionadas con el uso prolongado de catéteres. Estos casos suelen necesitar un diagnóstico rápido y tratamiento con antibióticos de amplio espectro, una categoría muy buscada en la industria médica.

Otra causa importante es la sepsis, una respuesta inflamatoria grave del cuerpo a infecciones. Este problema puede ser identificado mediante pruebas como la procalcitonina y el hemocultivo, servicios ofrecidos por laboratorios especializados que muchos buscan en línea.

Además, los coágulos sanguíneos o trombosis venosa profunda pueden provocar fiebre y requieren el uso de anticoagulantes, otro término que atrae búsquedas relacionadas con productos médicos. Por otro lado, las reacciones adversas a medicamentos, conocidas como fiebre farmacológica, también son una posibilidad y están relacionadas con la necesidad de cambiar o ajustar tratamientos específicos.

La fiebre también puede ser un síntoma de enfermedades autoinmunes o inflamatorias como el lupus, lo que resalta la importancia de contar con un buen equipo de especialistas. Además, condiciones como la pancreatitis o complicaciones postquirúrgicas, como abscesos intraabdominales, requieren intervenciones avanzadas y herramientas quirúrgicas de alta precisión.

No debemos olvidar los dispositivos médicos contaminados, que pueden actuar como fuentes de infecciones graves y fiebre, un tema de interés para quienes investigan productos de control de infecciones hospitalarias.

Si bien el manejo de la fiebre depende de su causa subyacente, es crucial invertir en seguros médicos completos y recursos como planes de telemedicina, cada vez más buscados por pacientes que desean acceso rápido a especialistas.

Recuerda que un enfoque preventivo y la implementación de prácticas como el control de infecciones y el monitoreo continuo en la UCI pueden marcar la diferencia en el pronóstico del paciente. No dejes de explorar más sobre los tratamientos innovadores para fiebre en la UCI y consulta siempre con profesionales para garantizar una atención médica de calidad.


Información del autor
  1. Enfermería Buenos Aires
Fuentes consultadas
  1. https://enfermeriabuenosaires.com/wp-content/uploads/2021/05/El-Libro-de-LA-UCI-PAUL-MARINO.pdf

Última actualización: [24/04/2025]

Categorías
Técnicas Procedimientos de enfermería

Infusión intravenosa: todo lo que necesitas saber

Tiempo de lectura: 25 minutos

Infusión intravenosa

La infusión intravenosa es un procedimiento médico que se utiliza para administrar líquidos, medicamentos y nutrientes directamente al torrente sanguíneo a través de una vena. Es un método fundamental para tratar diversas afecciones de salud, en particular en situaciones de emergencia.

Existen varios tipos de infusión intravenosa, incluidos los métodos en bolo, continuos e intermitentes. Este artículo explora la historia, los usos, los equipos y los riesgos asociados con la infusión intravenosa.

¿Qué es la infusión intravenosa?

La infusión intravenosa es una técnica médica que se emplea para administrar sustancias directamente al torrente sanguíneo del paciente a través de una vena. Este método se utiliza ampliamente en el ámbito sanitario debido a su eficacia y rapidez de acción. Al introducir líquidos, medicamentos y nutrientes en el sistema circulatorio, los médicos pueden controlar y tratar rápidamente diversas afecciones médicas.

Esta técnica es esencial en muchas situaciones, especialmente cuando se requiere una intervención inmediata. Por ejemplo, en casos de deshidratación, infecciones graves o enfermedades críticas, la infusión intravenosa proporciona un salvavidas al garantizar que los tratamientos necesarios ingresen al cuerpo rápidamente.

El proceso generalmente implica el uso de equipos específicos diseñados para una entrega segura y controlada. Los componentes clave incluyen:

  • Líquidos intravenosos, que pueden contener solución salina u otras soluciones.
  • Medicamentos adaptados para tratar afecciones específicas.
  • Suplementos nutricionales para pacientes que no pueden comer por la boca.

En general, la infusión intravenosa desempeña un papel crucial en la práctica médica moderna, mejorando la atención al paciente y la eficacia del tratamiento.

Historia de la infusión intravenosa

La práctica de la infusión intravenosa tiene sus raíces en la experimentación médica temprana. Los primeros intentos registrados de administrar líquidos directamente en el torrente sanguíneo se remontan al siglo XV, pero estos primeros intentos estaban plagados de riesgos y a menudo resultaban en complicaciones graves.

No fue hasta el siglo XX que se produjeron avances significativos en este campo. El desarrollo de técnicas más seguras y la invención de diversos dispositivos médicos marcaron un punto de inflexión. Estos cambios facilitaron una aceptación más amplia de la terapia intravenosa en entornos clínicos.

  • La introducción de técnicas estériles ayudó a reducir la incidencia de infecciones.
  • A mediados de la década de 1900, el uso de bolsas plásticas para suero reemplazó a las botellas de vidrio, haciendo que las infusiones fueran más seguras y manejables.
  • La creación de bombas de infusión portátiles a finales del siglo XX permitió un mejor control de los caudales y de las dosis de los medicamentos.

A lo largo de las décadas, la infusión intravenosa evolucionó desde técnicas rudimentarias hasta una práctica médica altamente refinada. La investigación en curso y las innovaciones tecnológicas continúan perfeccionando los métodos y mejorando los resultados de los pacientes.

Hoy en día, la infusión intravenosa es un aspecto fundamental de la medicina moderna y se utiliza en diversas especialidades médicas. Su historia demuestra una mejora continua en la seguridad del paciente y la eficacia del tratamiento, lo que demuestra el equilibrio entre innovación y atención.

Infusión intravenosa

Tipos de infusión intravenosa

Las técnicas de infusión intravenosa varían significativamente según las necesidades clínicas y las sustancias específicas que se administran. Comprender estos tipos ayuda a los profesionales de la salud a determinar el método más adecuado para cada paciente.

Infusión en bolo

La infusión en bolo se refiere a la administración de un gran volumen de líquido o medicamento durante un período corto. Este método es particularmente eficaz para lograr rápidamente efectos terapéuticos. Las infusiones en bolo se utilizan comúnmente en situaciones de emergencia, como la administración de un medicamento que salva vidas en un entorno de cuidados intensivos.

Este enfoque permite la rápida introducción de medicamentos en el torrente sanguíneo, lo que garantiza que el paciente reciba una respuesta inmediata. Es esencial en situaciones en las que el tiempo es esencial, como durante emergencias de salud agudas o desequilibrios electrolíticos importantes.

Infusión continua

La infusión continua implica la administración constante de líquidos o medicamentos durante un período prolongado. Esta técnica se emplea con frecuencia en el tratamiento de afecciones que requieren niveles constantes de medicación, como la terapia de hidratación o la administración de antibióticos en infecciones.

El enfoque continuo permite a los proveedores de atención médica mantener concentraciones estables de medicamentos en la sangre, lo que mejora la eficacia terapéutica y minimiza los posibles efectos secundarios. Al infundir continuamente los líquidos necesarios, ayuda a garantizar que los pacientes se mantengan adecuadamente hidratados y nutridos, en particular cuando no es posible la ingesta oral.

Infusión intermitente

La infusión intermitente consiste en administrar líquidos o medicamentos a intervalos determinados, permitiendo descansos entre dosis. Este método es beneficioso cuando se pueden administrar tratamientos específicos de forma periódica en lugar de hacerlo de forma continua.

Las infusiones intermitentes pueden ser eficaces para controlar los síntomas o administrar medicamentos que no requieren una administración constante. Permiten a los profesionales sanitarios equilibrar la administración de medicamentos mientras controlan la respuesta del paciente y ajustan el tratamiento según sea necesario.

Infusiones especiales

Las infusiones especiales comprenden diversas técnicas adaptadas a necesidades y afecciones médicas específicas. Estos métodos incluyen infusiones epidurales, intramusculares y subcutáneas, cada una de las cuales cumple distintas funciones en el cuidado del paciente.

Infusión epidural

La infusión epidural consiste en administrar medicamentos en el espacio epidural que rodea la médula espinal. Esta técnica se utiliza ampliamente para el tratamiento del dolor, en particular durante el parto y el nacimiento, así como para el control del dolor posoperatorio.

Mediante este método, los medicamentos pueden dirigirse de manera eficaz a las vías del dolor, lo que produce un alivio significativo del dolor y minimiza los efectos secundarios sistémicos. Ofrece un enfoque localizado, lo que garantiza que los pacientes puedan lograr comodidad sin sobrecargar innecesariamente todo su sistema.

Infusión intramuscular

La infusión intramuscular administra medicamentos directamente al tejido muscular. Si bien no es un método intravenoso tradicional, es esencial en determinadas situaciones en las que se requiere una absorción rápida y el acceso intravenoso puede no ser factible.

Este método se utiliza a menudo para vacunas y determinados medicamentos que se absorben más rápidamente en el torrente sanguíneo. El músculo actúa como reservorio, lo que permite la liberación gradual del medicamento en la circulación.

Infusión subcutánea

La infusión subcutánea consiste en inyectar líquidos o medicamentos en el tejido subcutáneo, justo debajo de la piel. Esta técnica se utiliza a menudo en pacientes que requieren un tratamiento a largo plazo, como aquellos con enfermedades crónicas que necesitan la administración regular de medicamentos.

La infusión subcutánea puede mejorar la comodidad del paciente al reducir la frecuencia de acceso venoso, lo que permite una administración más fácil y accesible de las terapias. Este método también permite la absorción gradual de los medicamentos, lo que proporciona niveles sanguíneos estables.

Usos de la infusión intravenosa

La infusión intravenosa desempeña un papel fundamental en la medicina moderna, ya que proporciona tratamientos esenciales para diversas afecciones médicas. La versatilidad de este método permite a los profesionales de la salud abordar problemas de salud complejos de manera eficaz.

Terapia de rehidratación

La terapia de rehidratación mediante infusión intravenosa es vital para los pacientes que sufren deshidratación grave debido a enfermedades como vómitos, diarrea o sudoración excesiva. Al administrar líquidos y electrolitos directamente al torrente sanguíneo, los profesionales de la salud pueden restablecer el equilibrio hídrico del cuerpo de manera rápida y eficaz.

Las soluciones comunes utilizadas para la rehidratación incluyen:

Esta terapia es especialmente crucial en situaciones de emergencia donde es necesaria una intervención rápida para prevenir complicaciones derivadas de la deshidratación.

Nutrición parenteral total

La nutrición parenteral total (NPT) se administra mediante infusión intravenosa a pacientes que no pueden consumir o absorber nutrientes a través del sistema digestivo. Este método administra una mezcla integral de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales directamente al torrente sanguíneo.

La NPT es especialmente beneficiosa para los pacientes sometidos a:

  • Cirugías gastrointestinales mayores.
  • Enfermedad de Crohn grave.
  • Enfermedad terminal.

Al evitar el tracto gastrointestinal, la NPT ayuda a mantener la nutrición y prevenir la desnutrición en personas que enfrentan problemas de salud importantes.

Quimioterapia

La quimioterapia suele requerir la administración de medicamentos potentes por infusión intravenosa para tratar distintos tipos de cáncer. Este método directo de administración permite la distribución inmediata de los medicamentos por todo el organismo, maximizando su eficacia y controlando los posibles efectos secundarios.

La infusión intravenosa se utiliza comúnmente para:

  • Administración de múltiples agentes quimioterapéuticos.
  • Proporcionar hidratación y cuidados de apoyo durante el tratamiento.
  • Garantizar un control preciso de la dosis para medicamentos sensibles

El método de infusión se prefiere para muchos protocolos de quimioterapia debido a la rápida acción requerida para estos medicamentos que salvan vidas.

Transfusiones de sangre

Las transfusiones de sangre por vía intravenosa son fundamentales en situaciones médicas en las que los pacientes necesitan reponer los componentes de la sangre. Esto puede incluir casos urgentes de pérdida de sangre importante debido a un traumatismo o una cirugía, así como enfermedades crónicas que provocan anemia.

Los tipos de transfusiones incluyen:

Este procedimiento es esencial para restaurar la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno y mantener un volumen sanguíneo adecuado, mejorando significativamente los resultados del paciente.

Manejo del dolor y control de los síntomas

El tratamiento del dolor mediante infusión intravenosa se utiliza habitualmente tanto en situaciones agudas como crónicas. La administración intravenosa de analgésicos permite un alivio rápido del dolor y un control preciso de la dosis. Este método es especialmente beneficioso para el tratamiento del dolor intenso que los medicamentos orales no pueden aliviar de forma eficaz.

Los medicamentos que se utilizan con frecuencia incluyen:

  • Opiáceos.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE).
  • Medicamentos adyuvantes para el dolor neuropático.

Además de aliviar el dolor, la infusión intravenosa también puede ayudar a controlar los síntomas de afecciones como náuseas, dificultad para respirar o ansiedad, mejorando la comodidad general del paciente y su calidad de vida.

Terapia intravenosa: aplicaciones y beneficios

La terapia intravenosa proporciona un método directo para administrar medicamentos, líquidos y nutrientes a los pacientes. Sus aplicaciones abarcan una amplia gama de afecciones y situaciones médicas, lo que la convierte en un componente esencial de la atención médica moderna.

Los beneficios de utilizar la terapia intravenosa incluyen:

  • Administración rápida: Los medicamentos y líquidos pueden ingresar al torrente sanguíneo inmediatamente, lo que permite respuestas rápidas en situaciones críticas.
  • Control preciso: La terapia intravenosa permite a los proveedores de atención médica monitorear de cerca las dosis y ajustarlas según sea necesario.
  • Mayor eficacia: ciertos medicamentos son más eficaces cuando se administran directamente en el sistema circulatorio. Este método maximiza sus efectos terapéuticos.
  • Reposición de líquidos: es un medio eficaz para rehidratar a pacientes que sufren de deshidratación grave u otros desequilibrios de líquidos.
  • Apoyo para las necesidades nutricionales: Para los pacientes que no pueden consumir alimentos por vía oral, la terapia intravenosa puede proporcionar nutrientes esenciales, garantizando una nutrición y recuperación adecuadas.

En medicina de urgencias, la terapia intravenosa es especialmente crítica, ya que facilita la administración rápida de tratamientos que salvan vidas, como las transfusiones de sangre. Además, durante los procedimientos quirúrgicos, el acceso intravenoso es vital para mantener el equilibrio de líquidos y administrar anestésicos.

En general, la terapia intravenosa es una herramienta versátil e invaluable en la práctica médica. Su capacidad para brindar atención inmediata la ha convertido en un elemento básico en diversos entornos de atención médica.

Equipos utilizados en infusión intravenosa

El equipo adecuado es esencial para la administración eficaz y segura de la terapia intravenosa. Se emplean diversas herramientas y dispositivos para facilitar la administración de líquidos, medicamentos y nutrientes mediante infusión intravenosa. Cada pieza del equipo desempeña un papel crucial para garantizar la dosificación precisa y la seguridad del paciente.

Equipos de infusión

Los equipos de infusión son componentes vitales de la terapia intravenosa. Están diseñados para conectar la bolsa o el frasco de suero al catéter o cánula del paciente. Estos equipos suelen incluir una variedad de elementos para garantizar el flujo seguro y controlado de líquidos.

  • Cámara de goteo: permite a los proveedores de atención médica monitorear visualmente la velocidad de infusión y ayuda a evitar que entre aire en la línea intravenosa.
  • Tubo: Generalmente hecho de plástico de grado médico, transporta líquidos desde la bolsa hasta el paciente.
  • Abrazaderas: Se utilizan para controlar el flujo de fluido y evitar fugas cuando sea necesario.

Sistemas de control

Los sistemas de control mejoran la precisión de la administración intravenosa. Son esenciales para gestionar los caudales y las dosis de las infusiones, garantizando que la cantidad correcta de medicamento llegue al paciente en el momento adecuado.

Bombas de infusión

Las bombas de infusión son dispositivos sofisticados que automatizan la administración de líquidos y medicamentos por vía intravenosa. Proporcionan una dosificación precisa y se pueden programar para administrar cantidades específicas a intervalos predeterminados. Estos dispositivos son particularmente beneficiosos en entornos en los que los pacientes requieren la administración continua o frecuente de medicamentos.

Monitores

Los monitores funcionan junto con las bombas de infusión para hacer un seguimiento de los signos vitales del paciente y garantizar que la infusión se lleve a cabo según lo previsto. Estos sistemas proporcionan datos en tiempo real sobre la respuesta del paciente al tratamiento y pueden alertar a los proveedores de atención médica sobre cualquier complicación o desviación de los parámetros esperados.

Agujas y catéteres

La selección de agujas y catéteres puede afectar significativamente la eficacia de la terapia intravenosa. Se emplean diferentes tipos de dispositivos de acceso según las necesidades del paciente y la duración de la terapia.

Catéteres periféricos

Los catéteres periféricos se utilizan comúnmente para infusiones a corto plazo. Se insertan en las venas de los brazos o las manos y son ideales para administrar líquidos, medicamentos y hemoderivados durante un tiempo limitado.

Catéteres centrales

Los catéteres centrales brindan acceso a venas más grandes, lo que resulta beneficioso para los pacientes que requieren terapia intravenosa a largo plazo o la administración de medicamentos altamente concentrados. Estos catéteres pueden permanecer colocados durante semanas o incluso meses, lo que reduce la necesidad de inserciones frecuentes de agujas.

Catéteres centrales de inserción periférica (PICC)

Las vías PICC son un tipo específico de catéter central que se inserta en una vena periférica y se encamina hacia el corazón. Ofrecen una opción confiable para los pacientes que necesitan un acceso intravenoso prolongado, ya que minimizan las molestias y reducen el riesgo de complicaciones asociadas con el acceso venoso repetido.

Puertos implantables

Los puertos implantables son dispositivos que se colocan quirúrgicamente debajo de la piel, lo que permite un fácil acceso al torrente sanguíneo sin necesidad de pinchazos repetidos. Son particularmente ventajosos para pacientes sometidos a tratamientos a largo plazo, como quimioterapia, ya que proporcionan un método discreto y cómodo para administrar medicamentos.

Infusión intravenosa

Acceso a la vena para infusión intravenosa

El acceso a una vena para la infusión intravenosa es un paso fundamental en la administración de tratamientos. La elección del método de acceso depende en gran medida de la condición del paciente, la duración de la terapia y el tipo de infusiones necesarias.

Métodos de acceso venoso

Existen dos métodos principales para obtener acceso venoso: el acceso venoso periférico y el acceso venoso central. Cada método tiene sus propias técnicas, ventajas e indicaciones según el escenario clínico.

Acceso venoso periférico

El acceso venoso periférico se utiliza comúnmente para la terapia intravenosa a corto plazo. Implica la inserción de un catéter en una vena ubicada en el brazo o la mano. El procedimiento normalmente requiere los siguientes pasos:

  • Selección de la vena adecuada, normalmente una prominente como las del antebrazo.
  • Desinfección de la piel en el lugar de inserción utilizando una solución antiséptica para reducir el riesgo de infección.
  • Usar una técnica estéril para insertar un catéter en la vena elegida, generalmente usando un catéter corto diseñado para acceso periférico.
  • Asegurar el catéter con cinta adhesiva para garantizar que permanezca en su lugar durante la infusión.

El acceso periférico es adecuado para la mayoría de los medicamentos y líquidos. Sin embargo, tiene limitaciones para infusiones que requieren mayores volúmenes o duraciones más largas, así como para sustancias irritantes que puedan provocar flebitis.

Acceso venoso central

El acceso venoso central está indicado para pacientes que requieren terapia intravenosa a largo plazo o cuando el acceso periférico es difícil o imposible. Este método implica la colocación de un catéter en una de las venas grandes cerca del corazón. Las técnicas para lograr el acceso venoso central incluyen:

  • Acceso a la vena yugular interna, generalmente realizado con el paciente en posición supina.
  • Acceso a la vena subclavia, donde el catéter se inserta debajo de la clavícula.
  • Acceso a la vena femoral, que a veces se utiliza en situaciones de emergencia.

Los catéteres centrales se pueden clasificar en catéteres tunelizados y catéteres no tunelizados. Los catéteres tunelizados se utilizan para el acceso a largo plazo y se colocan quirúrgicamente, mientras que los catéteres no tunelizados se insertan a menudo en situaciones de emergencia y pueden permanecer durante períodos más cortos.

Este método de acceso es beneficioso para administrar soluciones hiperosmolares, quimioterapia o nutrición parenteral total. También permite múltiples lúmenes, lo que permite la administración simultánea de diferentes medicamentos o líquidos.

Administración de medicamentos intravenosos

La administración intravenosa de medicamentos es un componente fundamental de la atención al paciente en diversos entornos médicos. Requiere técnicas específicas y una consideración cuidadosa de la dosis y el momento de administración para garantizar un tratamiento eficaz y seguro.

Técnicas

La administración de medicamentos por vía intravenosa emplea varias técnicas, cada una adaptada a diferentes situaciones clínicas. Las técnicas principales incluyen:

  • Inyección directa: este método permite la administración inmediata del medicamento y se utiliza a menudo en situaciones de emergencia. El medicamento se inyecta directamente en la vía intravenosa, lo que permite un inicio rápido de la acción.
  • Bomba de infusión: esta técnica utiliza una bomba de infusión para controlar la velocidad y el volumen del medicamento administrado. Es especialmente beneficiosa para infusiones continuas o prolongadas, manteniendo dosis constantes.
  • Infusión por gravedad: con este método, el medicamento fluye a través del tubo intravenoso gracias a la gravedad, lo que permite un goteo constante. Esta técnica es menos precisa que una bomba de infusión, pero aún se utiliza ampliamente en diversos entornos.
  • Infusión intermitente: los medicamentos se pueden administrar a intervalos determinados en lugar de hacerlo de forma continua. Este método se utiliza a menudo para antibióticos u otros tratamientos que requieren un horario específico.

Consideraciones sobre dosis y horarios

La dosis y el momento adecuados son factores cruciales en la administración de medicamentos intravenosos. Se deben tener en cuenta varias consideraciones:

  • Factores del paciente: Las características individuales del paciente, como la edad, el peso, la función renal y la salud general, pueden influir en la forma en que se metaboliza y se elimina un medicamento del cuerpo. Es posible que sea necesario ajustar las dosis en función de estos factores.
  • Tipo de medicamento: cada medicamento tiene pautas específicas en cuanto a dosis y horarios de administración. El médico debe estar atento a cumplir con los protocolos recomendados para cada medicamento a fin de evitar una dosis insuficiente o excesiva.
  • Velocidad de infusión: La velocidad de infusión debe estar acorde con la farmacocinética del medicamento. Una administración rápida puede provocar reacciones adversas, mientras que una administración demasiado lenta puede no lograr el efecto terapéutico deseado.
  • Momento de la administración de las dosis: el momento de la administración de los medicamentos intravenosos puede afectar significativamente su eficacia. Por ejemplo, los antibióticos suelen administrarse a intervalos regulares para mantener los niveles terapéuticos sin permitir concentraciones subterapéuticas.

Riesgos y efectos secundarios de las infusiones intravenosas

Al considerar la terapia intravenosa, es fundamental conocer los riesgos asociados y los posibles efectos secundarios. Si bien en general es segura, pueden surgir complicaciones que requieran una intervención oportuna.

Infecciones

Uno de los riesgos más importantes de la terapia intravenosa es la posibilidad de contraer infecciones. La introducción de un objeto extraño, como un catéter, en el torrente sanguíneo puede provocar infecciones locales en el lugar de la inyección e infecciones sistémicas, que pueden derivar en sepsis. Las infecciones pueden producirse por:

  • Técnicas asépticas deficientes durante la inserción del catéter.
  • Uso prolongado de catéteres sin el cuidado adecuado.
  • Presencia de bacterias en la piel del paciente o en el ambiente.

Los primeros síntomas de infección pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, aumento de la temperatura y dolor en el lugar de la inserción. Los signos de infección sistémica pueden incluir fiebre, escalofríos y mareos.

Flebitis

La flebitis es la inflamación de la vena, que puede producirse por un traumatismo en la inserción del catéter o por irritación por las sustancias infundidas. Esta afección puede provocar:

  • Dolor en el lugar de la infusión.
  • Enrojecimiento a lo largo de la vena.
  • Hinchazón y calor.

La flebitis puede ser superficial o profunda y puede requerir tratamiento, como la extracción del catéter y la administración de medicamentos antiinflamatorios.

Extravasación

La extravasación se produce cuando el líquido infundido se filtra hacia el tejido circundante en lugar de hacia la vena, lo que puede provocar daños en el tejido. Esto puede ocurrir con diversos líquidos, especialmente los irritantes o vesicantes. Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor o malestar en el lugar de la infusión.
  • Hinchazón y enrojecimiento en la zona circundante.
  • Necrosis tisular en casos graves.

Se requiere una acción inmediata para mitigar el daño, que puede incluir detener la infusión e implementar medidas de tratamiento específicas según el líquido involucrado.

Problemas de acceso

Acceder a una vena puede ser a veces complicado. La dificultad para encontrar una vena adecuada puede dar lugar a múltiples intentos de inserción, lo que aumenta la incomodidad del paciente y el riesgo de complicaciones. Algunos problemas comunes incluyen:

  • Venas colapsadas debido a deshidratación o uso prolongado.
  • Presencia de tejido cicatricial de inserciones anteriores.
  • Obesidad o variaciones anatómicas en los vasos sanguíneos.

En algunos casos, el intento de acceder a una vena puede requerir la consulta de un médico experimentado o un especialista para minimizar la incomodidad del paciente y garantizar la colocación adecuada del catéter.

Reacciones adversas

Los pacientes que reciben terapia intravenosa pueden experimentar reacciones adversas a los medicamentos o líquidos administrados. Estas reacciones pueden variar de leves a graves y pueden incluir:

  • Reacciones alérgicas que provocan urticaria, picazón o anafilaxia.
  • Desequilibrios electrolíticos debido a velocidades de infusión rápidas o soluciones inadecuadas.
  • Complicaciones cardiovasculares, como cambios en la presión arterial o la frecuencia cardíaca.

Los proveedores de atención médica deben vigilar de cerca a los pacientes durante y después de la administración de la terapia intravenosa para identificar y responder rápidamente a cualquier reacción adversa.

Síntomas de complicaciones en la terapia intravenosa

La terapia intravenosa, si bien suele ser segura, a veces puede provocar complicaciones que requieren atención inmediata. Reconocer los signos y síntomas de dichas complicaciones es fundamental para garantizar la seguridad del paciente y un tratamiento eficaz.

Los síntomas comunes asociados con las complicaciones de la terapia intravenosa incluyen:

  • Enrojecimiento e hinchazón: la inflamación en el sitio de la vía intravenosa puede indicar flebitis o una infección.
  • Aumento del dolor: Un aumento inusual del dolor en el lugar de la infusión o a lo largo de la vena puede indicar problemas como infiltración o flebitis.
  • Frialdad o cambio de temperatura: un cambio notable en la temperatura alrededor del sitio de la vía intravenosa, como frialdad o calor, puede sugerir complicaciones.
  • Fuga de líquido: si el líquido se escapa de la vena al tejido circundante, puede causar hinchazón y malestar.
  • Fiebre: La aparición de fiebre puede indicar una infección sistémica, particularmente si se acompaña de otros síntomas en el sitio de la inyección intravenosa.
  • Dificultad para respirar: La dificultad para respirar puede deberse a complicaciones graves, como una embolia gaseosa o una sobrecarga de líquidos.
  • Mareos o vértigo: pueden ser signos de una reacción grave a los medicamentos infundidos o una indicación de sobrecarga de volumen.

Es fundamental que los profesionales sanitarios controlen de cerca a los pacientes durante la terapia intravenosa para detectar estos síntomas de forma temprana. Una evaluación adecuada y una intervención oportuna pueden reducir significativamente el riesgo de complicaciones graves.

Medidas de seguridad y precauciones en la terapia intravenosa

Garantizar la seguridad durante la terapia intravenosa es fundamental para el bienestar del paciente. La implementación de protocolos adecuados minimiza los riesgos y mejora los resultados del tratamiento. Las siguientes secciones describen las medidas de seguridad y precauciones esenciales para una terapia intravenosa eficaz.

Monitoreo adecuado

El seguimiento continuo de los pacientes que reciben terapia intravenosa es fundamental para identificar de forma temprana cualquier complicación. Los profesionales sanitarios deben observar diversos parámetros, entre ellos:

  • Signos vitales: Es necesario controlar periódicamente la temperatura, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria.
  • Sitio de infusión: monitorear signos de inflamación, hinchazón o dolor ayuda a detectar posibles problemas como flebitis o infiltración.
  • Equilibrio de líquidos: realizar un seguimiento de la entrada y la salida garantiza que el paciente se mantenga dentro de niveles de hidratación aceptables.
  • Síntomas informados por el paciente: escuchar los comentarios de los pacientes sobre molestias o efectos secundarios ayuda a realizar intervenciones oportunas.

Técnicas asépticas

Mantener técnicas asépticas es esencial para prevenir infecciones durante la terapia intravenosa. Esto incluye:

  • Higiene de manos: Es fundamental lavarse bien las manos o utilizar desinfectantes a base de alcohol antes de manipular el equipo intravenoso.
  • Uso de equipo esterilizado: todos los componentes intravenosos, como catéteres, jeringas y bolsas, deben esterilizarse antes de su uso.
  • Limpieza del sitio: Se deben utilizar antisépticos en la piel en el sitio de inserción para reducir el riesgo de infección.
  • Eliminación adecuada: Las agujas usadas y otros objetos punzantes deben desecharse de forma segura en contenedores designados para objetos punzantes.

Compatibilidad de medicamentos

Evaluar la compatibilidad de los medicamentos antes de su administración es una precaución de seguridad fundamental. Esto implica:

  • Comprobación de interacciones: los proveedores de atención médica deben verificar las posibles interacciones entre varios medicamentos administrados simultáneamente.
  • Considerando la compatibilidad física: Mezclar medicamentos incompatibles en la misma vía intravenosa puede provocar precipitaciones o reacciones adversas.
  • Uso de diluyentes adecuados: garantizar que se utilicen los diluyentes correctos al preparar medicamentos para administración intravenosa es esencial para la seguridad.

Educación del paciente

Educar a los pacientes sobre su terapia intravenosa promueve la seguridad y la comodidad. Los puntos clave que se deben cubrir incluyen:

  • Comprensión del procedimiento: Se debe informar a los pacientes sobre el propósito y el proceso de su terapia intravenosa.
  • Reconocer los síntomas: La educación debe incluir información sobre los síntomas a los que se debe prestar atención, como dolor en el sitio de inserción, fiebre o hinchazón inusual.
  • Fomentar la comunicación: los pacientes deben sentirse cómodos al informar cualquier malestar o cambio en su condición durante la terapia.

El papel de los proveedores de atención médica en la terapia intravenosa

Los profesionales sanitarios desempeñan un papel fundamental en la administración de la terapia intravenosa. Sus responsabilidades van más allá de la mera instalación y supervisión de la vía intravenosa; también garantizan la seguridad del paciente y la eficacia del tratamiento.

Las responsabilidades clave incluyen:

  • Evaluación de las necesidades del paciente, incluida la evaluación del estado de hidratación y los requisitos de medicación.
  • Selección de métodos de acceso intravenoso apropiados, ya sean periféricos o centrales, según las condiciones individuales del paciente.
  • Educación de los pacientes sobre el procedimiento, los riesgos potenciales y respuestas a cualquier inquietud que puedan tener.

La formación y la experiencia adecuadas son fundamentales para los profesionales sanitarios que participan en la terapia intravenosa. Deben estar familiarizados con lo siguiente:

  • Técnicas para insertar catéteres y mantener la permeabilidad de la línea intravenosa.
  • Reconocer y manejar posibles complicaciones, como infecciones o flebitis.
  • Comprender las interacciones de los medicamentos y garantizar la compatibilidad de las soluciones intravenosas.

Es fundamental controlar continuamente al paciente durante la infusión. Los proveedores deben controlar periódicamente el lugar de la vía intravenosa y observar al paciente para detectar signos de reacciones adversas o malestar. La identificación e intervención rápidas pueden mitigar los riesgos y mejorar los resultados del paciente.

La colaboración dentro del equipo de atención médica también es esencial. La comunicación eficaz con colegas, incluidos farmacéuticos y médicos, garantiza un enfoque integral de la atención al paciente durante la terapia intravenosa. Este trabajo en equipo fomenta una mejor comprensión del plan de tratamiento y mejora la seguridad general del paciente.

Innovaciones en la tecnología de infusión intravenosa

Los últimos avances en la tecnología de infusión intravenosa están transformando la atención al paciente. Estas innovaciones mejoran la seguridad, la precisión y la comodidad, lo que hace que el proceso de infusión sea más eficiente y eficaz tanto para los proveedores de atención médica como para los pacientes.

Sistemas de infusión automatizados

Los sistemas de infusión automatizados han revolucionado la forma de administrar líquidos y medicamentos por vía intravenosa. Estos sofisticados dispositivos permiten a los profesionales sanitarios programar dosis y velocidades específicas, mejorando así la precisión en la administración.

  • Precisión de dosis mejorada: los sistemas automatizados minimizan el error humano al proporcionar una administración consistente de las cantidades prescritas.
  • Configuraciones programables: Muchos sistemas permiten la personalización para diferentes tipos de infusiones, lo que garantiza planes de tratamiento personalizados para pacientes individuales.
  • Alertas y alarmas: Estos dispositivos a menudo cuentan con sistemas de alerta que notifican a los proveedores de atención médica sobre irregularidades, como bloqueos o reservorios vacíos, lo que mejora la seguridad del paciente.
  • Registro de datos: Los sistemas automatizados pueden registrar datos de infusión, proporcionando a los médicos información fundamental para monitorear el progreso del paciente y la eficacia del tratamiento.

Dispositivos de infusión portátiles

Los dispositivos de infusión portátiles representan un cambio significativo en la forma de administrar la terapia intravenosa, en particular en la atención ambulatoria. Estos dispositivos permiten que los pacientes reciban los tratamientos necesarios fuera de los entornos clínicos tradicionales.

  • Movilidad mejorada: Los dispositivos portátiles son livianos y fáciles de transportar, lo que permite a los pacientes mantener un mayor nivel de actividad durante el tratamiento.
  • Velocidades de infusión ajustables: los usuarios a menudo pueden ajustar las velocidades de infusión para satisfacer sus necesidades individuales bajo la guía de sus proveedores de atención médica.
  • Conectividad inalámbrica: muchos dispositivos portátiles pueden conectarse de forma inalámbrica a los sistemas de atención médica, lo que permite el monitoreo y los ajustes remotos por parte de profesionales médicos.
  • Calidad de vida mejorada: al permitir terapias en el hogar, estos dispositivos reducen significativamente las visitas al hospital, mejorando la comodidad y la autonomía del paciente.

Infusión intravenosa en medicina de urgencias

En medicina de urgencias, la infusión intravenosa es un componente fundamental que garantiza un tratamiento rápido y eficaz para pacientes que enfrentan afecciones potencialmente mortales. Este método permite la administración inmediata de líquidos, medicamentos y nutrientes necesarios, que pueden ser vitales en situaciones de urgencia.

Los escenarios comunes en los que se utiliza la infusión intravenosa en situaciones de emergencia incluyen:

  • Deshidratación severa: La rehidratación rápida ayuda a restablecer el equilibrio de líquidos, especialmente en pacientes que sufren insolación, vómitos intensos o diarrea.
  • Shock: Los líquidos intravenosos son cruciales para estabilizar la presión arterial y mejorar la circulación en casos de shock hipovolémico o séptico.
  • Paro cardíaco: los medicamentos administrados por vía intravenosa pueden salvar vidas durante los esfuerzos de reanimación, permitiendo una acción inmediata.
  • Tratamiento del trauma: La reanimación rápida con líquidos es esencial para los pacientes con traumatismos para compensar la pérdida de sangre y mantener la función de los órganos vitales.

La capacidad de lograr un acceso rápido al torrente sanguíneo mediante una infusión intravenosa mejora significativamente la calidad de la atención en situaciones de emergencia. Permite a los profesionales de la salud brindar intervenciones oportunas que pueden mejorar los resultados de los pacientes en situaciones críticas.

Además, el uso de la terapia intravenosa en medicina de emergencia puede facilitar la administración de analgésicos, tratamientos antibióticos y otros medicamentos vitales con rapidez y precisión, abordando múltiples aspectos de la atención aguda.

Cómo lograr tasas de infusión precisas y seguras

La precisión y la seguridad de las tasas de infusión son fundamentales para el éxito de la terapia intravenosa. El cálculo adecuado y el uso de equipos avanzados ayudan a garantizar que los pacientes reciban la dosis correcta de medicamento o líquido en el momento oportuno.

Cálculo de las tasas de infusión

Para lograr velocidades de infusión precisas, los profesionales de la salud deben calcular el caudal necesario en función de varios factores, incluido el volumen de líquido que se va a infundir y el período de tiempo de administración. El caudal se expresa normalmente en mililitros por hora (mL/h) o gotas por minuto (gtt/min).

La fórmula para calcular la velocidad de infusión es la siguiente:

  • Velocidad de infusión (mL/h) = Volumen total (mL) ÷ Tiempo total (h)

Al calcular las tasas de infusión, también es esencial considerar:

  • El volumen total de la solución a administrar.
  • La duración de la infusión, que puede variar según las necesidades clínicas.
  • Flujo por gravedad versus flujo asistido por bomba para determinar el método de administración.

Uso de bombas de infusión

Las bombas de infusión son dispositivos diseñados para administrar líquidos, medicamentos o nutrientes a un ritmo controlado. Estas bombas pueden ofrecer una administración precisa de sustancias, lo que mejora la precisión de las velocidades de infusión en comparación con los métodos basados ​​en la gravedad.

Las principales ventajas de las bombas de infusión incluyen:

  • Capacidad de programar caudales específicos.
  • Integración con registros médicos electrónicos para seguimiento.
  • Alarmas y alertas para problemas de flujo, oclusiones o batería baja.

Al configurar una bomba de infusión, es importante seguir estos pasos:

  • Verifique la medicación y la dosis correctas según lo prescrito por un proveedor de atención médica.
  • Asegúrese de que todas las líneas estén preparadas para eliminar las burbujas de aire.
  • Establezca la velocidad de infusión deseada en la bomba según los requisitos calculados
  • Controle la infusión periódicamente para ajustar la configuración del flujo según sea necesario.

Los profesionales sanitarios también deben estar familiarizados con los modelos específicos de bombas de infusión que se utilizan en sus instalaciones, ya que las funcionalidades, los métodos de programación y los sistemas de alarma pueden diferir. Este conocimiento es esencial para mantener velocidades de infusión precisas y seguras durante todo el tratamiento.

Experiencia y comodidad del paciente durante la terapia intravenosa

La experiencia y la comodidad de los pacientes durante la terapia intravenosa desempeñan un papel crucial en la satisfacción general y el cumplimiento del tratamiento. Las mejoras en la atención pueden aliviar significativamente el malestar y mejorar el bienestar emocional durante el proceso.

Reducción del dolor y las molestias

El control del dolor y las molestias es fundamental durante la terapia intravenosa. Se pueden emplear varias estrategias para minimizar estas sensaciones:

  • Selección del sitio adecuado: la elección de la vena adecuada puede influir en gran medida en el dolor que se experimenta durante la inserción. Las venas que son más superficiales y menos móviles tienden a ser menos dolorosas.
  • Técnica aséptica: utilizar técnicas estériles reduce el riesgo de infecciones, que pueden crear molestias adicionales para los pacientes.
  • Anestésicos tópicos: la aplicación de agentes anestésicos en la piel antes de la inserción puede reducir significativamente el dolor durante la colocación del catéter.
  • Técnicas de inserción suaves: los profesionales capacitados que utilizan métodos suaves y cautelosos probablemente mejorarán la comodidad del paciente durante el procedimiento.
  • Técnicas de distracción: Animar a los pacientes a participar en una conversación ligera o ofrecerles opciones de entretenimiento, como música o vídeos, puede distraerlos del malestar.
  • Compresas tibias: usar una compresa tibia antes de la inserción puede dilatar las venas, haciendo que el procedimiento sea más fácil y menos doloroso.

Cómo garantizar una comunicación eficaz

La comunicación es fundamental para fomentar un entorno de apoyo durante la terapia intravenosa. Ayuda a que los pacientes se sientan más a gusto e informados sobre el proceso. Los componentes clave de una comunicación eficaz incluyen:

  • Explicación del procedimiento: Los pacientes deben recibir explicaciones claras de los pasos involucrados, incluido qué esperar y cualquier sensación que puedan sentir.
  • Preguntas alentadoras: permitir que los pacientes hagan preguntas y expresen sus inquietudes fomenta una sensación de control y comprensión.
  • Tranquilidad: Brindar tranquilidad y apoyo continuos puede aliviar la ansiedad y generar confianza entre los pacientes y los proveedores de atención médica.
  • Mecanismo de retroalimentación: la implementación de un sistema para que los pacientes brinden retroalimentación durante la infusión puede ayudar a los proveedores de atención médica a realizar los ajustes necesarios para mejorar la comodidad.
  • Seguimiento posterior al procedimiento: hablar sobre la experiencia una vez finalizado el procedimiento permite a los pacientes expresar sus inquietudes y abordar cualquier malestar persistente.

Capacitación y certificación para terapia intravenosa

La capacitación y la certificación son fundamentales para los profesionales de la salud que participan en la terapia intravenosa. Garantizar las técnicas y prácticas de seguridad adecuadas ayuda a minimizar los riesgos asociados con la administración intravenosa.

Habilidades y conocimientos requeridos

Los profesionales sanitarios deben adquirir un conjunto específico de habilidades y conocimientos para realizar una terapia intravenosa de manera eficaz. Esto incluye un conocimiento profundo de la anatomía humana, el sistema circulatorio y los efectos fisiológicos de los medicamentos.

  • Comprensión de la anatomía venosa y posibles complicaciones asociadas con el acceso venoso.
  • Conocimiento de pautas de administración de medicamentos y compatibilidad.
  • Competencia en técnicas asépticas para prevenir infecciones.
  • Capacidad para reconocer y gestionar posibles complicaciones y efectos secundarios.
  • Habilidades de comunicación efectivas para interactuar con pacientes y equipos de atención médica.
  • Habilidades de pensamiento crítico para determinar intervenciones apropiadas según la condición del paciente.

Programas de certificación

Existen varios programas de certificación diseñados para mejorar la competencia de los profesionales de la salud en terapia intravenosa. Estos programas suelen cubrir una variedad de temas, lo que garantiza una comprensión integral tanto de los conocimientos teóricos como de las habilidades prácticas.

  • Los cursos de certificación en terapia intravenosa a menudo incluyen capacitación práctica, centrada en las técnicas de inserción adecuadas, la resolución de problemas y la atención al paciente.
  • Los programas pueden variar en duración: algunos ofrecen talleres intensivos que duran unos pocos días, mientras que otros pueden extenderse durante varias semanas.
  • La certificación generalmente requiere aprobar un examen que evalúa tanto los conocimientos como las habilidades prácticas.
  • Las organizaciones acreditadas supervisan estos programas, garantizando que cumplan con los estándares de la industria y las mejores prácticas.

Tendencias futuras en infusión intravenosa

A medida que avanza la tecnología médica, los avances innovadores en infusión intravenosa continúan mejorando la atención al paciente y la eficacia del tratamiento. Estas tendencias están dando forma al futuro de la terapia intravenosa, con el objetivo de lograr una mayor conveniencia, precisión y comodidad para el paciente.

Dispositivos de infusión avanzados

El desarrollo de dispositivos de infusión avanzados está revolucionando la forma de administrar terapias intravenosas. Estas tecnologías incluyen:

  • Bombas de infusión inteligentes: estos dispositivos utilizan algoritmos para ajustar automáticamente los caudales en función de los datos del paciente en tiempo real. Minimizan el error humano y mejoran la precisión de la infusión, algo fundamental en situaciones de cuidados críticos.
  • Sistemas de monitoreo integrados: Las nuevas bombas de infusión vienen equipadas con un sistema de monitoreo integrado que permite a los proveedores de atención médica realizar un seguimiento continuo de los signos vitales y los parámetros de infusión. Esta sinergia permite una respuesta rápida ante cualquier anomalía en la salud del paciente.
  • Conectividad inalámbrica: muchos dispositivos de infusión avanzados ahora ofrecen conectividad inalámbrica, lo que permite a los equipos de atención médica monitorear a varios pacientes desde una estación central. Esta característica mejora la eficiencia en entornos clínicos con mucha actividad.
  • Sistemas de infusión multicanal: cada vez son más comunes los dispositivos capaces de administrar múltiples infusiones simultáneamente. Esta capacidad agiliza los procesos de tratamiento y permite gestionar regímenes de tratamiento complejos en paralelo.

Terapia intravenosa en el hogar

Las tendencias en aumento indican un cambio hacia la terapia intravenosa en el hogar, lo que hace que el tratamiento sea más accesible y cómodo para los pacientes. Este enfoque incluye:

  • Empoderamiento del paciente: los pacientes ahora pueden gestionar sus terapias intravenosas en casa con la capacitación adecuada. Esta autonomía genera una mayor satisfacción y participación en el manejo de su propia salud.
  • Integración de telesalud: el monitoreo remoto a través de la telesalud permite a los proveedores de atención médica supervisar de manera eficaz las infusiones de los pacientes en el hogar. Los controles virtuales periódicos garantizan la seguridad del paciente y la administración eficaz del tratamiento.
  • Dispositivos de infusión portátiles: el desarrollo de bombas de infusión más pequeñas que funcionan con baterías permite a los pacientes moverse libremente sin estar atados a los equipos tradicionales. Pueden realizar cómodamente sus actividades diarias mientras reciben los tratamientos necesarios.
  • Rentabilidad: Las terapias domiciliarias pueden reducir los costos generales de atención médica al disminuir la duración de las estadías en el hospital y minimizar la necesidad de atención en centros de salud. Este cambio ofrece beneficios económicos tanto para los pacientes como para los sistemas de atención médica.

Estudios de casos: resultados exitosos con terapia intravenosa

La terapia intravenosa ha demostrado ser una intervención fundamental en diversas situaciones médicas, lo que ha dado lugar a notables historias de éxito de los pacientes. Estos estudios de casos destacan la eficacia y el impacto de la terapia intravenosa en diferentes afecciones médicas.

En un caso, un paciente que sufría deshidratación grave debido a problemas gastrointestinales recibió una rehidratación intravenosa rápida. En cuestión de horas, el paciente mostró una mejora significativa en su estado de hidratación y una reducción de síntomas como mareos y confusión. La intervención oportuna ejemplifica la importancia de la terapia intravenosa en los entornos de cuidados agudos.

Otro caso destacable fue el de un paciente con cáncer que se sometía a quimioterapia. El paciente necesitaba la administración frecuente de medicamentos para controlar los síntomas y mantener la nutrición. Con la implementación de un plan de tratamiento intravenoso personalizado, el paciente controló eficazmente los efectos secundarios de la quimioterapia y, al mismo tiempo, mantuvo los niveles de energía y la salud general, lo que contribuyó a una mejor calidad de vida durante el tratamiento.

  • Caso de terapia de rehidratación

    Una mujer de 35 años presentó deshidratación grave después de vómitos persistentes. La administración de una solución salina por infusión intravenosa restableció su equilibrio electrolítico, lo que permitió estabilizar sus signos vitales y mejorar su función cognitiva.

  • Caso de quimioterapia

    Un hombre de 50 años que se sometía a un tratamiento para un linfoma se benefició de una infusión intravenosa de medicación antiemética. Este método alivió las náuseas y le permitió continuar con su régimen de quimioterapia, lo que dio como resultado una respuesta satisfactoria al tratamiento.

  • Caso de nutrición parenteral total

    Un paciente con síndrome del intestino corto recibió nutrición parenteral total (NPT) por vía intravenosa. En el transcurso de cinco meses, el paciente recuperó peso y mejoró sus indicadores generales de salud, lo que demuestra la eficacia de la administración de nutrición intravenosa.

  • Caso de manejo del dolor

    Una persona con dolor crónico recibió tratamiento para el dolor mediante infusiones intravenosas de analgésicos. Este método proporcionó un alivio rápido que mejoró significativamente la capacidad del paciente para participar en las actividades diarias.

Estos casos ilustran la versatilidad de la terapia intravenosa para tratar una variedad de afecciones. A medida que evolucionan las prácticas médicas, la optimización de la terapia intravenosa continúa mejorando los resultados de los pacientes en diversos escenarios clínicos.


Información del autor
  1. Plazas Lorena. Licenciada en enfermería. Trabajo propio.

Última actualización: [31/08/2024]

Categorías
Historia de la Medicina Historia de la Enfermería

Inventos de la medicina 1: Una inseminación artificial

Tiempo de lectura: 12 minutos

Inventos de la medicina 1: Una inseminación artificial

Primeras medicaciones intravenosas (IV) – 1660

Hoy día todos conocemos los beneficios de administrar medicación intravenosa directamente en vena, pero sus inicios puede que nos sorprendan.

Las primeras inyecciones de sustancias por esta vía, se deben al arquitecto y científico del siglo XVII Christopher Wren, quien en 1656, con la ayuda de una vejiga de cerdo como recipiente y una pluma de ganso como aguja, logró introducir vino y opio en la vena de un perro.

Tal vez sea interesante añadir que el perro sobrevivió después de unas horas de embriaguez.

En la década de 1660 los Drs. JD Mayor de Kiel y JS Elsholtz (Berlín) fueron los primeros en administrar inyecciones intravenosas deliberadamente (con fines terapéuticos) en humanos. Sin embargo las primeras inyecciones no llegaron a utilizarse con asiduidad hasta el año 1800.

Medicaciones intravenosas

Primeras anestesias – 1800

Inhalador portátil de Murphy (1848-1850)

Fue diseñado por Edward William Murphy para ser usado por la propia embarazada, y poder aliviar el dolor durante el proceso del parto. La esponja se sumergía en agua caliente durante treinta minutos, se escurría y empapaba con cloroformo.

Se cerraba el compartimento herméticamente y los vapores eran inhalados por la boca según las necesidades de cada paciente.

Debía administrarse justo antes y después de las contracciones, nunca en el momento que estas se estaban produciendo y solo cuando el dolor era insoportable.

Inhalador portátil de Murphy

Estetoscopio Pinard – 1900

Inventado por el Dr. Adolphe Pinard (1844-1934).
El estetoscopio de Pinard permite auscultar los tonos cardiacos del embrión en el seno materno. Fue inventado por el Dr. Adolphe Pinard, un obstetra francés, en el siglo XIX.

Para su “funcionamiento”basta con colocarlo muy cerca del corazón fetal para poder detectar los latidos. Esto nos da una indicación más precisa de la posición fetal. Aun sigue en uso en muchos países…

Estetoscopio Pinard

Equipo para inmovilizar niños – 1957

Diseñado para los niños, con la intención de mantenerlos sentados e inmóviles durante una radiografía de tórax, 1957.

Primeros marcapasos – 1951

En la imagen, el marcapasos externo de mesa, diseñado en 1951 por Paul Zoll, un cardiólogo de Boston. El Electrodyne Marcapasos PM-65-, estaba compuesto por un electrocardiograma para monitorear el ritmo cardíaco y un generador de impulsos eléctricos al ritmo del corazón.

Era voluminoso y pesado, se llevaba en un carro y sólo se podía utilizar hasta la extensión total del cable y su conexión a red.

Al ingeniero colombiano Jorge Reynolds, nacido en Bogotá en 1936, se le atribuye ser el inventor del primer marcapasos artificial externo con electrodos internos, en 1958.

Aunque establecer la paternidad de las grandes invenciones puede ser una tarea complicada y no exenta de polémica.

Marcapasos

Primer Holter portatil – 1949 

Norman Jefferis Holter biofísico estadounidense diseñó una mochila con un peso de 38 kg, llevaba un electrocardiógrafo que transmitía la señal por radio.
Este dispositivo permitía vigilar la actividad eléctrica del corazón durante 24 horas 0 más. Holter donó los derechos de su invención a la medicina.

Holter portátil

Primeros audífonos – 1880 

Sistema muy primitivo de audífono inventado por Graydon en 1880, basado en la transmisión ósea del sonido.

Este audífono para sordos de Richard Rhodes (1879) utiliza la conducción ósea para mejorar la audición. El audiphone consistía en una lámina de goma dura con mango que se apoyaba en los dientes para transmitir la vibración sonora a la cobertura ósea del oído interno.

Audífono

Primeros métodos de reanimación. Reanimación con Carbógeno – 1920

Inhalar esta mezcla (5% de dióxido de carbono junto con 95% de oxígeno), provocaba en el paciente una angustiosa sensación de asfixia. Como consecuencia la respiración se aceleraba aumentando la frecuencia cardíaca.

Esta mezcla gaseosa fue preparada por primera vez por el neurólogo húngaro Ladislas J. Medum con un 30% oxígeno y 70% dióxido de carbono. Durante los años 40 el Dr. Meduna la empleó en más de 15.000 tratamientos, como cura para la neurosis, el tartamudeo, la ansiedad, la colitis espástica, la frigidez  y la homosexualidad entre otros.

EI carbógeno conocido también como “Mezcla Meduna”. Se consideró una de las drogas psicodélicas más potentes, similares al LSD y la mescalina.

Reanimación con Carbógeno

Tamaño de los marcapasos de primera generación – 1958

Los inicios de la odontología

Primeras espirometrías – 1886 

Imagen que muestra la realización de una espirometría en 1886.
Al parecer en el siglo II a.c ya sentían curiosidad por medir la capacidad respiratoria de los pulmones. Galeno médico y filósofo griego hizo respirar repetidamente a un joven en una vejiga observando que el volumen de aire en el interior era siempre el mismo.

Espirometría

Bandejas de ojos surtidos del diseñador Fritz Jardon – 1939

En 1939 un técnico dental del Ejército y la Marina de EE. UU, Fritz Jardon comienza a fabricar prótesis oculares en acrilico.
Rápidamente se dejan de tallar los ojos de vidrio que se utilizaban hasta entonces, ya que los polímeros son más duraderos, se pueden limpiar y pulir con facilidad y se evitan riesgos de rotura.

Lo que comenzó como una iniciativa militar par resolver una lesión común en el campo de batalla, la pérdida del ojo, se convirtió en una revolución en las prótesis oculares.

Bandejas de ojos

Pinzas para clampear el cordón umbilical – 1850

Estas cigüeñas, se utilizaban para pinzar el cordón umbilical del recién nacido, antes de la ligadura y corte.
Están hechas de plata, la primera es francesa de 1850 con la serpiente de Esculapio enrollada alrededor del cuello. Las otras dos de Alemania 1800.

Pinzas cordón umbilical

Primeras ambulancias – 1869 

En 1869 un cirujano Edward Dalton recibió el encargo de crear un hospital cerca de Nueva York y un servicio de ambulancias para llevar a los pacientes lo más rápido posible al hospital. Sus ambulancias contaban con equipamiento médico, tablillas, morfina y”brandy”. En 1870, el servicio atendía 1.401 llamadas de emergencia.
Veinte años más tarde ya eran más del triple.

En la imagen, ambulancia tirada por caballos a las afueras del Bellevue Hospital de Nueva York 1895.

Primeras ambulancias

Primeros guantes quirúrgicos – 1890  

Los primeros guantes quirúrgicos, encierran una curiosa historia: se crearon por amor.
En torno al año 1890 Carolina Hampton trabajaba como enfermera ayudante en el quirófano del doctor William Halsted.

A consecuencia del uso continuado de bicloruro de mercurio, una solución que se utilizaba para esterilizar los instrumentos en aquella época, sufrió una dermatitis severa.

A finales de año Caroline, se vio ante la alternativa de ver sus manos corroídas por los eccemas o cambiar de servicio y abandonar la sala de operaciones.
Pocos días después, ante el temor de ver desaparecer de su lado a Carolina, el cirujano William Halsted se presentó
a ésta con un par de guantes de goma extraordinariamente finos, hasta el punto de que, protegiéndole las manos, no dificultaba su trabajo.

Guantes de tal naturaleza no habían existido jamás. Los que llevaban a veces los anatomistas para las disecciones eran de un material tosco, poco práctico y desde luego inservibles para operar o ayudar en las operaciones. William y Carolina se casaron pocos años después de este episodio.

En cuanto a los guantes, fueron fabricados expresamente para él por Goodyear, una empresa de neumáticos y cumplían un requisito muy importante, eran de caucho y esterilizables al vapor.

En 1894, los guantes de goma habían conquistado las salas de operaciones del mundo entero, logrando llenar así una importante laguna que existía en los métodos de asepsia.

Guantes quirúrgicos

Puente dental de esta imagen es postmortem

Puente dental

Maletín de primeros auxilios – 1860

Incluye escalpelos, vendas, un torniquete, cloroformo, Aspirina, opio… y por supuesto Brandy.

Primeras tiendas de oxígeno – 1920

Sistema para suministrar oxígeno 1920.
Las tiendas de oxígeno se usan sobre todo en niños, a los que resulta incómodo o difícil colocarles una mascarilla de oxígeno o cuando el paciente requiere concentraciones de oxígeno elevados.

Las campanas de oxígeno (como la que aparece en la imagen), se limita a la cabeza y cuello, dejando libre el resto del cuerpo.

Tiendas de oxígeno

Respiradores coraza

La poliomielitis era conocida como”parálisis infantil”ya que la mayoría de las personas infectadas eran niños menores de 5 años.

Los padres tenían miedo de dejar salir a sus hijos al aire libre, especialmente durante el verano cuando el virus parecía alcanzar su pico máximo. Uno de cada cien niños afectados de polio padecía parálisis irreversible (generalmente en las piernas)  y, de éstos, entre un 5% y un 10% podrían morir por parálisis de los músculos respiratorios.

Debían permanecer dentro de un “pulmón de acero “o utilizar estas corazas de ventilación con presión negativa para salvar su vida.

Respiradores coraza

Primeros instrumentos para medir la presión arterial – 1860

En el siglo Vl a.C el médico y cirujano Indio Sushruta, ya mencionaba algunos de los síntomas que podrían ser compatibles con la hipertensión arterial.

Era conocida como la “enfermedad del pulso duro”. Su tratamiento consistía en realizar cortes profundos en las venas (ya que el sangrado equilibraba las presiones).
En las imágenes se observa el esfigmógrafo de Marey (1860).
Un instrumento médico empleado para medir la presión sanguínea, precursor en el siglo XIX del actual esfigmomanómetro.

Este modelo está compuesto por una palanca cuyo brazo menor se aplica sobre una arteria (ordinariamente la arteria radial), y cuyo brazo mayor está destinado a transcribir sobre una banda de papel las pulsaciones arteriales amplificadas.

Instrumentos para medir la presión arterial

Primeras transfusiones de sangre

Se realizaban directamente brazo a brazo del donante al receptor para evitar así su coagulación, conectando la vena del donante con la vena del receptor,a través de una intervención quirúrgica,y no existía la posibilidad de medir la cantidad de sangre entregada por el donante.

Esta imagen real del archivo de Burns inspiró la escena en el episodio 10 de “The Knick”.

Transfusiones de sangre

Primeros estetoscopios – 1819 

Este primitivo estetoscopio perteneció a su inventor el doctor René Laénnec (1781-1826).
Se encuentra expuesto en el Museo Científico de Londres.

La idea surgió cierto día, en el que el doctor Laénnec observó casualmente a unos niños jugando con un pedazo largo de madera, unos hablaban mientras otros escuchaban desde el otro extremo.
Más tarde, tuvo que examinar a una mujer joven con un problema cardiaco y debido a la cantidad de grasa, la percusión era limitada y la posibilidad de pegar el oído a su pecho no era “aceptable “debido a la edad y sexo de la paciente.

Recordando a los niños, enrolló unas hojas de papel formando un tubo, uno de los extremos lo puso en el pecho de la mujer y el otro en su oído. Con este método, podía escuchar los sonidos cardiacos, inclusive mucho mejor y de una manera más clara que pegando el oído.

Ese mismo día, mandó a hacer el instrumento en madera, de unos 30 cm de largo y 4 cm de diámetro. Había nacido el estetoscopio y el inicio de la era del empleo de los métodos diagnósticos para complementar la información tradicional.

En 1819 Laénnec publicó su famoso Tratado sobre la auscultación mediata, que es un texto clásico de la medicina.
Allí describió los sonidos del tórax y sentó las bases para la neumología moderna.

Estetoscopio

Primeros fórceps obstétricos

EI método de tracción axial de Delore empleando poleas y cuerdas atadas al fórceps de Tarnier en un parto.

Se debe aclarar que estos métodos tan agresivos son de una época en que una cesárea era una muerte casi segura, y se usaban principalmente para intentar salvar a la mujer. Actualmente la aplicación de los fórceps obstétricos tiene unas reglas muy claras…

Fórceps obstétricos

Primeros ECG – 1903

Los primeros electrocardiogramas (ECG) de la historia se realizaron con aparatos tan voluminosos como el que se muestra en la imagen.
EI electrocardiógrafo o galvanómetro de cuerda pesaba más de 250 Kg y necesitaba 5 personas para su manejo.

Los pacientes debían sumergir sus extremidades, (ambas manos y pie izquierdo) en unas cubetas con solución salina.
Las señales viajaban 1,5 km a través de los cables de la red telefónica de Leiden, desde el Hospital donde se realizaba el examen, hasta el laboratorio de fisiología para su registro. Sin duda un ejemplo temprano de la “telemedicina”.

Imagen.-Galvanómetro de Einthoven, por el que su inventor el fisiólogo holandés Willem Einthoven (1860-1927), fue galardonado en 1924 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Con su galvanómetro de cuerda registró la actividad eléctrica no sólo del corazón (en 1903) sino de la retina, los nervios vagos y del simpático y el tono muscular.

Galvanómetro de Einthoven

Primeros termómetros – 1886

Parece mentira, que hace tan solo unos años para poder medir la temperatura corporal, se necesitaban más de 20 minutos utilizando instrumentos de gran peso y tamaño (más de 25 cm). Hoy día existen diminutos accesorios que se conectan a un dispositivo móvil, y lo transforman en un sofisticado termómetro de infrarrojos.

Registra la fiebre, sugiere la dosis de antitérmico y avisa cuando tocan las tomas. Estos grandes cambios se los debemos (entre otros científicos), al médico ingles Sir Thomas Albutt en 1866, considerado el inventor del termómetro clínico. Sir Thomas consiguió medir la fiebre de sus pacientes en tan solo 5 minutos y redujo su tamaño a la mitad (12 cm).

Termómetro de 1886 y termómetro de 2018

Primeras jeringas hipodérmicas – 1850

El Dr. Alexander Wood (Edimburgo), fue el primer médico en usar una jeringa hipodérmica y lo hizo para aliviar el dolor, inyectando morfina a su esposa, Rebecca Massey, quien padecía un cáncer por entonces incurable.
Con el tiempo creó una adicción a dicha sustancia y curiosamente no falleció de cáncer si no por sobredosis.

La jeringa tal como se concibe hoy en día se inventó en 1850 simultáneamente por el escocés Alexander Wood, (quien lo utilizó para inyectar morfina subcutánea en pacientes con neuralgia crónica)  y el francés Charles Gabriel Pravaz que en lugar de eso utiliza esta herramienta para introducir los sacos aneurismáticos perclorato de hierro con el fin de reducirlos mediante coagulación.

Hoy en día, en toda Europa son conocidas las jeringas hipodérmicas bajo el nombre de este famoso doctor (Pravaz).

En la imagen un estuche del afamado fabricante francés de instrumentos quirúrgicos Frédéric Charriére (1803-1876).

Jeringas hipodérmicas

Primeros sacaleches – 1830

En la imagen un sacaleches de 1830-1856 fabricado en Londres.
Estaba compuesto por dos campanas extractoras, de diferente tamaño, fabricadas en peltre (una aleación compuesta de estaño, cobre, antimonio y plomo).

Esta especie de bomba de latón, que actuaba como jeringa, se enroscaba a las campanas y succionaba la leche materna. Está presentada dentro de su caja original de caoba roja, forrada de terciopelo.

Sacaleche

Primeras fuentes de luz, exploración – 1873

Cuando aún no existía la luz eléctrica, la observación de las cavidades del cuerpo humano se realizaba mediante lámparas de aceite o simplemente con la ayuda de una vela.

Este método permitía reflejar parte de la luz hacia la zona a observar, y evitar el deslumbramiento del observador.

Constituido por una pinza que se sujeta a una vela por dos barras de deslizamiento. Sobre una de las cuales se aplica un cuchara probablemente de plata. Ilustración que muestra un examen ginecológico Litografía de “Le ons cliniques sur les maladies des femmes “. T. Gallard 1873.

Fuentes de luz

Primera inseminación artificial – 1875

Los primeros intentos de inseminación artificial en humanos fueron llevados a cabo por John Hunter, un distinguido anatomista y cirujano escocés. Hacia 1785 un rico comerciante de tejidos acudió a él ante la imposibilidad de tener descendencia (sufría de “hipospadia“).

Hunter, le sugirió recoger una muestra de su semen en una jeringa caliente e inyectarlo directamente en la vagina de su mujer. Logró el embarazo y el nacimiento de un niño sano.

En realidad el cirujano tuvo suerte, el momento de la inseminación coincidió con el de la ovulación. Pero quienes intentaron reproducir después sus resultados, se encontraron con que la técnica era lo más parecido a jugar a la “ruleta rusa”.

Era prácticamente imposible conseguir un embarazo si no se conocía a fondo el ciclo menstrual de la mujer….
Eso sucedería unos 150 años más tarde.

Imagen.-Jeringa intrauterina Braun finales de 1800.

Jeringa para Inseminación artificial

Respirador artificial pediátrico

Golpes para el dolor – 1850

Se creía que las ondas generadas por el golpe aliviaban el dolor. Un siglo después, se demostró que esas ondas en realidad agudizaban el dolor y lo hacían más intenso.

Golpes para el dolor
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Información del autor
  1. @El Estudiante Medico de Nicaragua
  2. https://www.facebook.com/Roberthozambranar/

Última actualización: [16/08/2024]

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